Lutero, más allá de la religión, un revolucionario cultural

sábado, 20 de enero de 2018 · 09:42
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Si la figura de Jesús fue capaz de dar pie a la fundación del cristianismo, una de las religiones con más adeptos en el mundo, a Martín Lutero se le conoce por haber creado hace 500 años una reforma que provocó un cisma en la Iglesia católica, al cuestionar sus principios y haber propuesto un conjunto de tesis distintas. A decir del sociólogo experto en religiones Bernardo Barranco, conductor del programa Sacro y profano, que transmite el Canal Once los lunes por la noche, la Reforma Protestante no sólo fue un movimiento religioso sino también político y cultural como lo fue el Renacimiento, pues rompió con la jerarquía eclesiástica y el sistema medieval. “Es el inicio del Estado moderno que rompe con la tesitura que representaban los grandes feudos de la Edad Media, ya que tuvo repercusiones hasta civilizatorias en Europa”, dijo el experto en una entrevista con W Radio al conmemorarse el quinto centenario del inicio de dicha reforma. El pasado 31 de octubre se cumplieron cinco siglos desde que en 1517 el monje agustino nacido en Eisleben, Alemania, el 10 de noviembre de 1483, dio a conocer las 95 tesis que cimbraron a la doctrina católica y dieron origen a una nueva religión: el protestantismo o luteranismo, que tuvo ese impacto político, cultural y hasta económico. En ese sentido, la agencia EFE destacó --al hacer un balance de las conmemoraciones-- que uno de los aportes realizados por Lutero en su momento fue haber traducido en el castillo de Wartburg, cerca de Eisenach, el Nuevo Testamento al alemán. Y más tarde, toda la Biblia: “Tenía un objetivo principalmente teológico, pero tuvo efectos colaterales que fueron más allá de lo meramente religioso”. Menciona la unidad de la lengua alemana, entre ellos: “Fijó la norma del alemán moderno y fue clave para la unificación del idioma. Eso hace ya de por sí de Lutero un personaje clave de la historia de Alemania, al margen de su influencia religiosa, y lo ha convertido en una figura de identificación nacional de la que en ocasiones se ha abusado”. Fue clave también en el impulso a la educación por su propósito de lograr que todo creyente leyera directamente la Biblia, aunque --destaca la agencia de noticias--, el hecho tuvo efectos que el propio Lutero no esperaba ni deseaba “como el surgimiento de la Ilustración alemana que, además, se vio impulsada por el debate teológico, mucho más libre dentro del protestantismo que del catolicismo”. Y añade en cuanto a los factores económicos: “Durante mucho tiempo, debido a la influencia del libro clásico de Max Weber La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1907), se ha tenido la idea de que una actitud especial ante el trabajo derivada de la reforma fue clave en el desarrollo de la economía en las zonas protestantes. “No obstante, investigaciones más recientes, como las realizadas por el historiador económico David Cantoni, de la Universidad de Münich, sugieren que no fue una ética determinada, sino el fomento de la educación lo que trajo como efecto secundario el florecimiento de la economía en parte de las zonas protestantes”. Año de festejos El quinto centenario no tuvo el mismo eco en todos los países. Se dice que Alemania y Estados Unidos son los países con mayor número de protestantes. El segundo tiene prácticamente el mismo porcentaje de éstos y de católicos (30% para cada grupo), con apenas unos puntos de diferencia. En cambio, según algunos datos publicados por Animal Político con motivo de la visita del Papa Francisco a México hace un par de años, más de 82% de los mexicanos sigue siendo católico, aunque las cifras van a la baja, y 8.3% se dice protestante. Las celebraciones por los 500 años de la Reforma fueron de mayor dimensión en Alemania. Un programa integrado por alrededor de dos mil actividades, entre ellas conferencias, debates públicos, exposiciones artísticas, teatro, conciertos, una instalación de libros en referencia a la Biblia, la exposición Luther 1517 y la titulada Puertas de libertad, a lo largo de un año, que concluyeron el pasado mes de octubre. En la iglesia parroquial de Wittenberg, en cuya puerta Lutero clavó “a martillazos” sus tesis --basadas fundamentalmente en la idea de que las indulgencias para acceder al paraíso y no permanecer demasiado tiempo en el purgatorio, no deberían ser objeto de venta, como hacía la Iglesia católica-- se llevó a cabo una ceremonia religiosa ecuménica de clausura, a la cual asistieron personajes como la canciller alemana Angela Merkel, quien declaró en su discurso, según EFE: “Si los hechos históricos ocurrieron exactamente así, es algo que no sabemos, lo que sí sabemos es que con sus tesis Lutero echó a rodar algo que cambiaría el mundo”. Llamada Iglesia de Todos los Santos o Iglesia