CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la Tercera Cumbre de Rectores México-Japón 2017 el rector de la UNAM Enrique Graue Wielchers hizo un llamado a instituciones de educación superior nacionales y niponas a trabajar de manera conjunta en proyectos de innovación. Convocatoria que lanzó tras indicar que el país se colocó en el sitio 67 en el rubro de capacidad para innovar de 2016 a 2017, a pesar de que en el mismo periodo ocupó el lugar 51 de 138 países en el Índice de Competitividad Global 2016-2017 y obtuvo la posición 44 en cuanto a la calidad de instituciones científicas de investigación, refirió ante al menos 70 de sus homólogos mexicanos y japoneses. En la conferencia magistral que se llevó a cabo hoy en la universidad de Hiroshima, Graue Wielchers informó que en innovación medida por patentes concedidas desde 2005 en América Latina, el país fue superado por Brasil, que logró 251. México sumó 150. Por ello, advirtió el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México: “sin innovación no hay desarrollo y sin educación no hay futuro. Vamos a tener que compartir experiencias de todos los sentidos. Porque nos queda claro que sólo juntos y colaborando es como podemos enfrentar los retos que depara el futuro de la educación y la tecnología”. En la cumbre en la que también participaron los titulares de las universidades autónomas de Campeche, Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, San Luis Potosí, Chapingo, Monterrey, Guanajuato, Veracruz, El Colegio de México y la Autónoma Metropolitana (UAM), Graue Wielchers también se pronunció por continuar fortaleciendo el modelo de triple hélice entre las universidades, el gobierno y la industria para impulsar la innovación. Petición a la cual se unió el rector general de la UAM Eduardo Peñalosa Castro, quien señaló que esta vinculación entre universidades y empresas debe encaminarse no sólo a organizar el trabajo científico, sino también a encontrar las para vías obtener los recursos económicos necesarios. La Tercera Cumbre de Rectores México-Japón tiene lugar en la ciudad de Hiroshima en Japón, cuya meta es identificar formas de colaboración entre la academia, el sector productivo y el gobierno en pro de la innovación.