Activistas exigen al gobierno de Peña un 'cambio radical de la política migratoria”

lunes, 18 de diciembre de 2017 · 18:50
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Organizaciones defensoras de los migrantes exigieron al gobierno mexicano un “cambio radical de la política migratoria”, luego de observar que en 2017 se incrementó la violencia contra esa población y las personas que la protegen. El colectivo de organizaciones integrantes de la Red Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) denunció que persiste “la detención y expulsión expedita de miles de personas, devueltas por la fuerza a la violencia y al peligro de muerte del que intentaron huir”, y expresó su preocupación por “el incremento en la participación de efectivos militares en esta estrategia”. En 2017 los activistas que operan a lo largo de las rutas migratorias detectaron cómo los agentes de empresas de seguridad privada y estatales, contratadas por Ferromex –una de las compañías concesionarias del ferrocarril–, agredieron a los migrantes y a defensores de derechos humanos. De igual manera, señalaron que este año las autoridades presentaron denuncias contra personas defensoras de migrantes para “criminalizar su acción”, como ocurrió en junio pasado, cuando el Instituto Nacional de Migración (INM) denunció al religioso Bernardo Molina Esquilano –integrante del albergue La 72, ubicado en el municipio tabasqueño de Tenosique– por “tráfico de personas”. Si bien las estadísticas oficiales mexicanas y estadunidenses muestran una reducción en el número de detenciones de migrantes centroamericanos en 2017 –el primer año de la administración de Donald Trump–, en comparación con el año pasado, el colectivo recordó que las crisis económica, humanitaria y política en Centroamérica han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus casas cada año para ir a Estados Unidos. Hoy, al celebrarse el Día Internacional de las Personas Migrantes, la Red TDT planteó que a lo largo del año continuó la persecución de los migrantes durante su tránsito por México, lo que “se acompañó de un incremento de la violencia contra esta población y contra quienes los defienden”. En México, el INM detuvo a 68 mil migrantes centroamericanos entre enero y octubre de este año, lo que representó una reducción de las dos terceras partes en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando arrestó a 128 mil 481 personas. Tanto en 2016 como en 2017, las autoridades mexicanas deportaron a más de 93% de los migrantes centroamericanos a sus países de origen. “En este contexto, el Estado mexicano, lejos de contar con mecanismos de acceso efectivo a medidas de protección, mantiene una política basada en la captura y la represión”, deploró la red TDT. También durante el año fiscal 2017, agregó, la Patrulla Fronteriza estadunidense detuvo a 303 mil migrantes indocumentados en la frontera de Estados Unidos y México, una cuarta parte menos que el año pasado, cuando se registraron 408 mil detenciones. Según los reportes oficiales, los agentes fronterizos estadunidenses detuvieron a 127 mil 938 indocumentados mexicanos, lo que representó un mínimo histórico, muy por debajo de las 400 mil detenciones registradas en 2010 o del millón de mexicanos arrestados en 2005, por ejemplo. A la par, los uniformados estadunidenses aprehendieron a 175 mil 978 migrantes no mexicanos –centroamericanos, en su gran mayoría– en la frontera sur, el tercer mayor número de detenciones registrado en los últimos 17 años. Estas cifras muestran que si bien la llegada de Trump a la Casa Blanca coincidió con una reducción drástica del número de mexicanos detenidos en su intento por cruzar la frontera, no frenó tanto el fenómeno migratorio proveniente de Centroamérica, detonado por la grave crisis económica y de violencia que sacude la región. Este año también se confirmó el aumento en el número de solicitudes de refugio a México, que se observa desde hace cuatro años: tan solo en los primeros nueve meses de 2017, la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió 10 mil 262 solicitudes de asilo, cifra cinco veces más alta que la registrada durante todo 2014. Según las estadísticas de la Comar, en 2017 más de la mitad de los solicitantes de asilo provinieron del Triángulo Norte de Centroamérica: 2 mil 901 eran hondureños, 2 mil 475 venían del Salvador y 444 de Guatemala. En el mismo tiempo se disparó el número de solicitudes de asilo tramitadas por ciudadanos venezolanos (2 mil 676 en 2017, contra 361 el año pasado), cubanos (775, contra apenas 43 en 2016) y haitianos. Tras recordar que en este año México participó en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y en el foro sobre un futuro Pacto Mundial para la Migración, la Red TDT lamentó que pese a influir en los derechos de los trabajadores migrantes, “la falta de participación de la sociedad civil (…) ha caracterizado estos espacios de diálogo”.

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