¿Se cortan las cadenas de Dignidad?

lunes, 1 de agosto de 2005 · 01:00
Valparaíso, Chile, 01 de agosto (apro) - Después de más de cuatro décadas de oscuro accionar, la justicia chilena está dando importantes pasos en pos de dilucidar los numerosos y alevosos crímenes llevados a cabo en el enclave de colonos alemanes, conocido como Colonia Dignidad Y es que después de la reciente detención en Argentina y posterior extradición a Chile del máximo jerarca de esta secta, Paul Schafer, numerosos descubrimientos, denuncias y procesamientos están terminando por derrumbar la imagen idílica que la derecha chilena, un sector importante de la prensa, el gobierno de Augusto Pinochet, y, sobre todo el propio Schafer y los suyos, construyeron respecto de las actividades de Dignidad El último mes y en dos operativos distintos, la policía chilena ha allanado y descubierto búnkeres y contenedores ocultos a varios metros de profundidad, donde se han encontrado numerosas evidencias que dan cuenta de algunas de las actividades ilícitas llevadas a cabo en el Fundo el Lavadero, propiedad de Dignidad Entre el martes 14 y el miércoles 15 de junio pasado, un contingente policial encabezado por el juez Jorge Zepeda ?que investiga violaciones a los derechos humanos cometidas en la Colonia Dignidad durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990)-, logró descubrir tres contenedores que ocultaban lanzacohetes, misiles tierra-aire, ametralladoras, fusiles de asalto, minas antipersonales, miras telescópicas y láser, entre otros armamentos, en lo que fue considerado por el ministro del interior Francisco Vidal, como "el mayor arsenal privado encontrado en la historia de Chile" Además, se hallaron 25 cajas con fichas que conservaban antecedentes de numerosas personas que fueron víctimas de la dictadura, como la del expresidente Eduardo Frei Montalva El viernes 22 de julio la policía realizó otro operativo al interior del fundo El Lavadero, encontrando un nuevo depósito de armas que contenía lanzacohetes, proyectiles, granadas y municiones de variado calibre En estas pesquisas, la policía se ayudó del altamente efectivo robot geoestacionario, conocido como "Arturito", que es un invento de un exfuncionario de la policía civil chilena, y que será usado en los próximos días para buscar los restos de detenidos desaparecidos que podrían estar ocultos debajo de la loza del aeropuerto de Dignidad Una historia de indignidad Colonia Dignidad, es un colectivo humano que se emplaza en dos propiedades situada a más de 350 kilómetros al sur de Santiago y cuyos terrenos abarcan al menos 16 mil hectáreas de terreno Fue fundada en 1961 a instancias de su líder Paul Schafer, quien junto al pastor Hugo Baar, logró convencer a cerca de tres centenares de fieles de comunidades bautistas del noreste de Alemania, para que los siguieran en su pretendido sueño de construir un reino maravilloso, que estaría regido por el propio Jesús, él que a través de un mensajero (Schafer), los ayudaría a desprenderse del pesado lastre terrestre, y los encaminaría a la felicidad eterna La casi totalidad de emigrantes que llegaron a Chile, eran parte de los millones de descendientes de alemanes que al finalizar la segunda Guerra Mundial fueron perseguidos y expulsados por pueblos que habían sufrido el horror y la perversión de las tropas nazis Provenientes de Checoeslovaquia, Polonia, de los países bálticos, de Rusia o Ucrania, los recién llegados a su vieja patria sentían una desconfianza por todo lo que los rodeaba y no terminaban de acostumbrarse a la nueva vida que les tocaba encarar Por lo anterior, se encerraron en si mismos, en sus tradiciones y sobre todo en iglesias, únicas instituciones que parecían darles acogida y sentido a sus vidas, en un mundo que se había caído a pedazos Esta desmedrada situación, fue constituyéndose en un caldo de cultivo propicio para el surgimiento del espíritu de secta que encontró en Schafer, el líder que los conduciría a la esclavitud, al desamor, a las torturas y al más completo renunciamiento de su propia individualidad A principios de la década de los 50, en la localidad de Gronau (Westfalia), el pastor bautista Hans Baar, que conducía una comunidad de inmigrantes, conoció a Schafer, con quien de inmediato entabló una estrecha relación y quien le acompañó en sus tareas pastorales De inmediato Schafer comenzó a imponer sus términos: empezó a exigirle a sus seguidores que confesaran hasta lo más recóndito de sus pensamientos Sentía especial predilección por escuchar las fantasías sexuales y los pecados juveniles Lo anotaba todo Una vez apoderado de la intimidad de sus fieles, le fue fácil realizar mayores exigencias, como el pago del diezmo Al poco tiempo Schafer comenzó con la captación de niños En ese tiempo no se sabía que sobre él pesaban acusaciones de violación de menores en otros lugares donde había realizado prédicas La dupla Schafer-Baar convenció a los miembros de la Iglesia de Gronau, que eran un grupo de elegidos que se diferenciaban del resto de la sociedad donde imperaban las fuerzas malignas, y que todo aquel que dudara de esta verdad era un renegado, un abandonado de la mano de Dios El conjunto de situaciones anómalas que se fueron produciendo, provocó que la Iglesia bautista expulsara a Baar de sus filas, por lo que este y Schafer se trasladaron