... Y sus muchachos, enlodados

sábado, 26 de septiembre de 2009 · 01:00
A raíz de la captura de Jesús Zambada García, El Rey, en octubre de 2008, se puso al descubierto la infraestructura que controlaba el capo del cártel de Sinaloa en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Ahora se sabe, a partir de testimonios de los implicados en el caso y de  testigos protegidos, que agentes y funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública, algunos de ellos cercanos a Genaro García Luna, se beneficiaban del negocio Agentes de la Policía Federal, en su mayoría exmiembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI), crearon una red de protección en las dos terminales aéreas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para facilitar la llegada y salida de cargamentos de cocaína y dinero que manejaba el cártel de Sinaloa a través de Jesús Zambada García, El Rey, según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/0350/08 y el acta circunstanciada PGR/SIEDOUEIDCS/AC/1016/2008 Esa red, que comenzó a operar en este sexenio, contó con el respaldo policiaco y presuntamente con la complicidad de altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) y de la Procuraduría General de la República (PGR), revelan las investigaciones El Rey disponía de aeronaves para transportar cocaína, así como de helicópteros para realizar sobrevuelos de vigilancia, una flotilla de pipas para abastecer de turbosina a las naves y de aviones chatarra Así, el cártel de Sinaloa podía seguir los movimientos de droga de las organizaciones rivales Además, tenía a su servicio a buena parte de los policías fiscalizadores de equipaje, quienes en contubernio con agentes federales custodiaban las maletas con dinero que llegaban de Sudamérica o salían hacia allá para cubrir los pagos de sus abastecedores de droga Las investigaciones señalan que el capo les retribuía sus servicios con dólares En este tejido de complicidades también participó el agente de la Interpol adscrito al AICM: Edwin Said González Isaías, según la declaración de varios testigos protegidos, entre ellos María Fernanda y El Tigre Ambos aseguraron que él era enlace principal entre la célula criminal encabezada por los hermanos Ismael y Jesús Zambada García y altos mandos de la SSP y policías federales asignados a la terminal aérea de la Ciudad de México En su declaración del 28 de octubre de 2008, ocho días después de la captura de El Rey y su banda, María Fernanda afirmó que: su función era la de inteligencia, así como la de encontrar autoridades para sobornarlas a efecto de que nos brinden protección y nos proporcionen información de otros grupos delictivos?Y dentro de esa actividad conocí a un agente de la AFI, el cual se llama Edwin (el de la Interpol, según se refiere en las averiguaciones)?al cual le pagaba la cantidad de 10 mil dólares mensuales para que trabajara con nosotros, ya sea pasándonos información, brindándonos protección o también ayudándonos para sacar las maletas del aeropuerto que traían cocaína? A ese grupo que servía a los Zambada García pertenece Édgar Enrique Bayardo del Villar (ahora identificado en los expedientes de la SIEDO como el testigo protegido con clave Tigre), quien fue inspector de Operaciones Especiales de la desaparecida PFP, así como subprocurador de Justicia de Tlaxcala Cuando trabajó en la SSP, Bayardo fue uno de los hombres de confianza de Genaro García Luna Su jefe inmediato, Víctor Gerardo Garay Cadena, quien se desempeñó como comisionado interino de la PFP hasta el 31 de octubre de 2008, también está implicado con el narcotráfico, aunque trabajaba para los hermanos Beltrán Leyva Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1717 de la revista Proceso que empezó a circular el 27 de septiembre

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