CD. DEL CARMEN, Cam. (apro).- Sin combustible, y deteriorado por la prolongada falta de mantenimiento, el Caballo Titán, uno de los 27 barcos que Oceanografía tiene abandonados desde hace meses frente a la isla, quedó a la deriva con siete tripulantes a bordo. Luego de que sus corroídas anclas se rompieran, el navío quedó a merced de las fuertes marejadas del frente frío número 6, que provocó olas de hasta cuatro metros, y fue arrojado hacia la costa, donde quedó encallado, sin que sus ocupantes pudieran hacer nada debido a la falta de combustible para operar las máquinas. Esta es la tercera embarcación a la que le ha ocurrido lo mismo en los últimos meses. Otras dos están desde hace semanas atascados en la costa, frente a Isla Aguada y Sabancuy, con sus tripulantes a bordo, sin combustible, sin energía eléctrica. En septiembre pasado, marineros de Oceanografía denunciaron a la naviera de Amado Yáñez Osuna por retenerlos en sus barcos en una situación de explotación laboral, casi equiparable a lo que las leyes internacionales contra la trata de personas reconocen como esclavitud. Así lo denunció entonces Alfredo Salazar López, abogado de un grupo de los afectados, quien agregó que “no es que tengan grilletes”, pero a sabiendas de que la ley de Navegación y Comercio Marítimo les impide abandonar los navíos, la empresa les adeuda ya hasta cinco meses de salarios y los mantiene a bordo sobreviviendo en condiciones inhumanas: sin agua, sin alimentos, sin combustible y sin energía. “Nuevamente pasa lo que hemos estado denunciando”, tronó Salazar López ante este nuevo percance, que ocurrió el pasado miércoles. Admitió que lamentablemente “hay capitanes coludidos con los propietarios de las embarcaciones, y están poniendo en riesgo a la tripulación, y lo están haciendo sistemáticamente”, al obligar a sus tripulaciones a permanecer en las naves en semejantes circunstancias. “Esta situación de complicidad de explotación laboral que están teniendo, se da con los capitanes en complicidad, y así lo ha reconocido el capitán de puerto, (Ildefonso Carrillo Mora), que la responsabilidad real de estos sucesos, que las embarcaciones queden a la deriva, porque no tienen combustible ni mantenimiento, está afectando a tripulantes y ellos mismos, los capitanes, están amenazando para que se mantengan en esa situación, sin el pago de salario y poniendo en riesgo su vida, eso sucede en 21 embarcaciones”, resaltó. Recordó que ya se denunció el problema a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al Sistema de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) -que administró Oceanografía durante los dos años que la compañía estuvo asegurada por la Procuraduría General de la República (PGR)-, a la Secretaría de Marina, al juez que tiene a su cargo el juicio mercantil. “Sin embargo, las autoridades parecen indiferentes ante esa situación… es grave”, dijo. Asimismo, destacó el caso particular del barco Caballo Titán. Explicó que ese navío tiene bandera ucraniana, por lo que ya contactaron a la embajada de Ucrania en México para reportar la situación en que se encuentra su tripulación, todos mexicanos. “Ese caso es muy interesante porque tiene que ver con aspectos internacionales”, señaló, y añadió que “en términos del artículo 94 de la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, la embajada de Ucrania tiene que atender la situación de los trabajadores para que no sigan en esa situación”. “Tiene que proporcionarles inmediatamente seguridad y alimentos y atender el tema de sus salarios también”.