del Castillo, la parroquia de Wittenberg fue el escenario de la revolución religiosa iniciada por Lutero. Además de haber colocado ahí sus preceptos, envió copia de los mismos al obispo de Brandemburgo. En varias ocasiones, el religioso fue llamado a retractarse, pero se negó, incluso ante el rey Carlos V, emperador del sacro imperio romano. Era, sin embargo, protegido por Federico el Sabio, príncipe de Sajonia. En el Diccionario de religiones comparadas, dirigido por S. G. F. Brandon, profesor de la Universidad de Manchester, y publicado por Ediciones Cristiandad, en Madrid en 1975, se relata brevemente: “El príncipe de Sajonia lo tuvo oculto durante los meses siguientes en el histórico castillo de Wartburg, que se alza sobre Eisenach, donde Lutero vivió vestido como un caballero alemán, con barba, y bajo el nombre de ‘Junker Georg’, pero también comenzó allí su traducción de la Biblia al alemán. Este trabajo no estuvo concluido hasta diez años más tarde, y para su realización reclutó Lutero un equipo de eruditos, entre los que se contaba el brillante Philip Melanchthon. La Biblia alemana, sin embargo, lleva en todas sus páginas la huella genial de Lutero, y causó un profundo impacto en la vida de todo el pueblo alemán.” Su huella en México En el marco del centenario, los investigadores Josefa Martín Díaz y Ezer R. May May, del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, e Iván Franco Cáceres, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organizaron el coloquio Pensar la Reforma Protestante desde el sureste de México, por considerar que dicha región presenta el mayor dinamismo y cambio religioso, así como un aumento de distintos grupos evangélicos. Ahí, el investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Elio Masferrer Kan, dictó la conferencia “La construcción del ‘otro’ en la cultura mexicana. Reforma y Contrarreforma”, en la cual planteó que los académicos pueden contribuir a mejorar el diálogo entre los seguidores de diversas religiones. Señaló que, no obstante, ha habido históricamente intentos por lograr un acercamiento o reconciliación entre cristianos y luteranos, y que los avances realmente significativos han sido dados por el actual Papa. Cabe recordar que, en octubre de 2016, al iniciar los festejos por el Año Lutero, el Papa viajó a Suecia para participar en la ceremonia. “Es interesante que el papa Francisco planteara la reconciliación con los luteranos, hay conversaciones por la unidad de cristianos”, destacó Masferrer en su participación en Yucatán. Masferrer ha estudiado el protestantismo latinoamericano que, dice, ha derivado en el evangelismo, “una construcción latinoamericana que implica la ruptura con las Iglesias madres, en su mayoría de Estados Unidos, y en un segundo lugar de Europa, para construir expresiones nacionales”. http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/estsoc/pdf/estsoc_4/Secciondebate.pdf. En el Diario de Yucatán, May May escribió en el marco del coloquio que los grupos evangélicos locales, cuya tradición religiosa se remonta a la Reforma, tenían razones para sumarse a la celebración del quinto centenario de su inicio, pero “por motivos de ignorancia derivados del desinterés y de la apatía hacia la propia memoria histórica local”, no lo hicieron. Mencionó, sin embargo, que hubo algunos actos organizados por la Sociedad Bíblica de México AC y la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, con el sínodo de la Península: “Como puede notarse, un evento histórico y culturalmente lejano hace eco después de cinco siglos, evidenciando su importancia en la historia. Es evidente que ha dejado de ser una conmemoración únicamente europea para ser también latinoamericana. Por lo mismo, es necesario reconocer que se han gestado renovaciones teológicas desde visiones propias, para esto basta nombrar al teólogo brasileño Roberto Alves con su Teología de la Liberación Humana. “Liberación que también buscó Martin Lutero desde 1521, cuando notó que el clero católico sólo quería su retractación (…) Si bien las Reformas se iniciaron en Europa, se actualizan y se mantienen vivas en América Latina.” Luego de la persecución que el monje agustino padeció tras exponer sus postulados, volvió a su ciudad natal. El Diccionario antes citado resume: “Lutero prosiguió sus tareas docentes mientras tuvo fuerzas para ello; predicó hasta unas pocas horas antes de su muerte, que le sobrevino en Eisleben, su ciudad natal. Murió el 18 de febrero de 1546. Lutero tuvo limitaciones y faltas, pero supo ganarse a un grupo de fieles predicadores y reformadores que instauraron la gran comunicación espiritual del luteranismo, fundada en la obra y en la inspiración del gran reformador.” Sin duda sus acciones, que le valieron la excomunión --que el Papa Francisco no se ha comprometido a retirar--, siguen causando hoy encendidas controversias.

Comentarios