CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de cerrarse a casi cualquier tipo de apoyo en el área siniestrada, el Ejército y la Marina permitieron la entrada de rescatistas israelitas a trabajar en la búsqueda de personas atrapadas entre los escombros de lo que fue el edificio 286 de la calle Álvaro Obregón, en el límite de las colonias Roma y Condesa. A diferencia de los miembros de las fuerzas armadas, que tomaron la zona desde la madrugada del miércoles 20, los socorristas extranjeros consideraron indispensable el apoyo de cientos de voluntarios para remover cascajo de los seis pisos derrumbados. Las personas dispuestas a ayudar duplicaron el número requerido por los especialistas y quienes aún no pudieron entrar a colaborar permanecen en largas filas, dispuestos a relevar a los primeros. También acudieron a la zona especialistas de Jalisco y Guanajuato, entre otros estados. Hasta ahora, suman 28 las personas rescatadas de entre las ruinas del edificio. Según la escasa información, que corre de boca en boca, se contempla que 46 personas continúan desaparecidas, de las cuales entre 10 y 13 podrían haber dado señales de vida. Maricela Zárate, madre del joven de 30 años Martín Estrada, quiere pensar que su hijo, atrapado entre los escombros continúa con vida. Y lo cree porque está en una lista con información que los mismos familiares de quienes no han podido ser rescatados recabaron. De las autoridades, no ha sabido nada. Buscando apoyo, dijo a apro, la señora Maricela: "Aunque tenga que seguir durmiendo aquí, en la calle con todo y la lluvia, no me voy a mover hasta que nos digan lo que sea que es de él. Pero no nos dicen nada. Solo nos piden paciencia. Usted dígame si de esta forma es posible no desesperarse". La zona ha sido cerrada a la circulación en varias cuadras a la redonda, donde continúa la incertidumbre de los vecinos evacuados de sus casas en edificios que, temen, podrían derrumbarse.