CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que este año el fenómeno climático de la Niña podría afectar a varios países, por lo que deben prepararse sistemas de respuesta. En un comunicado destacó que entre 2015 y 2016, un centenar de países fueron dañados por el fenómeno del Niño, que causó severas sequías, especialmente en África del Este. Y alrededor de 23 naciones lanzaron llamados para pedir asistencia internacional. “Cerca de 60 millones de personas fueron afectadas”, informó Greg Puley en una entrevista con Noticias ONU. Precisó que el impacto del fenómeno del Niño fue particularmente dramático en Somalia, Etiopía y el norte de Kenia. Y en anticipación para este nuevo año, OCHA trabaja con los gobiernos y con varios socios humanitarios. De acuerdo con el organismo, la Niña, que a diferencia del Niño se manifiesta con el descenso de las temperaturas del agua del mar, también puede provocar condiciones climáticas extremas. “Tras años sufriendo condiciones de sequía, varios países han construido sistemas de alerta que les permiten anticipar fenómenos que agraven la situación de las poblaciones pastorales. Se trata de evitar que las familias tengan que vender sus pertenencias, especialmente su ganado”, indicó Puley. Añadió: “No queremos que una nueva sequía resulte en necesidades humanitarias, con la distribución de comida y de agua. Si actuamos temprano, podemos mitigar el impacto y prevenir que se agrave una situación ya bastante difícil. Lo más temprano implementemos un sistema de respuesta. La más eficiente será esta respuesta”, subrayó. Según la OCHA, existen varias medidas que buscan fortalecer la resiliencia de los países. Por ejemplo, se puede reforzar las orillas de los ríos para prevenir inundaciones. “Quizás se necesite invertir hasta 10 millones de dólares para reforzar las orillas de un río. Pero, en comparación, se puede llegar a pagar entre 40 o 60 millones de dólares para ayudar a las poblaciones desplazadas por las inundaciones”, explicó Puley. El funcionario de OCHA también indicó que se trabaja en mecanismos de seguro y en lo que llaman “inversiones sin arrepentimiento”, que tienen un impacto positivo en los países.