'Aquí nos fue mal, pero la gente no nos deja”, dice la 'autoridad” de Contla, Puebla

jueves, 28 de septiembre de 2017 · 21:06
CONTLA, Pue. (apro).- Ubicada en los límites de Morelos, a 85 kilómetros de Cuernavaca, en esta comunidad poblana sólo se ven viviendas derruidas, filas de gente esperando recibir ayuda y camionetas con placas de distintos estados de la República que durante nueve días, “a Dios gracias”, no han dejado de llegar. Así lo asegura Gabino Sánchez en entrevista con Apro. Es “la autoridad”, un hombre menudo y blanco, con un sombrero, botas y vestimenta sencilla. “Pues aquí nos fue mal, pero la gente no nos deja, nos ha acompañado de todo el país. Llegan de Reynosa (Tamaulipas), de Guanajuato, de Morelos, del Estado de México, de muchos lados”. Gabino Sánchez, conocido con el mote de Güero, se acredita como “inspector” con un gafete que le dio el ayuntamiento de Teotlalco. Señalando las dos entradas de la comunidad, dice que ahora ya se puede circular, pero en los primeros días –después del sismo del martes 19– había camionetas “por un lado y por otro”. Sobre los efectos del temblor, detalla que resultaron afectadas 15 viviendas, o sea prácticamente todas. En la cancha de usos múltiples se observan pilas de ropa, bolsas con distintos productos, alimentos enlatados y material de limpieza, que después de ser clasificados son entregados a las familias. “Mire, nos ha llegado tanta ayuda que hasta hemos podido llevar a otros pueblos de por aquí alrededor que también les pegó feo el temblor”, sostiene el Güero. Esta comunidad de 150 habitantes, según el “inspector”, fue el epicentro del sismo. Y a nueve días de ocurrido ese fenómeno, ninguna autoridad de Protección Civil de Puebla se ha parado por ahí. Sólo se ven camionetas de otros estados de la República entregando ayuda y a voluntarios de varias organizaciones sociales que, además de dar despensas, organizan algún tipo de apoyo psicosocial. En Teotlalco las cosas no parecen ir tan mal. Aunque hay casas derribadas por el sismo, en el templo, que no sufrió daños visibles, una estudiantina canta el tradicional “Alabaré, alabaré”. La gente parece estar de fiesta. No se pierde el jolgorio, a pesar de todo. Juan, habitante de San Miguel, otra comunidad de Teotlaco, intercambia unas palabras con el Güero Sánchez, luego se dirige a un grupo de personas, los músicos de Tlaxcala, que llegaron en dos camionetas para entregar ayuda a Contla, y suelta: “Si quieren probar el mole de Morelos, ahí los espero, aquí nomás en San Miguel, ‘ta cerca”. En esos momentos la cancha se ha convertido en un comedor comunitario. Y antes de despedirse, el Güero relata: “Se oyó como si estuvieran metiendo un barreno al suelo, así se sintió. Fue muy feo, muy feo”.

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