Carlos Aguiar oficia su primera misa como arzobispo en la Basílica; llama a la reconciliación

lunes, 5 de febrero de 2018 · 16:12
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El recién nombrado Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, ofició su primera liturgia en la Basílica de Guadalupe, donde pidió a los fieles ayudar a reconstruir “el estilo de vida” de la sociedad mexicana. Durante la homilía, luego de su toma de posesión en la Catedral Metropolitana, Aguiar Retes reconoció que la violencia “abruma al país”, por lo que fijó como objetivo de su mandato contribuir a la unidad y a la “reconciliación de las diferencias”, además de “promover la solución de los problemas endógenos” y ayudar a “encontrar soluciones sostenibles para su miseria”. [caption id="attachment_521324" align="alignnone" width="1200"]Margarita Zavala y Felipe Calderón. Foto: Benjamín Flores Margarita Zavala y Felipe Calderón. Foto: Benjamín Flores[/caption] Ante un aforo de aproximadamente 10 mil personas, el nuevo arzobispo de la segunda diócesis más grande del mundo soltó: “Situaciones violentan la justicia y la paz, agresiones denigran nuestra condición de hermanos y fomentan la vida de confrontación, discriminación, menosprecio a la dignidad humana, que conduce a la angustia, tragedia y muerte. Esto no lo queremos nosotros, pueblos de Dios, pero lo vivimos”. En el máximo recinto mariano de México, el exarzobispo de Tlalnepantla, Estado de México, pidió a los fieles “reconstruir el estilo de vida” de la sociedad mexicana, así como replantear los proyectos pastorales y sociales “para dejar a las nuevas generaciones una ciudad humanizada y humanizante”. Luego expresó su “confianza y esperanza de que el Señor hará maravillas entre nosotros”. La liturgia de toma de posesión canónica arrancó al mediodía con la recepción del nuevo Arzobispo Primado, por parte del rector del Cabildo de Guadalupe, Enrique Glennie, y su cuerpo de cabildo. También asistieron alrededor de cien arzobispos mexicanos, latinoamericanos y europeos. A su llegada, Aguiar Retes fue recibido entre aplausos y un público de pie. Ya en el atrio de la Basílica besó la imagen del crucifijo, se asperjó con agua bendita y se postró ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, donde hizo una breve oración. Tras el revestimiento, Franco Coppola, representante del Papa Francisco en México, entregó al cardenal el báculo pastoral e inició la misa. Algunos políticos también asistieron a la toma de posesión de Aguiar Retes, entre ellos Margarita Zavala, precandidata independiente a la Presidencia, así como el exsenador panista Santiago Creel y el dirigente de Morena en la capital, Martí Batres. “La violencia no es general” Al final de la homilía y camino a la comida privada, los arzobispos de Monterrey, Rogelio Cabrera López, y el emérito de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belauzará, se pronunciaron en contra de la violencia en el país. Cabrera López hizo un llamado a la clase política a no “distraerse” en este proceso electoral, pues de hacerlo se estaría en riesgo de incrementar el número de actos violentos que ya de por sí se viven. Señaló que ante este panorama cualquiera de los aspirantes a la silla presidencial debe considerar las demandas del pueblo y atender el problema del incremento en los delitos que aqueja a la ciudadanía. “Los fieles ponen en primer lugar el problema de la violencia. En la lista de preocupaciones de los ciudadanos está primero, y eso tiene que tomarlo en cuenta cualquier que gobierna o que pretenda gobernar”, subrayó. Añadió: “Nos duele cualquiera persona que muera (sic), nos ha dolido en Monterrey la desaparición y probable muerte de un niño y nos duele también que los sacerdotes, por la razón que fuera, sean asesinados. Me da mucha pena que esto ocurra y ojalá en México no haya muertes de nadie. Hoy los más vulnerables son las mujeres y los sacerdotes”. En contraste, Emilio Carlos Berlie Belauzará, arzobispo emérito de Yucatán, negó que la delincuencia sea un problema creciente. “Existe”, pero no en todos los estados, dijo. Ante las cámaras, el prelado hizo un llamado a no generalizar la situación de violencia que, aseguró, se vive solo en ocho estados, pero dijo que “no se acordaba” cuáles. “Mi pendiente es que este clima, que lamentablemente son hechos que obviamente se dan a conocer mucho, se difundan como si fuera una situación de todo México y no lo es. Lamentablemente es de algunos estados, pero no es de todo México”, sostuvo. Al término de la ceremonia religiosa se anunció que por el momento ningún sacerdote será removido de su cargo, y que a partir del domingo 11 la misa dominical de las 12 horas –que originalmente se llevaba a cabo en la Catedral Metropolitana– será oficiada en la Basílica de Guadalupe.

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