CHILPANCINGO. Gro., (apro).- El gobernador Héctor Astudillo Flores anunció que los damnificados de las inundaciones y el sismo reciente en la entidad, "deberán esperar que el gobierno federal reconstruya viviendas en los estados de Oaxaca y Chiapas para ser atendidos".
El mandatario admitió que "no tiene capacidad para enfrentar la contingencia de vivienda" y tampoco contempla reasignar el presupuesto estatal para implementar un plan emergente de atención a las familias que perdieron su patrimonio y que actualmente se encuentran en la incertidumbre a una semana del sismo del martes 19.
De acuerdo con Astudillo, la evaluación preliminar de afectaciones por los efectos del sismo y el huracán Max indica que más de 9 mil casas resultaron dañadas, de las cuales mil 500 casas son consideradas como pérdida total, en 19 municipios de la franja costera y la zona Norte de Guerrero, donde el monto del desastre asciende a más de mil millones de pesos.
No obstante, la ayuda a los damnificados en el tema de vivienda llegará después de que el gobierno federal atienda la problemática en otros estados, advirtió el mandatario estatal.
Ello debido a que Guerrero, donde se reportaron seis muertes tras el sismo y miles de casas afectadas, "no es prioridad para el gobierno federal", indicó Astudillo.
Hasta ahora, la administración estatal se ha limitado a rehabilitar caminos y enviar despensas a las zonas afectadas por el sismo y las inundaciones donde el gobernador ha realizado recorridos junto a su operador financiero y de obra pública, el empresario constructor Luis Mácara Hernández.
La falta de atención integral a los damnificados en Guerrero contrasta con los excesos y el despilfarro de recursos públicos documentados por Apro durante los dos años del gobierno de Astudillo.