OAXACA, Oax. (apro).- El pintor Francisco Toledo invita a la exposición del artista danés Asger Jorn (Vejrum, Jutlandia, 1914-1973) en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), que consta de más de 50 obras gráficas y se abrió al público en diciembre pasado. Las piezas seleccionadas parte de la Colección Toledo/INBA, que permanecerán hasta el próximo 2 de febrero, fueron adquiridas por el artista juchiteco tras conocer a Jorn en el taller de su amigo Peter Bramsen en París, Francia. Según Jacob Thage, director del Silkerborg Kunstmuseum de Dinamarca, Jorn es “el artista escandinavo más importante después de Edvard Munch”. El artista danés era la estrella del taller, recuerda Toledo. Cuando llegaba a trabajar, a todos nos daba coraje porque nos sacaban de ahí, nos decían: “Lo sentimos mucho, pero Asger va a trabajar, la verdad no creo que le fuéramos a copiar lo que estaba haciendo o a molestarlo”. El filántropo platicó que él era muy tímido y Jorn en ese momento era el artista más famoso de los países nórdicos. Pertenecía al grupo CoBrA, movimiento artístico fundado en París en 1948, e integrado por artistas de Copenhague, Bruselas y Ámsterdam. Dice Toledo: “Recuerdo una exposición de Jorn que era muy bella. Él compraba cuadros viejos que eran de muy mal gusto y sobre esos óleos pintaba; otra cosa muy bonita que hizo con unos carteles fueron unos décollage, una técnica opuesta al collage”. Un artista rebelde Toledo detalló que estando en París siempre quiso comprar obra de Jorn, quien cada vez que hacía una serie de litografías les regalaba una copia a los hijos de Bramsen, quienes actualmente tienen una buena colección del artista danés. Toledo también conformó la suya por medio de compras en casas de subasta en Dinamarca. La artista Trine Ellitsgaard le ayudó a adquirir las piezas del danés Jorn. Aunque aclara, “algunas obras nos las regaló Bramsen, aunque lo más importante lo compramos en subastas en años en que las piezas valían mucho, pero no comparado con lo que ahora cuestan. La muestra del IAGO incluye obras del inicio de la carrera Jorn, quien formó parte del grupo CoBrA, hasta trabajos realizados años después de su participación en La Internacional Situacionista, una organización de artistas e intelectuales revolucionarios. En un texto escrito para la muestra de Jorn, Guillermo Santos indica que el artista escandinavo es el modelo de artista comprometido y rebelde, un hombre en permanente búsqueda, “aquel que cada vez que sentía que el camino no era el correcto, encontraba (o inventaba) uno nuevo. Este es uno de los rasgos distintivos de su trabajo: la continua inconformidad con un modo único de hacer las cosas”. Jorn fue un comunista convencido: creó ilustraciones para la propaganda del Partido Comunista de su país y algunas más para denunciar al fascismo y la guerra, si bien al final rompiera definitivamente con el partido. En su texto, Santos detalla que Jorn creyó que el arte podía ofrecer un punto crítico y emancipador: “El danés no podía pensar en un arte que no fuese político, en un arte que no fuese políticamente incorrecto. Era un provocador, un creador profundamente irónico. “Los primeros trabajos de Jorn en la gráfica están dedicados a retratar su entorno familiar, la vida de su lugar natal; de ello hay registro en la revista Luren. Poco después, Jorn se decantó por imágenes que acusan un fuerte contenido social: fábricas, muelles, obreros, piezas que dejan ver la influencia de expresionistas alemanes como Otto Dix”, señaló Guillermo Santos.