en 1959 a Seigburg, pequeña localidad vecina de Bonn, donde fundaron la Misión Social Privada (MSP), que tenía por objetivo "recibir a los jóvenes que están en peligro o que sufren gran necesidad" Ahí instalaron la Missionhauss (casa de la misión) la que rodearon de murallas muy altas, prohibiendo la salida de toda persona sin su autorización Todo esto fue construido con el trabajo no remunerado de los feligreses Los hombres fueron separados de las mujeres, las que empezaron a ser maltratadas "Eran tratadas como la última basura" dijo Christel Schwoll, quien tenía una hermana secuestrada por esta secta, según cita el libro La historia secreta de Colonia Dignidad, de Álvaro Rojas Schafer realizaba pretendidos exorcismos que siempre eran hechos a mujeres, a las que odiaba por ser el principal obstáculo entre él y los niños de los que quería abusar Dos denuncias de violación realizadas por menores alertaron a la policía la que se presento en la casa de la Misión, pero Schafer y Baar consiguieron escapar Partieron al norte de África, desde donde coordinaron la emigración en masa de los miembros de su secta a Chile Una desgraciada casualidad Poco antes de producirse la escapada de Schafer, un grupo de miembros de la MSP fue contratado por la misión diplomática chilena para realizar trabajos de reparación de la sede diplomática Los alemanes, siguiendo instrucciones de sus líderes, le manifestaron al embajador Arturo Mashcke, su intención de emigrar a algún lugar de América para realizar labores de beneficencia, recomendándoles Mashcke, quizás influenciado por su admiración a la raza aria y sus simpatías fascistas, partir a Chile Una carta de recomendación del alcalde de Seigburg y de un ministro de Estado de la República Federal Alemana facilitaron las cosas A fines del mismo 1961 los primeros colonos ya estaban instalados en el fundo El Lavadero, que compraron con dinero obtenido principalmente de la venta de bienes de los fieles Allí se acentuaron las mismas prácticas preconizadas en Alemania Se prohibió el amor heterosexual, salvo en muy contadas ocasiones en que Schafer permitió matrimonios; los niños fueron separados de sus padres; los colonos fueron obligados a trabajar sin recibir remuneración alguna; la Colonia se rodeo de grandes alambradas y muros que los separaron del mundo exterior; además, se instalaron sofisticados sistemas de vigilancia, que incluían cámaras de televisión, censores de presión y de rayos infrarrojos; además de numerosos micrófonos Schafer señalaba que estos resguardos tenían por objeto evitar la irrupción de "los chanchos", como se denominaba al interior de la colonia a los comunistas Además, la correspondencia fue sometida a una total censura, y todo lo que los colonos sabían de lo que afuera ocurría era lo que les era trasmitido o permitido por los jerarcas de la Colonia Las sospechas de las actividades de Dignidad comenzaron en 1967 cuando Wolfang Muller logró escapar después de dos intentos fallidos tras los cuales fue torturado por los jerarcas de Dignidad Muller denunció las violaciones y atropellos de los que él y otros como él fueron víctimas Acusó a Schafer directamente de haberlo violado Sin embargo, la policía, los tribunales y la embajada de la RFA, se mostraron solidarios con la Colonia Incluso, ayudaron a que otros colonos que posteriormente lograron escapar, fueran recapturados por comandos enviados por Schafer para esos fines En el periodo en que gobernó Chile la Unidad Popular (1970-1973), la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, como versaba su personalidad jurídica, realizó diversos actividades de sabotaje como voladura de puentes, colaborando con las actividades paramilitares del grupo de extrema derecha Patria y Libertad Una vez ocurrido el Golpe de 1973, entraron en estrechas relaciones de cooperación con la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), poniendo sus instalaciones y conocimientos al servicio de la causa anticomunista Colonia Dignidad fue transformada en el más grande y sofisticado centro de tortura de Chile, donde un número indeterminado de personas vio la luz por última vez, como consta judicialmente Además montaron una verdadera escuela de torturas, en las que mostraron a los agentes chilenos las formas de sacar información y el "correcto" uso de diversos instrumentales como la máquina de electroshock Mientras Dignidad cometía estas atrocidades, la prensa oficialista, en particular el poderoso diario El Mercurio, se ocupaban de construir una imagen de ensueño de Dignidad, destacando el orden, la disciplina y los grandes avances logrados por estos ejemplares ciudadanos alemanes Se realzaban las bondades de sus productos, como mermeladas y pasteles, y se destacaba la gran labor social que cumplía el hospital, la escuela y el internado que tenía la colonia Nada se decía de las violaciones a los derechos humanos, del trabajo esclavo ni del abuso de menores El gobierno de Augusto Pinochet, por su parte, aumentaba las franquicias aduaneras que desde un principio gozó Dignidad Además, se les entregaron concesiones mineras que permitieron la explotación de oro y uranio en la cordillera de Nahuelbuta Al retornar la democracia a Chile, las denuncias sobre las actividades de Dignidad fueron in crescendo El informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación, más