Benjamín Cann y su Sancho Panza mexiquense

sábado, 27 de enero de 2018 · 09:27
Una ficción cervantina de hace cuatro siglos se convierte hoy día en agridulce verdad nacional, conforme al retrato alegórico mostrado por Benjamín Cann en su tragicomedia Barataria: Estado de México, espectáculo de teatro y música que dirigirá en el Foro Shakespeare a partir del 24 de enero. Como desglosa el también cineasta y amante de la ópera, cualquier parecido de Sancho Panza con nuestro presente político no es mera coincidencia: “Es una postura un tanto negativa de mi parte; pero yo así soy, pesimista”. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La realidad mexicana es plasmada en el espectáculo tragicómico musical Barataria: Estado de México, dirigido por Benjamín Cann (reconocido hombre de teatro y también del cine, la televisión y la ópera), quien de la novela Don Quijote de la Mancha retoma La ínsula Barataria, lugar gobernado por cierto hombre que nunca ha leído un solo libro. La metáfora coincide con el acontecer nacional, toda vez que los temas abordados son la corrupción gubernamental, el poder, el tráfico de influencias, la violencia, la impunidad, la inseguridad, los feminicidios, el desempleo, la pobreza, las masacres, el comercio informal y la desaparición de personas, entre otros. “Es una mesa de análisis. Los actores, vestidos no a la usanza cervantina sino como ahora, leen un texto. También participan personas del público a contar situaciones”, detalla en entrevista Cann, realizador de la película Crónica de un desayuno (2000). Barataria: Estado de México –que se podrá ver en el Foro Shakespeare a partir del miércoles 24 de enero hasta el 9 de mayo de este año– se ubica en la isla Barataria, imaginada por Miguel de Cervantes como un sitio saqueado por sus gobernantes y empobrecido. Esa parte del libro de inicios del siglo XVII va mezclada con blues, comentarios de los conflictos y datos actuales de nuestro país, comedia y circo. Intervienen los actores Andrea Guerrero, Natalia Madera, Arantxa Marchant, Carmen Madrid, Dalilah Polanco, Jacobo Lieberman, Rodrigo Murray, Pablo Valentín y Jorge Zárate; alternan funciones Norma Angélica, Alejandro Calva, Omar Medina, Pedro de Tavira y Andrés Zuno. Gobiernos paralelos Barataria: Estado de México surgió luego de una charla con Jorge Volpi cuando era titular del Festival Internacional Cervantino (FIC), dedicado a los 400 años de la muerte de Cervantes. Entonces, Cann se puso a releer El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha y encontró los nueve capítulos de La ínsula Barataria: “Ese territorio no da al mar, pero es considerado una isla porque está rodeada de ladrones y nadie desea gobernar ahí porque ya se han robado todo y no hay más que robar. Así que nombran de broma como gobernador a un hombre que nunca ha leído un libro, que es Sancho Panza. Entonces vi que era como la historia de México.” Luego, durante alrededor de 10 meses estudió a diferentes editorialistas en diversos periódicos, con la idea de seguir el México de día a día: “Quería ver qué opinaban los intelectuales de lo que estaba pasando en nuestra nación. Esos artículos, los nueve capítulos de Don Quijote de la Mancha y uno más que no es propiamente de Barataria, pero en el que el Quijote le da consejos a Sancho Panza de cómo se debería gobernar un país, los junté, y con eso resultó Barataria: Estado de México.” Al instante, el director explica por qué añade al título lo de Estado de México: “Porque es de donde proviene el presidente del país que actualmente tenemos, quien con sus ocurrencias y sus decisiones en estos años ha seguido alimentando a Barataria...” –¿Cómo logra transportar lo que es México desde el texto de Cervantes? –Me da vergüenza decirlo, pero… Fue muy fácil, porque hablar de una isla corrupta en este momento en nuestro país es hasta un lugar común. Y fue muy fácil porque los periodistas han cuestionado las decisiones del presidente y revisando lo que pasa todos los días me dio mucha información, tanta que había que desechar cosas porque no todo cabe en la obra. La