CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Partido Acción Nacional (PAN) depositó en una cuenta bancaria los primeros 50 millones de pesos para apoyar a los damnificados por los sismos y reiteró que todas las prerrogativas a las que renuncian no se entregarán al gobierno de Enrique Peña Nieto. “No vamos a entregar el dinero al gobierno federal priista, como nos lo está exigiendo el propio PRI. Sería inaceptable que ese dinero fuera desviado o mal utilizado, como lamentablemente ya ha ocurrido en el pasado con este gobierno federal priista”, subrayó Ricardo Anaya, presidente del PAN. “Nosotros vamos a canalizar estos recursos al Fondo de Reconstrucción Nacional, que será supervisado por un comité de ciudadanos de verdadero prestigio que aseguren que hasta el último centavo llegue a las personas y familias que más lo necesitan”, advirtió. En conferencia de prensa, Anaya informó que la Comisión Permanente del PAN aprobó un plan de austeridad mediante el cual se han empezado a cancelar contratos de telefonía, internet, limpieza y se está despidiendo y liquidando al personal, para que el ahorro se destine a los damnificados. También detalló que el PAN abrió la cuenta concentradora 0110997471 en Bancomer, en la que ya depositó 50 millones y se espera reunir 200 millones de pesos. Estos recursos serán vigilados por un comité ciudadano, cuyos integrantes se darán a conocer próximamente. El presidente del PAN reiteró la exigencia al gobierno federal para que también “se apriete el cinturón” en el presupuesto para 2018 y los recursos se destinen a los mexicanos que perdieron su patrimonio por los sismos. Anaya se reunió con los presidentes de los comités estatales, con quienes analizó la propuesta que a través de los legisladores del Frente Ciudadano por México se presentó ante la Cámara de Diputados para reformar la Constitución y eliminar el financiamiento público de los partidos políticos, dinero que se utilizaría para apoyar a los damnificados y reconstruir las zonas afectadas tras los sismos de los pasados 7 y 19 de septiembre. Igual también la exigencia al gobierno federal para que implemente un plan de austeridad que aportaría una bolsa de, por lo menos, 60 mil millones de pesos para enfrentar esta tragedia.