Rinden homenaje de cuerpo presente a José Trinidad Sepúlveda, primer obispo de Tuxtla

jueves, 7 de septiembre de 2017 · 22:08
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- “Aquí reposan los restos de J. Trinidad Sepúlveda. Primer obispo de Tuxtla. Rueguen por él”, fue el epitafio que eligió para ser enterrado hoy en la Catedral de la Arquidiócesis de la capital, el obispo emérito de San Juan de los Lagos, Jalisco, luego de fallecer el pasado martes 5. Tras un homenaje y misa en su honor, el obispo jalisciense fue traído ayer a Chiapas y llevado a la Catedral de Tuxtla, donde fue velado toda la noche y esta mañana, enterrado como fue su voluntad. El obispo sucesor de Trinidad Sepúlveda en Tuxtla, Felipe Aguirre Franco, encabezó hoy la ceremonia religiosa para dar la despedida a quien calificó de “peregrino” y “andariego”. Dijo que el obispo “llegó al final de su caminar y que suspendió las huellas de sus pisadas y el caudal de sus sudores que quedaron en las hondonadas de la Cuenca del Grijalva y de las montañas húmedas de los pueblos zoques y tsotsiles de Chiapas”. Lo recordó como “un incansable sacerdote caminante, fue un impaciente aventurero que dejó los Altos de Jalisco para emprender un viaje al servicio de Dios, en el Seminario de Guadalajara y en la Universidad Gregoriana de Roma”. En un resumen de su historial religioso, mencionó que fue ordenado sacerdote en la ciudad de Verna y que fue prefecto, maestro y formador en el Seminario Diocesano de Guadalajara, además de vicario Parroquial en La Pampa, Jalisco. Cuando fue ordenado obispo a los 44 años -siguió- se le asignó la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez, donde estuvo 23 años. En febrero 1988 fue nombrado obispo en la Diócesis de San Juan de los Lagos, Jalisco, donde estuvo hasta enero de 1999 y luego fue jubilado. Nacido el 30 de marzo de 1921, el cuerpo del obispo emérito José Trinidad Sepúlveda Ruiz-Velasco llegó hoy “al final de sus días tras una vida fecunda sacerdotal y episcopal”. La salud del religioso ya estaba mermada: desde el 2009 estaba en silla de ruedas en el albergue trinitario sacerdotal de Jalisco. El 21 de mayo del 2013, convaleciente, redactó y firmó una carta en la que expresaba su voluntad de ser trasladado de Jalisco a Chiapas para ser sepultado en la Catedral de la Arquidiócesis de Tuxtla con el epitafio: “Aquí reposan los restos de J. Trinidad Sepúlveda. Primero obispo de Tuxtla. Rueguen por él”. Su ataúd quedó en el altar lateral de la Catedral, a los pies de la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción. Aguirre Franco dijo que Trinidad Sepúlveda plantó los cimientos de la primera estructura de la diócesis de Chiapas y que apoyó decididamente a los pueblos zoques que fueron amenazados con desaparecer, luego de la erupción del volcán Chichonal en marzo de 1982. Luego, agradeció que haya elegido que su cuerpo fuera depositado en esta catedral para esperar acá la resurrección de los muertos. “Ahora se tiene garantía y prenda de que su sepulcro será glorioso con sufragios y plegarias a través del tiempo. Y que será pues un mediador ante la misericordia de Dios”, dijo. El cuerpo del obispo -que llegó hace 52 años a Chiapas y falleció el pasado martes a los 96 años -, fue bajado poco a poco en su ataúd y depositado en su nicho, ante el llanto y las plegarias del pueblo tuxtleco que fue su feligresía y las oraciones del arzobispo Fabio Martínez Casilla. En el acto estuvo el arzobispo de Tuxtla, Fabio Martínez Casilla, y su obispo auxiliar José Luis Mendoza Corzo; además de los obispos de Tehuantepec, Oscar Armando Campos Contreras; Puerto Escondido, Pedro Vázquez Villalobos, y de Tuxtepec, Alberto González Juárez.

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