Junto con el INE, que ciudadanos sean vigilantes y denuncien delitos electorales: Peschard

martes, 5 de diciembre de 2017 · 15:58
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La elección de 2018 “puede ser la más encarnizada” en la historia del país, advirtió este martes la presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), Jacqueline Peschard, previo a la firma de una carta de intención entre esa institución y el Instituto Nacional Electoral (INE), en la que se comprometieron a unir esfuerzos en labores de fiscalización y transparencia de recursos durante el naciente proceso electoral. En el marco del Seminario Internacional Política y Dinero: Democracia vs Corrupción, organizado por el INE, Peschard alertó: “En su afán por ganar votos, los actores políticos pueden recurrir a prácticas que no se encuadran en el marco civilizado de la democracia y tampoco en el marco legal. Los actores tienen la tentación de recurrir al llamado de la guerra sucia, al descrédito de los rivales a través de la denigración y el vituperio, al uso indiscriminado de recursos de cualquier procedencia con tal de asegurar los votos en una contienda fuertemente competida. “Están dispuestos a presiones económicas y laborales con tal de orientar el sufragio de los trabajadores en su favor y están también en la tentación de utilizar propaganda indebida el día de la votación en redes sociales”. La especialista no tiene duda: el dinero se ha “impuesto” sobre la política, poniendo en riesgo un proceso electoral de una complejidad inédita que contempla la renovación de más de tres mil cargos de elección. Subrayó el peligro que representa la corrupción en la contienda político-electoral: “Se trata de un mal que no solo daña al sistema, sino que se ha incubado en sus entrañas y se confunde con él”. Ante ese escenario, Peschard resaltó la necesidad de acompañar al INE para garantizar que no se utilice dinero público para coaccionar el voto. “No debemos cerrar los ojos ante la magnitud del problema: mientras más local se vuelve el ámbito de fiscalización, más se dificulta su transparencia. Hay recursos a nivel estatal y municipal cuya procedencia es muy difícil de detectar. En ese sentido tenemos que redoblar esfuerzos”, lanzó. El INE, recalcó, no puede ni debe estar solo en una tarea de fiscalización que debe involucrar a todas las instancias de gobierno, a la academia, medios de comunicación y a la sociedad civil para blindar las campañas políticas tanto de intereses “políticos y caciquiles” como de recursos del crimen organizado destinados a la comprar y manipulación de votos. Peschard convocó: “Necesitamos millones de ojos y oídos atentos al proceso electoral, que los ciudadanos se conviertan en los vigilantes orgullosos de la elección y que denuncien si se percatan de delitos. “Todos los mexicanos, independientemente de nuestras inclinaciones políticas, de nuestras enemistades o desencantos políticos, tenemos la obligación de arropar esta elección. La tarea es muy ardua, pero tenemos que hacerlo para salvaguardar nuestra democracia. Tenemos que reforzar nuestra confianza en las instituciones, pero también en nosotros mismos”, concluyó. Por su parte, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, calificó de “fundamental” el acuerdo suscrito con Comité de Participación Ciudadana del SNA en días en que el dinero representa una amenaza la competencia democrática, “agravada” en un contexto de desigualdad y pobreza. “Así lo revelan paulatinamente, periódicamente, constantemente distintos mecanismos de medición de la opinión pública. El último, preocupante, sin lugar a dudas, es justamente el Latinobarómetro, que hace apenas unas semanas nos ha revelado cómo el apoyo por la democracia ha caído dramáticamente en el último año en todos los países del continente, en toda la región, y particularmente en México. En un año, de 2016 a 2017, el apoyo de la democracia pasó de 48 por ciento a 38 por ciento”, expuso el titular del INE. Y apuntó a la corrupción entre políticos y empresarios: “De ahí que las notas periodísticas sobre corrupción de gobernadores, de presidentes municipales, de presuntos sobornos a empresas estatales que trascienden las fronteras de una nación y corren ominosamente por casi todo el continente, están mandando un mensaje de impunidad e insensibilidad de políticos y servidores públicos que en nada ayudan a la convivencia democrática y que agravan la percepción respecto de esa relación tensa, a la que hacíamos referencia: la relación entre dinero y política”.

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