conocida como Comisión Rettig, y que fuera publicado en 1991, señala respecto de la Colonia: "La Comisión, debe al menos concluir que un cierto número de personas detenidas por la DINA efectivamente fueron conducidas a Colonia Dignidad, mantenidas cautivas allí, y algunas de ellas sometidas a tortura, con la participación en estos hechos no sólo de agentes de la DINA, sino también de personas que vivían en ese predio" El juez Juan Guzmán, quien desde 1998 comenzó a investigar las denuncias por crímenes cometidos por Augusto Pinochet, logró en septiembre de 2000 comprobar judicialmente las denuncias vertidas sobre Dignidad respecto de su relación con la DINA, sobre todo gracias a las confesiones del coronel de ejército Fernando Gómez Segovia, quien estuvo a cargo de la Brigada Regional Sur de la DINA, que decidoramente estaba ubicada en la pequeña ciudad de Parral, que es vecina de la Colonia Gómez describió los detalles del asesinato de Vallejos, confesando también que la DINA realizó cursos de entrenamiento para su personal en las dependencias de la secta alemana Por otra parte el juez Hernán González, que investigó desde mediados de los noventa hasta el 2002, los abusos cometidos a menores, comprobó la existencia de violaciones al menos de 27 menores Por esta causa ordenó la detención de Schafer en 1997, pero este se mantuvo prófugo hasta que en marzo de este año fue hallado en una finca en Argentina y extraditado a Chile, donde se encuentra en prisión preventiva acusado de delitos de pedofilia, además del secuestro calificado y posterior desaparición de 3 prisioneros políticos Otros procesados En la actualidad hay cerca de 20 jerarcas de Dignidad procesados por ejecución de torturas, secuestros, tormentos ilegítimos, además de encubrimiento de violaciones de menores Estos procesos y detenciones han provocado importantes fisuras en el otrora inquebrantable hermetismo de los colonos, que están comenzando a colaborar con la Justicia En entrevista con Apro, el abogado Hernán Fernández, que por cerca de 15 años ha encabezado las demandas judiciales en contra de la Colonia, señaló que Schafer constituyó en El Lavadero "un paraíso pederasta", abasteciéndose de los hijos de los propios seguidores que eran esclavos de él" Dijo que las medidas de seguridad que abundaban en Dignidad, eran para impedir que los colonos se fugaran Señaló que esta bastamente probado que en la Colonia "eran sometidos a castigos quienes intentaban fugarse, aplicándoseles las torturas mas crueles imaginables" Contó también, que el Hospital de la colonia fue utilizado como un centro de reclusión donde los rebeldes, es decir aquellos que manifestaban su intención de salir, eran confinados durante meses o años" En este sentido, Fernández relató el caso de un colono ?Franz Baar- que logró fugarse, que estuvo recluido en el hospital durante 30 años y que hoy vive en Chiloé (isla del sur de Chile) junto a su mujer y los padres de esta Señala que Dignidad era un verdadera "cárcel electrónica, donde el 95% de los colonos estaba secuestrado y que ningún juez chileno hasta ahora ha catalogado esta privación de libertad como delito de secuestro" Es importante mencionar que hasta 1997, cuando los allanamientos contra Dignidad se hicieron más intensivos, sólo 7 personas habían conseguido evadirse Fernández afirma que "como en la década de los 80 empezaron disminuir los niños en la Colonia, debido a la prohibición del amor entre hombres y mujeres, Schafer y sus secuaces se lanzaron en una ofensiva para conseguir niños chilenos" Fernández dice que lo más paradójico de lo ocurrido con Dignidad, es que el Estado de Chile le dio personalidad jurídica dedicada a la protección de los niños, siendo que cuando Schafer se instaló en Chile ya tenía órdenes de detención por abuso sexual de menores, situación que al poco tiempo se repitió en Chile Fernández dice que Dignidad, además de actuar como una organización pederasta y de inteligencia, fue una estructura mafiosa que le permitió a Schafer y a sus más cercanos enriquecerse a través de diversos ilícitos, como el tráfico de armas, la defraudación al fisco y otras actividades que pronto serán reveladas Dice, en este sentido, que una de las grandes incógnitas que existen respecto de la mencionada organización es el uso que se le dio al uranio que esta colonia logró producir Fernández señaló, que a pesar de estar presos Schafer y Hopp, hay otros destacados jerarcas que permanecen al interior de la colonia y que hacen posible que el sistema represivo de Dignidad se mantenga vigente, y no descarta que los que ahora gobiernan la colonia sigan siendo fieles y recibiendo instrucciones de Schafer, quien a pesar de estar detenido no se encuentra incomunicado Fernández estima que para acabar definitivamente con el sistema instaurado por Schafer en Dignidad, es necesaria la intervención y puesta en marcha de programas de ayuda a los colonos, puesto que estos sienten miedo a salir porque tienen traumas, no tienen ningún respaldo monetario, además de resultarle el mundo exterior totalmente desconocido Y manifiesta que la solución debería venir de parte de los gobiernos de Chile y Alemania, países que tienen mucha responsabilidad en lo sucedido en las infaustas tierras de Dignidad

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