Relato inédito: 'Comunicado onírico”

sábado, 23 de diciembre de 2017 · 09:43
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El siguiente relato, a principios de año, formará parte del libro inaugural de este autor (“estoy por salir del clóset con el chingo de textos que he escrito”). Editor desde hace más de 40 años --se inició con Guillermo Mendizábal en Editorial Posada--, actualmente está al frente de Grijalbo en Random House Editores. El texto fue entregado para su publicación en estas páginas inmateriales, con el siguiente título: Sueño (interrumpido) al interior de un cuento de “Titanes Planetarios” No recuerdo bien de dónde vengo... probablemente de otro sueño nebuloso donde andaba metido en un estacionamiento subterráneo buscando lugar, o tratando de quedarme por ahí de manera momentánea mientras debía esperar a alguien... todavía entre nubes me veo después de acomodar el auto, agradeciéndole a un cuidador que me haya permitido dejarlo ahí, donde no estorba... Camino hacia mi destino (creo tener uno) y, de pronto, la veo: es una chica rubia, muy joven, vestida con una pequeña falda que ondea bastante porque ella, con mucha agilidad, camina apresurada. Pero al fijarme con más atención caigo en la cuenta de que más que caminar se desliza prácticamente sin tocar el suelo y hasta podría decirse que va levitando. Y en ese momento también reparo en que la vestimenta que llamó mi atención se asemeja a la de un personaje de cómic, con uniforme azul y rojo brillante adherido al menudo cuerpo y su característica faldita de pliegues ondulantes: así es muy parecida a la Superchica de las aventuras juveniles del Hombre de Acero; pero como no lleva capa estoy convencido que no se trata de ella. Mientras la estoy observando y, de hecho, siguiéndola, se produce la transformación: su cabeza aparece dentro de una escafandra (como la de los buzos antiguos) de metal grisáceo y con tubos por los lados. La enfoco mejor y resulta que no sólo su cabeza está dentro de la escafandra, sino también su cuerpo, que se ha vuelto pequeño: veo con claridad sus piececitos agitándose como si fueran la fuerza motriz del extraño dispositivo. En su levitación, finalmente llega a un pasillo tipo hotel y atraviesa una puerta sin necesidad de abrir, y yo que voy detrás de ella también traspaso la materia. Adentro, un hombre equis duerme sobre una cama enorme y, a su alrededor, suspendidas del techo, hay muchas más escafandras como la que vengo persiguiendo; y me percato que ésta, la de la doble de Superchica sin capa, sólo es una más que viene a cumplir su misión: vigilar al hombre yacente, quien, también lo sé, despierto o dormido no es consciente de que está siendo observado por las escafandras, pues para él son invisibles; pero yo sí las veo, aunque ellas no a mí. Es entonces cuando me pregunto qué significa todo esto y qué estoy haciendo yo aquí. La respuesta me llega pronto: estoy soñando sí, pero mi sueño me ha llevado al interior mismo de un cuento de ciencia ficción, uno de aquellos que leía en Titanes Planetarios, la revista de historietas. En ese momento me despierto. * A la mañana siguiente, pulsando Titanes Planetarios en Google, me encuentro con la primera imagen de una portada de la famosa revista editada por Editorial Novaro durante los años sesenta. Se asemeja de alguna manera a mi sueño. Y de verdad, la leyenda que anuncia el cuento principal también resulta evocadora de mi experiencia onírica: “En este número: La asombrosa historia de un grupo de osados mortales que se prestan para 'El Gran Sueño'. Lea usted: 'El misterio de los durmientes'.” ¿Y la imagen? Tan atractiva como todas las de este cómic, y en ella al menos detecto un aparato esférico parecido a las escafandras que vi en mi sueño. Y también hay gente dormida... además de que resulta evidente que el tema es un experimento (aunque lo dirige un hermoso extraterrestre que, por supuesto, no apareció en lo soñado por mí). Pero ahí queda y ojalá tuviera oportunidad de leer El misterio de los durmientes, no para averiguar si tiene más coincidencias con lo que soñé, sino simplemente por el placer de leer hoy día un episodio de Titanes Planetarios. Por cierto, esta portada, que inicia el muestrario de Titanes Planetarios en Google, corresponde al Núm. 1 del Año 1 de la famosa revista de historietas. Fue publicado el 1 de noviembre de 1953 (en inglés había sido publicado el 1 de abril, también de 1953, en el número 31 de Strange Adventures). Con esta cabeza, Titanes Planetarios, la revista fue editada a partir de esa fecha en México por Editorial Novaro. Las historietas originales eran propiedad de DC Comics y se publicaban en revistas como Strange Adventures, Mysteries in Space, Adventures on Other Worlds, Tales of the Unexpected, House of Mystery y otras más.

Comentarios