La 'vertiente priista” pervive en los tres candidatos presidenciales: Jorge Volpi

miércoles, 14 de marzo de 2018 · 18:59
MADRID (apro).- Para el escritor mexicano Jorge Volpi, entre los tres principales candidatos a la presidencia de México “el priismo está muy presente”: no sólo en José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, “también en (Ricardo) Anaya si vemos cómo desplazó a sus oponentes” dentro de Acción Nacional, “cuando era el partido que tenía mayor competencia interna históricamente. Eso es un rasgo típico de los priistas”. Durante un conversatorio con el periodista Antonio Caño, director de El País, añadió: “Pareciera que el ser priista entre los candidatos se debe a que este partido estuvo en el poder durante 70 años y quedaron permeados todos los sectores. Parece que hay algo de priismo en todos los candidatos, como si hubiera permeado tantas décadas de PRI en la sociedad”. Volpi recordó esta noche, en el mismo evento en el que recibió el premio Alfaguara de novela 2018 por su obra Una novela criminal, que las “marcas más negativas” del PRI han sido “el corporativismo, la corrupción y el fraude electoral”, si bien reconoció que en el siglo XX este partido tuvo un papel importante en algunos avances en el país. En López Obrador, en Meade y en Anaya, subrayó, pervive esta “vertiente priista”, a grado tal que parece que en esta elección “es como si estuviéramos eligiendo entre distintos grados de priistas. Anaya se comporta como priista y Meade no es priista, pero pide a sus militantes: ‘abrácenme como si fuera uno de ustedes’”. Volpi se mostró sorprendido de que en la campaña “ninguno de los tres candidatos hable de lo que es el principal problema del país”, que es la “tragedia inaudita” que representan los niveles de violencia que México vive como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico. “México se ha convertido en un cementerio, las cifras ahora están en alrededor de 150 mil muertos, una cantidad incontable de desaparecidos y de desplazados por esta violencia”, sin embargo, sostuvo, no ve un posicionamiento de los aspirantes a la presidencia de México, cuando ese número de muertos “no se daba desde la Revolución mexicana”. En opinión del autor de En busca de Klindsor, uno de los problemas de nuestro tiempo es que los medios siempre sobre-simplifican los escenarios, como sucede cuando se aborda el tema de México, por ejemplo, con los niveles de violencia inauditos que se produce desde 2006. “El caso de Florence Cassez y de Israel Vallarta es el preludio de lo que iba a pasar después con la guerra con el narco, cuando el mismo policía, Genaro García Luna, reconoce el montaje en la detención de aquellos y luego es premiado con una secretaría para encabezar la lucha contra el narcotráfico”. En México, explicó, otros problemas son la enorme desigualdad y el sistema de justicia que no funciona en ningún sentido, porque está construido para garantizar la impunidad de los poderosos y tiene en la cárcel a muchos inocentes. “Eso no quiere decir que no existan muchos otros México, porque también convive en el mismo país una sociedad civil abierta y organizada, como se demostró en los terremotos recientes o las instituciones culturales sólidas y creativas”, puntualizó. Otro rasgo que Volpi destacó de la actual elección en México es que “la parte ideológica es la que menos está importando, es la que se encuentra más desdibujada”. Prosiguió: “Tengamos en cuenta que el PRI presentó a un candidato que no está afiliado al partido, que fue ministro tanto con el PAN como con el PRI, marca mucho. O como en el caso del candidato del PRI en la Ciudad de México (Mikel Arriola), que está todavía más a la derecha”. A su vez, Por México al Frente, que encabeza Ricardo Anaya, está conformado por la izquierda y la derecha tradicional, “lo cual para muchos resulta absurda o imposible”. Mientras que López Obrador, con Morena, “que sería el partido más a la izquierda, se alía con el partido evangélico (PES) que está más cercano a la extrema derecha”, recalcó. “De tal manera que ese esquema ideológico que nos imaginábamos antes no se está dando, sino una actitud más pragmática”, además de que las encuestas en esta campaña están mostrando un “enorme voto de castigo porque la vuelta del PRI al poder está asociada con una corrupción endémica e imparable”. En el caso de Meade, señaló, aunque “es un hombre con una trayectoria limpia y no militante del PRI, que está en tercer lugar en las encuestas, hay una percepción abrumadora sobre la corrupción del PRI, donde muchos de sus políticos y gobernadores están prófugos o en prisión por casos de corrupción y fraudes millonarios” Sin embargo, apuntó, el PRI se ha posicionado en contra de Anaya acusándolo de corrupción. “La Procuraduría (General de la República) no lo ha probado apropiadamente, eso se asemeja al caso de Israel Vallarta, en donde se ve claramente a la justicia utilizada para fines políticos, por lo cual, en esta batalla entre Meade y Anaya acusándose uno al otro de quién es más corrupto, en realidad a quien está beneficiando es a Andrés Manuel López Obrador, quien sólo ha colocado en la agenda electoral el combate a la corrupción, porque es muy conservador en temas sociales y no aporta planteamientos concretos en otros temas de la agenda, por ejemplo, en la desigualdad o la inequidad, ni tiene una propuesta clara sobre el tema de la violencia”. Resaltó que el tema de la corrupción es muy importante, y lo paradójico es que mientras Anaya y Meade se atacan por el tema de la corrupción, un tema que López Obrador colocó en su agenda desde hace 12 años ahora lo está capitalizando de una manera sumamente hábil. En relación con el libro con el que este año ganó el premio Alfaguara de novela, Volpi explicó que el caso Cassez-Vallarta, acusados de secuestro en el gobierno de Felipe Calderón, se produce 12 años antes de que se inventara el término fake news, pero es lo mismo, un montaje y una puesta en escena con las víctimas y los policías el 9 de diciembre de 2005, cuando se produce dicha detención. Una novela criminal, señaló, es una “novela sin ficción” o una “novela de hechos reales”, como llamaba este género de libros Normal Mailler. Señaló que el caso que aborda en su libro es una amalgama en la que hay trama policiaca, una política, tiene historia de amor y una conspiración. Todos los elementos. “(Este caso) se convirtió en una metáfora de México retratado en su sistema de justicia criminal y de los incontables vicios, diseñado para proteger a los poderosos, y a la corrupción”. También comentó que el libro le obligó a una investigación periodística amplia basada en las miles de fojas de esta causa criminal, en testimonios de los protagonistas, en los libros publicados, entre ellos los de Florence Cassez, o en el Teatro del Engaño publicado en México por la periodista belga Emmanuele Steels. Volpi destacó que la paradoja de la obra, que es una “novela de no ficción”, se inicia con una ficción, que es el montaje de la propia policía. Finalmente, el escritor mexicano explicó que el caso provocó tal polarización política y diplomática entre México y Francia, que su libro “se leerá distinto en México que en Francia o en cualquier otro país”.

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