decisión de ponerla como una mesa de análisis fue porque no tuvimos dinero para montarla de otra manera. Tomé la resolución arbitraria de efectuar una lectura con los actores. Es un texto en el que van descubriendo que se trata de lo que nos pasa a nosotros, a pesar de que hable del Quijote y Sancho Panza, y que es un libro de hace 400 años. “Cervantes inventó una nota en la que amenazan a Sancho Panza con secuestrarlo y quitarle la vida si no cambia su manera de gobernar y eso lo incluimos; se vuelve pertinente porque en nuestro país sabemos de secuestros y extorsión todos los días. Sancho debe dejar el cargo porque le da miedo. Hoy sabemos que la extorsión en la República Mexicana ya no es castigada como un delito mayor, y una persona que extorsiona en este país puede salir libre sin tener que pisar la cárcel.” Opina que Cervantes pensó en Barataria “como una broma, suponiendo que si existiera un lugar así, sería imposible habitarlo, ¡pero nosotros hoy lo habitamos!”. Que le corten la cabeza Cann revela que en Barataria: Estado de México se dicen nombres verdaderos “y se recuerdan masacres reales “que ha habido desde que empezó la guerra contra el narco con Felipe Calderón hasta la fecha”, además de ofrecer datos muy precisos. “Es decir, no sólo proporcionamos nombres, también números”, agrega: “Ayotzinapa se queda ahí, en medio, como una de las tantísimas masacres. Hablamos de los desaparecidos y los feminicidios. Y como invitamos a algunos de los asistentes a participar a la mesa, surgen más tópicos. La mitad de la mesa es público y la otra mitad son actores.” Cann, nacido el 9 de agosto de 1953, relata que en el espectáculo se llega al extremo de cortarle la cabeza al mismísimo Don Quijote, pensando que en esta Barataria no puede vivir un romántico. “Es una postura un tanto negativa de mi parte; pero yo así soy, pesimista”, manifiesta. Barataria: Estado de México se estrenó en el FIC 2016 y tuvo breve temporada en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes en 2017. Las funciones en el Shakespeare serán los miércoles a las 20:30 horas. –¿En la obra se hablará de la Ley de Seguridad Interior y las próximas elecciones? –Lo más seguro es que sí. Hice un texto que puede ser modificado según el momento en el cual es leído por los actores. Antes de que inicie cada función, nosotros charlamos de lo que sucede en el país y eso abre temas. Los actores toman datos y ellos mismos incluyen los asuntos. –¿Por qué escogió el blues para este espectáculo? –Los sonetos cervantinos son octosílabos y el blues es octosílabo. Entonces la música del blues encaja y podemos hacer con letra de Cervantes un blues que empata perfectamente. Y el humor nos ayuda a que la pieza sea más divertida y más entretenida y podamos contarle más adecuadamente estos contenidos a las personas, sobre todo a las que no quieren ir al teatro para que les recordemos lo que les están diciendo en los periódicos muchas veces, sino para reír un rato. Para Cann, “es emocionante, más que difícil, combinar la música, el humor y la denuncia”. Habla del papel del teatro para analizar lo que pasa en la sociedad: “Más allá de que se llame cabaret, que los alemanes lo inventaron, o se llame teatro, estamos comprometidos a que quien vaya a vernos al escenario, se vea reflejado, y en el mejor de los casos se lleve a su casa un motivo de reflexión.” –Usted ha logrado proyectos de cine, televisión y teatro, ¿Dónde se siente más cómodo para hacer este tipo de análisis? –Sin duda en el teatro. Mi casa es el teatro, pero luego me he ido rentado a otros lugares porque hay que sobrevivir y en otros porque me interesan los medios y ver qué se puede hacer desde otras pantallas también. Pero mi casa es el teatro y ahí es donde me siento más cómodo para hablar de estas cosas y donde he encontrado mayor libertad todavía. Así remata: “No sé ahora con la Ley de Seguridad Interior y con las diferentes polarizaciones que nos vaya a pasar.” Esta entrevista se publicó el 21 de enero de 2018 en la edición 2152 de la revista Proceso.

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