Las 800 imágenes de una mexicana en "Cartas de Van Gogh"

viernes, 1 de diciembre de 2017 · 13:10
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Cada uno de los 65 mil cuadros de la película Cartas de Van Gogh (Loving Vincent), dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman, fueron pintados a mano al óleo por 125 animadores, entre los cuales la mexicana Mayra Hernández Ríos (la única latinoamericana en ese equipo) creó 800 imágenes. Nacida el 10 de noviembre de 1989 en la Ciudad de México, estudió animación en el Colegio de Arte de Edimburgo, Escocia. “La técnica que se utilizó en el filme se llama rotoscopia. Primero filmaron a los actores reales en escena en pantalla verde. Ese video nos lo dieron y se proyectaba sobre el cartón y ya nosotros pintábamos encima, al estilo Van Gogh”, relata en entrevista. Cartas de Van Gogh se estrenó el 24 de noviembre pasado en Cinemex y la Cineteca Nacional, aunque ya se proyectó en la 63 Muestra Internacional de Cine. La joven cuenta que estaba ilustrando el video musical Beautiful Girl de la agrupación mexicana Triciclo Circus Band, “con una técnica muy parecida a la cinta, producida por Break Thru Films [Polonia] y Trademark Films [Reino Unido]”. Y como siempre se ha interesado en el pintor neerlandés, un amigo pensó en ella cuando vio la convocatoria para laborar en la película: “Mandé mi curricular, y fui muy afortunada. Pedían un portafolio de imágenes, y envié algunas del videoclip. Ahí trabajé el óleo sobre vidrio y ellos ocuparon óleo sobre lienzo”. El filme –interpretado por los actores Robert Gulaczyk (Vincent van Gogh), Douglas Booth (Armand Roulin), Eleanor Tomlinson (Adeline Ravoux), Jerome Flynn (doctor Gachet) y Saoirse Ronan (Marguerite Gachet)– muestra la última etapa de la vida del exponente del postimpresionismo, mediante la exploración de su suicidio. Hernández Ríos laboró en Polonia en uno de los dos estudios productores, y además en otro en Atenas, Grecia. Estuvo siete meses, de mayo a noviembre del 2016. Relata su experiencia ahí: “Principalmente realicé muchos de los campos dorados. Y varias tomas de una escena en donde está el personaje principal hablando con Marguerite Gachet, la hija del doctor Gachet, más otras tomas chicas por ahí.” Laboraba de las seis de la mañana a las siete de la tarde. Platica que quien tuvo la idea de crear una cinta sobre Van Gogh fue la directora polaca Dorota Kobiela: “Ella primero deseaba crear un cortometraje sobre Van Gogh; pero después conoció al director inglés Hugh Welchman, y le sugirió mejor efectuar un largometraje porque había mucha información de Van Gogh y es muy apreciado por las personas. En el proceso ellos se enamoraron y casaron. Es una animación independiente, por lo cual decidieron que la animación fuera en Polonia para que no costara tanto. Tardaron siete años. Les costó 5 millones y medio de dólares.” Para Hernández Ríos, la historia es ingeniosa: “Se utilizan los cuadros de los últimos días de Van Gogh y son los que van a decidir la trama. El largometraje de 94 minutos es muy especial para mí por la experiencia vivida; pero también saber sobre Van Gogh inspira a las personas, las acerca a este pintor, al arte y a sus sueños.” Acaba de terminar con otros artistas un mural provisional donde fue recreado el cuadro La noche estrellada, en la Cineteca Nacional. Ahora la han invitado a Guadalajara, a un largometraje de stop motion titulado Inzomia, dirigido por Karla Castañeda y Luis Téllez.    Este texto se publicó el 26 de noviembre de 2017 en la edición 2143 de la revista Proceso.

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