En Tamaulipas guerra contra el narco invisibiliza homicidios de mujeres (VIII)

lunes, 4 de diciembre de 2017 · 19:06
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La violencia extrema desatada por “la guerra contra el narcotráfico” en Tamaulipas invisibiliza el otro grave problema que padece esta entidad: los homicidios de mujeres y la desprotección riesgosa en la que el Estado mexicano las ha dejado en los últimos años, coinciden defensoras de derechos humanos. Aseguran que la guerra que se libra contra las bandas delincuenciales en esta entidad opaca la gravedad y la atención directa que las autoridades están obligadas a dar para prevenir, investigar y castigar estos asesinatos. Cifras del Sistema Nacional de Información de Salud (Sinais) revelan que del 2012 al 2015 fueron asesinadas 472 mujeres en Tamaulipas. El año más crítico fue el 2012 con el registro de 178 homicidios de mujeres en los diferentes municipios del estado. La tasa de homicidios de mujeres en México en el 2012 fue de 4.6 muertes por cada 100 mil habitantes, pero Tamaulipas, al registrar un 9.9, superó por mucho a la media del país junto con Chihuahua (14.8) y Guerrero (13.2). Datos del Sinais arrojan que en el 2013 disminuyó a 92 el número de asesinatos de mujeres en la entidad; en el 2014 se registraron 128 y en el 2015 se cometieron 74. Con estas cifras, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) ubica a Tamaulipas como la novena entidad con mayor número de homicidios de mujeres, por lo que llamó a la Procuraduría de Justicia del Estado a investigarlos y castigarlos como feminicidio. La Coordinadora General del Centro de Investigación, Capacitación y Atención para el Desarrollo Social A.C. (Cicades), Cynthia Karina Bitar Tessan, lamentó que muchas veces la autoridad, en automático y sin investigar, da por hecho que las mujeres asesinadas estaban relacionadas con la delincuencia organizada, lo que no siempre es así. “Hay datos que revelan que, de los homicidios de mujeres registrados en la región sur de Tamaulipas del 2016 a la fecha, 90% fueron cometidos por sus esposos, novios o exparejas”, sostuvo. La también coordinadora del Observatorio de Violencia de Género en la Zona Metropolitana refirió que de los crímenes de mujeres que tienen documentados en los municipios de Tampico, Madero y Altamira en los últimos dos años, al menos 18 deben ser considerados, investigados y castigados como feminicidio. De acuerdo con las cifras del Sinais, 40% de los crímenes de mujeres que se cometieron entre el 2012 y 2015 en Tamaulipas fueron perpetrados en el hogar y un 50% en la vía pública. También se detectó que 3% de las víctimas sufrió violencia familiar previa. Sin condiciones En ese contexto, la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada Mendoza, lamentó que en Tamaulipas no existan condiciones de seguridad para que las organizaciones defensoras de Derechos Humanos y medios de comunicación documenten los casos de feminicidio. “La situación de riesgo para documentarlos y la mala legislación del feminicidio en el Código Penal del estado deja a las mujeres de Tamaulipas en total indefensión porque no se acredita ni se sanciona el delito”, consideró la directiva. El delito de feminicidio quedó tipificado en el Código Penal de Tamaulipas desde el 2011, pero de manera muy ambigua en términos que, para los operadores de justicia, hacían prácticamente imposible acreditar este delito. Fue hasta mayo del 2016 cuando el Congreso local reformó la redacción de las características del feminicidio en el Código Penal, para que este delito no se pierda en el concepto general de homicidio. La legislatura también homologó el Código Penal de la entidad con el federal y estableció una pena de 40 a 50 años de prisión a quien cometa el delito de feminicidio en Tamaulipas. Para asegurar justicia en los crímenes por razón de género, el congreso local también estableció sanciones para todo aquel servidor público que retarde o entorpezca maliciosamente o por negligencia la procuración o administración de justicia; incluyen prisión de tres a ocho años y de 500 a mil 500 días de multa, así como su destitución e inhabilitación de tres a 10 años para ejercer en el ámbito público. A pesar de ello, los homicidios de mujeres no se investigan ni castigan con perspectiva de género. Temor al “efecto estadístico” En una reciente visita a Tamaulipas, el coordinador jurídico del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), Pablo Navarrete, recomendó al procurador de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, que deje de temer al “efecto estadístico”, que investiguen y castiguen los asesinatos de mujeres como feminicidio. Al asistir a la primera sesión del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Tamaulipas (SIPASE), lamentó que la mayoría de los 180 homicidios de mujeres que se registran mensualmente en el país no son investigados ni sentenciados como feminicidio por las procuradurías estatales porque temen reflejar un incremento de este delito en sus estadísticas. El funcionario del Inmujeres recordó el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por el caso Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en el Estado de México, que obliga a las procuradurías de Justicia de los estados a que todas las muertes violentas de mujeres se investiguen y procesen como feminicidio y que sea la investigación la que confirme o deseche si lo es o no. También insistió que, para clasificar el feminicidio, el problema ya no es jurídico, sino de interpretación y aplicación de las leyes que hagan las agencias del Ministerio Público y juzgadores. Una exfuncionaria de la Procuraduría de Justicia del estado consultada por Cimacnoticias consideró que la mayoría de los crímenes de mujeres, son clasificados como homicidios por ignorancia, desconocimiento y falta de capacitación de policías y agentes del ministerio, debido a que no cuentan con un protocolo para investigar el feminicidio con una perspectiva de género. Las víctimas Cifras del Sistema Nacional de Información de Salud revelan que, de las mujeres asesinadas en Tamaulipas, 35% tenían entre 26 y 40 años; 25% tenían 18 a 25 años, y 23% entre 41y 64 años. Las adolescentes, adultas mayores y niñas también fueron víctimas de homicidio: 9% tenía entre 12 y 17 años; 6% contaba con 65 años o más y 2% de cero a 11 años. De las mujeres que fueron asesinadas en el hogar, 27.3% eran solteras, en el mismo porcentaje eran casadas; 24.7% vivían en unión libre; 10.4% eran viudas y 5.2% eran divorciadas. De los homicidios femeninos registrados en la vía pública, 44.4% eran solteras; 23.1% eran casadas; 20.4% vivían en unión libre y 5.6% eran divorciadas. De las mujeres que fueron asesinadas en su hogar, 5.3% tenía una carrera profesional; 4.2% tenía bachillerato terminado; 8.5% había terminado estudios de secundaria; 9.5% concluyó la primaria. Sólo 1.1% no tenía escolaridad; 19% no tenía un trabajo formal; 11.1% laboraba en servicios personales y vigilancia; 3.2% eran comerciantes; 0.5% eran funcionarias, directoras o jefas y 1.6% eran profesionistas o técnicas.   * Reportaje colaborativo coordinado y elaborado por periodistas de la Red Nacional de Periodistas de Chiapas, Jalisco, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Tlaxcala con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

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