Trump firma orden que impone aranceles al acero y aluminio; excluye temporalmente a Canadá y México

jueves, 8 de marzo de 2018 · 16:20
WASHINGTON (apro).- El presidente estadunidense Donald Trump firmó una proclama con la que impuso un arancel de 25 y 10% a las exportaciones internacionales de acero y aluminio, respectivamente, orden que excluye por un plazo temporal a Canadá y a México por el TLCAN. “Hoy estoy defendiendo la seguridad nacional de Estados Unidos al imponer tarifas a las importaciones extranjeras de acero y aluminio. Es una tarifa de 25% al acero y de 10% al aluminio, al momento que estos productos crucen nuestras fronteras”, declaró Trump, minutos antes de firmar la proclama en la Casa Blanca. La medida unilateral y proteccionista del presidente de Estados Unidos dio el banderazo para una guerra comercial de carácter global, debido a que varios países afectados por los aranceles han determinado que tomarán acciones de reciprocidad contra las exportaciones estadunidenses. En el caso de Canadá y México, Trump indicó que no les impone las tarifas a sus exportaciones de acero y aluminio con la condición de que logren la firma de un buen Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el que justo se encuentra en etapa de renegociación. “Debido a la naturaleza de nuestra especial relación con Canadá y con México, con los que en este momento estamos renegociando el TLCAN, vamos a suspender la imposición de las tarifas a estas dos naciones hasta que determinemos si podremos o no lograr un compromiso sobre el Tratado”, subrayó Trump. La prórroga temporal impuesta a las exportaciones canadienses y mexicanas de acero y aluminio está supeditada a los intereses y gustos del mandatario estadunidense respecto del resultado de las renegociaciones del TLCAN. “Si no alcanzamos un compromiso o damos por terminado al TLCAN, porque no pudimos lograr un acuerdo que sea justo para nuestros trabajadores o agricultores; amamos a nuestros agricultores, y que sea  justo para nuestras empresas manufactureras, daremos por terminado al TLCAN, y empezaríamos todo de nuevo, o simplemente lo haríamos de diferente manera, pero daríamos por terminado al TLCAN; aunque tengo el presentimiento de que concretaremos un acuerdo y, de ser así, no habrá tarifas para Canadá ni para México”, enfatizó Trump. La prórroga de 30 días para la imposición de las tarifas arancelarias al acero y al aluminio de Canadá y México son técnicamente un plazo de 45 días. La imposición del arancel de 25 y 10% a las importaciones extranjeras de acero y aluminio que impuso el presidente de Estados Unidos entrarán en vigor dentro 15 días. La acción proteccionista del presidente que rechazan los líderes republicanos del Congreso federal estadunidense por la guerra comercial que desatará, según la Casa Blanca es una invitación para que las naciones afectadas se sienten a negociar con Estados Unidos. “Vamos a ver quién nos está tratando justa o injustamente”, acotó Trump al anotar que su decisión es el cumplimiento de una de sus varias promesas que hizo durante su campaña presidencial de 2016. Con Canadá y México, Trump pretende con la excepción de las tarifas doblegar a los gobiernos de estos dos países en sus propuestas dentro de la renegociación del TLCAN, como la imposición de un incremento a las reglas de origen en la industria automotriz estadunidense. En su campaña presidencial, Trump prometió a sus electores que, si el resultado de una renegociación del TLCAN no es favorable a los intereses económicos y laborales de su país, sacaría a Estados Unidos del acuerdo tripartita y lo daría por anulado. En un documento que divulgó la Casa Blanca con detalles de la proclama, se establece que Trump “reconoce que Canadá y México representan un caso especial y que continuarán las conversaciones que están llevando a cabo con ellos para abordar nuestras preocupaciones”. Para el acto de la firma de la proclama en la Casa Blanca, Trump se hizo acompañar de trabajadores de la industria del acero y el aluminio; del vicepresidente Mike Pence; Wilbur Ross, secretario de Comercio; Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, y por Robert Lighthizer, representante comercial. Sin hacer mención de una guerra comercial, el presidente de Estados Unidos aseguró que con su decisión logrará beneficiar a las empresas siderúrgicas de su país, crear empleos y reducir el déficit comercial que es de unos 800 mil millones de dólares anuales. “Es un impuesto de reciprocidad, es un impuesto espejo”, asentó el presidente para enseguida advertir que, si a las exportaciones estadunidenses un país les impone un arancel de 25%, por ejemplo, él les impondrá la misma tarifa a las importaciones de esa nación. “Esto es absolutamente vital para la seguridad nacional de Estados Unidos”, concluyó Trump al sellar con su firma la promesa de campaña que hizo en 2016 y con ello desatar una guerra comercial internacional.

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