PUEBLA, Pue. (apro).- El gobernador Antonio Gali Fayad reportó saldo blanco en la entidad, tras el sismo de 8.2 grados en la escala de Richter que se registró casi a la medianoche del jueves, luego que no se presentaron pérdidas humanas. El mandatario estatal informó que aún continúan las evaluaciones de daños materiales en hospitales, escuelas y edificios públicos. En especial, indicó que se pone mayor atención a los inmuebles que han presentado afectaciones en temblores anteriores, como el Hospital del ISSSTEP, el Hospital General Regional 36 del IMSS San Alejandro y las instalaciones de la Secretaría de Finanzas y Administración. Igual indicó que se revisan los estadios y el centro de espectáculos Acrópolis que este fin de semana registrarán eventos masivos. También indicó que hasta ahora se ha revisado 47% de las escuelas en la entidad y que en algunas de ellas se reportan fisuras menores en acabados que no representan daños estructurales. Por otra parte, el mandatario informó que se han habilitado 10 centros de mando estratégicos en todo el estado para brindar atención a la población por el paso del huracán Katia. Además, aseguró que se han instalado albergues, donde hasta ahora se encuentran mil 500 personas del municipio de Huauchinango que han sido evacuados por habitar zonas de riesgo. Gali Fayad dijo que su gobierno cuenta con un fondo de 70 millones de pesos para atender emergencias que pudieran presentarse, tanto por sismos como por el impacto de huracanes y tormentas. Usuarios de los hospitales de San Alejandro del IMSS y del ISSSTE en Puebla reportaron que los edificios presentan fisuras, rompimiento de losas y vidrios, así como caída de plafones. Sin embargo, el delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero, señaló que en el caso del hospital San Alejandro se llevó a cabo una supervisión por parte de personal de Protección Civil y no se encontraron daños estructurales del edificio, el cual se encuentra actualmente en remodelación. Otro edificio que resultó con daños fue el Palacio de Justicia del Poder Judicial de la Federación, donde se cayeron plafones, se rompieron ventanas y recubrimientos y quedaron tirados anaqueles.