Juanes en el Auditorio, magia pop sabor colombiano

sábado, 28 de octubre de 2017 · 15:56
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El cantante colombiano Juanes se presentó anoche en el Auditorio Nacional para enseñar su reciente discografía Mis planes son amarte y dar un recorrido conciso con la magia de sus éxitos. Cerca de las 21:00 horas se encendió la enorme pantalla central del foro de avenida Reforma, para presentar un vídeo digital donde se veía al originario de Medellín caracterizado de astronauta y tripulando una nave espacial, hasta descender virtualmente en la capital mexicana. Con A Dios le pido arrancó su show el cantautor de 45 años (cuyo nombre original es Juan Esteban Aristizábal Vásquez), en tanto salió vestido de absoluto negro con un traje de estilo futurista y botas del mismo tono. El público se entregó desde el principio a los sonidos latinos con dosis de pop, bailando y cantando cada uno de los temas del carismático vocalista. Hombres y mujeres se rindieron hechizados por igual luego de sentirse Fuego y Hermosa ingrata, desatando las emociones especialmente con Fotografía, ya que tuvo como invitada a la guapa rockera chilena Mon Laferte (Viña del Mar, mayo 2 de 1983), tan querida por México, a quien Juanes le declaró su amor al igual que los presentes. Con la mecha encendida prosiguió Es por ti y Es tarde, mientras extendió una sesión con guitarra acústica, donde se escuchó Perro viejo y Para tu amor. Una mezcla de romanticismo y alegría compartían sus adeptos luego de que se oyó La paga, La noche y Mala gente, además de realizar un homenaje a la banda argentina Soda Stereo y su fallecido líder Gustavo Cerati (1959-2014) a través de su magna versión de Cuando pase el temblor. Prosiguió con sus memorables Me enamora y Camisa negra, momentos en el que el furor colectivo cubría el recinto y desaparecía inusitadamente el intérprete detrás del escenario. Retumbaron luego Volverte a ver y Querida, en honor a Juan Gabriel (1950-2016), y dando cerrojazo con La Luz. Juanes se despidió agradeciendo y capturando en su teléfono celular los ánimos que se desbordaban de su gente que gritaba embrujada y levantaba las manos, cuando pasaban las 22:30 horas. (La presente crónica le fue solicitada a César Muñoz Valdez pana nuestros lectores de proceso.com.mx)

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