'¡Empiecen!”, la orden que desató la masacre de nueve personas en San Nicolás

domingo, 28 de enero de 2018 · 14:19
MONTERREY, NL (proceso.com.mx).- Un testigo de la masacre de nueve personas ocurrida el sábado por la noche en una casa de San Nicolás, relató que los homicidas primero les pidieron hincarse antes de acribillarlos. Tres encapuchados que portaban armas cortas irrumpieron en la reunión de la colonia Constituyentes de Querétaro, donde unas 20 personas veían por televisión el juego de futbol entre Tigres y Tuzos, relató uno de los cuatro lesionados que sobrevivió, identificado como Jonathan Alberto. Una fuente policiaca explicó que esta persona dijo que se encontraba disfrutando el partido en la casa de la calle Raúl Murrieta, del segundo sector de la colonia, donde vivía Juan, uno de los asesinados, quien era tío de su esposa. Repentinamente, antes de las 21:00 horas, ingresaron estas personas con el rostro cubierto, y les pidieron a todos que se hincaran para proceder a despojarlos de dinero y teléfonos celulares. “¡Empiecen!”, fue la voz que escuchó Jonathan Alberto de una persona que no ubicó, tras lo cual comenzaron a disparar a los que estaban reunidos. El testigo dijo que salió corriendo “como pudo” del domicilio. Cuando terminó la ejecución, trasladó a su suegro, quien resultó herido por proyectiles de arma de fuego en la muñeca izquierda y en la parte izquierda del abdomen. El saldo del ataque fue de ocho muertos y cuatro heridos. Se presume que tres de los asesinados eran hermanos. Los sospechosos fueron descritos como un hombre de 30 años, de 1.70 metros de estatura, moreno, complexión mediana, con gorra, que portaba cadenas de plata en el cuello; otro parecía de 25 años, delgado moreno, de cabello cargo, “cacarizo”, con pañuelo en el cuello; y un último, de 30 años, que era moreno, robusto, pelón y quien vestía pantalón de mezclilla. Los fallecidos fueron identificados como Juan Carlos Hernández Martínez, de 34 años; Alan Martínez Guerrero, de 26; Constantino Hilarión Martínez García, de 38; Juan Martínez García, de 49; Federico Martínez García, de 47; Guadalupe Martínez, de 46; Jesús Torres Romo y José Sergio Flores Padilla. Este último llegó con vida al hospital, pero murió en el quirófano. Hay cuatro lesionados: Jonathan Alberto, de 24 años; Alejandro, de 19 años, con dos tiros en la espalda; Alan Martínez Guerrero (mismo nombre de uno de los fallecidos), quien resultó con herida en el tórax; y un hombre con un disparo en la cabeza, que permanece inconsciente y no ha sido identificado. Es un hecho aislado, no hay guerra de cárteles: procurador El procurador de Justicia de Nuevo León, Bernardo González Garza, descartó que la masacre ocurrida el sábado en San Nicolás indique una guerra de cárteles en la entidad, pues el incidente violento “es un hecho aislado”. Se informó que el lugar de la tragedia era investigado como punto de venta de droga. Además, informó que la cifra de fallecidos se incrementó esta mañana a nueve, luego del fallecimiento de otro de los heridos. En entrevista que dio esta mañana al noticiero Telediario, González dijo que, pese a la magnitud del asesinato, no hay una alerta generalizada en la entidad. “Esto es un hecho aislado. No tiene nada que ver con una disputa de cárteles en nuestro estado, no tenemos una alerta porque no estamos padeciendo, insisto, lo que en otros estados del país”, declaró hoy el funcionario estatal. Sobre el evento ocurrido a las 21:00 horas del sábado en una casa de la calle Raúl Murrieta de la colonia Constituyentes de Querétaro segundo sector, González Garza dijo que había unas 20 personas reunidas y no había niños. Al momento de perpetrar el ataque, los tres homicidas encerraron en un baño a las mujeres y a los hombres y los hincaron para dispararles. En el sitio murieron siete personas y en el transcurso de las siguientes horas, fallecieron otras dos. Hay tres heridos de bala por el mismo hecho. Una fuente policiaca dio a conocer que el sitio del homicidio múltiple había sido cateado dos meses antes, en una investigación relacionada con el narcomenudeo, pues se presumía que ahí se vendía droga. Al momento del ataque, había una reunión para ver un partido de futbol.

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