Graco recibe abucheos de pobladores afectados por el sismo en Tlayacapan

martes, 26 de septiembre de 2017 · 22:09
TLAYACAPAN, Mor. (apro).- El presidente Enrique Peña Nieto volvió por segunda vez a Morelos en una semana. En esta ocasión estuvo en Tlayacapan donde hizo un recorrido para reconocer los efectos devastadores en este municipio debido al sismo de 7.1 grados ocurrido el pasado martes 19. Durante el recorrido, el gobernador perredista Graco Ramírez volvió a recibir mentadas y rechiflas por las denuncias de miles de ciudadanos que lo señalan a él y a su esposa Elena Cepeda, presidenta del DIF estatal, como acaparadores de la ayuda que la sociedad civil del país envió a Morelos para apoyar a los damnificados del sismo. Después de hacer un recorrido por este pueblo mágico, el presidente lamentó la pérdida de cinco personas a consecuencia del sismo, luego explicó las acciones que han estado haciendo para paliar los efectos del terremoto. Una vez más hizo un reconocimiento a los integrantes del Ejército y la Marina Armada, por “su comprometida participación” en los trabajos de asistencia y rescate de los damnificados. “Son los primeros en llegar, ya tienen instalado un comedor y en el que hacen alimentos para la población de este municipio”, presumió. Dijo que se instalaron unidades de atención médica, “que están para apoyar a la población”. Esto dijo, “es lo que se ha hecho para atender a la población más afectada aquí en Morelos”. En el pequeño templete desde donde habló, lo acompañaban el presidente municipal Dionisio Santamaría y el gobernador Graco Ramírez. Peña Nieto aseguró que el paso a seguir es comenzar la etapa de reconstrucción: “Primero, levantar un censo para ver cuáles son las viviendas afectadas”. Preguntó: ¿Quiénes sufrieron afectaciones serias?” Y la respuesta fue: “Todos estamos en riesgo todavía”. Luego el mandatario preguntó quiénes ya habían sido censados, pero nadie levantó la mano. Ante el silencio el mandatario señaló: “Me dicen que ya van más del 25 por ciento de las casas censadas”. Siguió su discurso con promesas de apoyos para los daños parciales de vivienda y para aquellas casas que tienen daño total; siguió con el asunto de las escuelas, donde también se hace un censo de aquellas que están afectadas. Y finalmente se refirió a los templos, donde prometió que el INAH y la Secretaría de Cultura, tienen como función primordial realizar el censo de este patrimonio cultural. También prometió apoyo para los comerciantes que hayan resultado afectados. “A lo que vengo hoy aquí es a externarles mi solidaridad y segundo, hacerles saber cuál es la ruta que vamos a seguir para el apoyo de reconstrucción en el estado de Morelos y en las otras entidades afectadas. Espero que acompañen esta tarea, que la sociedad participe en la reconstrucción”, dijo ante una atestada plaza cívica. Luego pasó el micrófono a Graco Ramírez quien de inmediato tuvo que escuchar el grito de guerra que lo persigue desde hace años: “¡Fuera Graco, fuera Graco!”, le espetaban y prácticamente no lo dejaban hablar. Como estrategia, intentó desviar la atención hacia Peña Nieto, de quien dijo: “Está muy pendiente de nosotros, es la segunda vez que está en la entidad en menos de una semana”. En menos de cinco minutos terminó su fallido discurso.

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