Líderes del PRI en San Lázaro defienden a la PGR en caso Nieto Castillo; el PAN refrenda resistencia

jueves, 26 de octubre de 2017 · 19:17
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Mientras los diputados del PRI en la Cámara de Diputados dijeron que Santiago Nieto no tiene la credibilidad para seguir como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), los del PAN refrendaron su apoyo “a la resistencia que están realizando los senadores de oposición” respecto al tema. Marko Cortés, coordinador del PAN en San Lázaro, se dijo confiado “en que nadie se va a doblar, que todos van a resistir y que van a seguir exigiendo ese voto público en el tablero” a la hora de decidir sobre la permanencia o no de Nieto Castillo al frente de la fiscalía “y que cada legislador asuma las consecuencias de sus actos”. Lo anterior, porque el PRI y el PVEM en el Senado requieren cuando menos de tres votos de la oposición para confirmar la remoción del funcionario y los senadores de oposición temen que el partido en el gobierno “presione o copte” a algún legislador para lograr la mayoría. De ahí que, dicen, se exige que la votación sea pública y en el tablero electrónico, no mediante cédula y secreto, como propuso el PRI. El coordinador de los diputados panistas sostuvo que “que cada vez hay más elementos para asegurar que esa empresa (Odebrecht) financió la campaña de Enrique Peña Nieto en el 2012 y ha quedado claro que Emilio Lozoya, siendo director general de Pemex, fue quien hizo el enlace entre esta Odebrecht y México para ir cumpliendo ciertos compromisos”. Cortés agregó que, ante las evidencias de los correos entre funcionarios de la empresa brasileña y Emilio Lozoya, -dadas a conocer por Mexicanos Contra la Corrupción y uno de los columnistas del diario El Universal-, el PAN pide una explicación de “cuáles fueron los alcances de la reunión que tuvo el presidente de la República con Marcelo Odebrecht; que nos digan los temas que se trataron y los compromisos que se asumieron y, por supuesto, que Emilio Lozoya tiene mucho que aclarar”. En el otro extremo y respaldando totalmente la remoción de Santiago Nieto, el coordinador de los diputados del PRI, César Camacho, dijo que no solo se tiene la duda o sospecha, “sino de la certeza de que las cosas no han estado bien hechas; creemos que no tiene condiciones para desempeñarse (como fiscal)”. Reiteró la posición de su partido al decir que la remoción que determinó el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR), Alberto Elías Beltrán, fue “fundada y motivada” y no en el Código de Ética, sino en la ley. “En consecuencia, aquí hay un evidente desacato, incumplimiento de los principios de presunción de inocencia y del debido proceso que flagrantemente violó Santiago Nieto. Por eso se hizo acreedor a una sanción, que tiene también todo el fundamento y quien está a cargo de la Procuraduría tiene todo el derecho a ejercer estas facultades”, comentó Camacho Quiroz. Los reporteros le recordaron al líder priista que cuando se demostró que Tomás Zerón manipuló la escena de uno de los presuntos asesinos de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, en el río San Juan, no se le removió del cargo, incluso, hoy sigue en el gobierno federal. Y le preguntaron: “¿Por qué hoy se pusieron tan delicados?”. El exgobernador mexiquense respondió: “Yo creo que no se pueden generalizar, ahí las actuaciones, las acciones, las conductas son una por una, investigables y sancionables; de modo que, no se pueden hacer equiparaciones de este tipo”. Y concluyó el tema al comentar la urgencia de aplicar la ley a quien la violenta. “Si alguien ha desarrollado una conducta contraria a la ley, tiene que hacerle frente y hay un catálogo enorme de sanciones, desde una amonestación hasta la destitución”, dijo. Otro líder de opinión del PRI en San Lázaro que habló sobre el tema fue el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien calificó de “imperdonable” lo hecho por Santiago Nieto. “Precisamente por eso, porque ante la posibilidad de culpar y consignar a (Emilio) Lozoya, él ya puso en peligro el proceso judicial. Nada más porque quiso, nada más porque tuvo ganas de hacer una declaración. Es muy grave”, aseguró.

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