CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Fundación “No Más Negligencias Médicas” agradeció las acciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Poder Judicial de la Federación para indemnizar a una mujer cuya salud se deterioró por la deficiente atención en un parto, que además le provocó la pérdida de su matriz, “quitándole el derecho a volver a ser madre”. En un comunicado, Fernando Avilez Tostado, presidente nacional de la asociación civil, resaltó que con la resolución judicial se garantizó el acceso a la justicia para la víctima, además de que constituye una llamada de atención a quienes prestan servicios de salud. Destacó que cuando ocurren situaciones en las que por una mala práctica se pone en riesgo la salud de los pacientes, que deriva en la pérdida de un órgano e inclusive la vida, “se tiene que garantizar el respeto a la salud y con ello resarcir los posibles daños patrimoniales que puedan sufrir las víctimas o sus familiares”. En este caso, mencionó que la paciente perdió uno de sus órganos y con ello el derecho a volver a ser madre, en tanto que su pareja tuvo que ausentarse de su empleo por largos periodos, lo que ocasionó un quebranto en su patrimonio. Por lo tanto, ofreció al personal médico, administrativo y auxiliar de clínicas y hospitales –públicos y privados–, cursos en materia de Derecho Sanitario y Medicina Legal, entre otros, con el propósito de conocer las situaciones en las que podrían incurrir por malas prácticas o diagnósticos en agravio de sus pacientes. “Creo que en México se requiere robustecer esta materia para garantizar tanto los derechos de los médicos como de los pacientes”, dijo. Por su parte, la víctima lamentó que cuando estuvo internada para que naciera su hijo, el médico que la atendió –a pesar de que existía un diagnóstico que recomendaba que el alumbramiento fuera por cesárea– la mantuvo horas en trabajo de parto, lo que provocó un desgarre y una hemorragia que derivó en un estado de salud grave y en la pérdida de la matriz que la mantuvo postrada en cama durante cinco meses. “Sé que con esta determinación del juez y del Instituto Mexicano del Seguro Social no recuperaré jamás mi órgano, pero de alguna manera es una muestra de que en México los pacientes tenemos derechos y acceso a la justicia”, apuntó. Y resaltó que si bien el médico que la atendió no acató el diagnóstico, hubo otro galeno del Centro Médico “La Raza” que “me salvó la vida, con lo cual estoy muy agradecida”.