CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El gobierno guerrerense de Héctor Astudillo recibió una recomendación de la CNDH por la muerte de 28 internos y lesiones de otros 22 tras una riña en el penal de Acapulco, el 6 de julio pasado. Por ello, la CNDH solicitó al gobernador tomar medidas conducentes para que, en un plazo razonable, se diseñe un programa integral para consolidar un sistema penitenciario respetuoso de los derechos humanos. La recomendación también va enfocada a instruir que, entérminos de la Ley de Víctimas del Estado de Guerrero, se brinde, en su caso, atención psicológica a los familiares de los internos fallecidos y a los lesionados. A las autoridades penitenciarias, el organismo recomendó tomar en cuenta las observaciones en los Diagnósticos Nacionales de Supervisión Penitenciaria y en la Recomendación del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura. También formular una política pública integral y asignar los recursos presupuestales, materiales y humanos para garantizar a los internos una estancia digna y segura, evitando sobrepoblación y hacinamiento. En un comunicado, la Comisión señaló que los hechos en el Centro Regional de Reinserción Social (Cerereso) evidenciaron las anomalías e irregulares condiciones que imperan en el complejo, como lo es sobrepoblación, hacinamiento, autogobierno e inadecuada clasificación. Además, insuficiencia de personal, lo que impide privilegiar y resguardar el orden y tranquilidad e imposibilita el pleno respeto de los derechos humanos, sostuvo el organismo. De igual manera observó falta de control de las autoridades, existencia de privilegios y cobros por servicios.   Para la CNDH, tal situación “pone de manifiesto el incumplimiento a la obligación del Estado de asegurar y garantizar los derechos humanos de todas las personas, en específico de quienes están privadas de la libertad”.