Elena Poniatowska: Frida y Diego

lunes, 1 de noviembre de 2004 · 01:00
Villahermosa, Tab , 01 de noviembre (apro)- El pasado lunes 25 de octubre, Elena Poniatowska cautivó a un público predominantemente estudiantil al ofrecer una charla sobre Frida Kahlo en el Planetario Tabasco 2000 de esta capital tabasqueña, y conquistó con singular simpatía uno de los momentos cumbre del Festival Segundo CEIBA 2004, que dirige la actriz Pilar Pellicer El Tri, Alec Syntecs y Julieta Venegas dieron su toque roquero al CEIBA (festejo que significa Cultura, Entretenimiento, Imaginación, Bellas Artes); por contraste, la sobriedad escénica estuvo a cargo de Jorge Federico Osorio y la Camerata de Coahuila, Antonio Canales, Grupo Vuyani de Sudáfrica y el hispano Teatro del Temple; así mismo, cantaron gratuitamente en foros abiertos Yekina Pavón, Eugenia León y Claudia Cecilia, en tanto que el cineasta Sergio Olhovich y la heredera del dramaturgo Celestino Gorostiza recibieron la presea “Savia del Edén” que otorga la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) Reproducimos a continuación casi en toda su integridad el texto de la escritora Elena Poniatowska, contado a manera de narración de aventuras, que cautivara a sus oyentes tabasqueños (con autorización de la autora) Al final, ella (quien escribiera Querido Diego, te abraza Quiela y Las siete cabritas) pasó algunas transparencias y realizó un diálogo con algunos de los cientos muchachos y muchachas, que no la dejaron ir hasta que firmó el último autógrafo en el Planetario Tabasco 2000 **** Yo les iba a hablar de Carlos Pellicer; pero Pilar (Pellicer) me dijo: “No, no, no Ya todas las conferencias en Tabasco son sobre Carlos Pellicer, búscate otro tema” Entonces, le propuse Frida Kahlo; bueno, también Sor Juana; pero me dijo que prefería a Frida y por eso les voy a hablar de ella, aunque hay muchos temas que podríamos tratar (…) --Usted, usted Frida, tiene talento (le dijo Diego Rivera a Frida Kahlo) Y para asegurarle que era verdad, decidió casarse con ella Ella, de 22 años y él de 43 En La Casa Azul nadie se puso contento con esa boda, al contrario, decían que era como casar a un elefante con una paloma Para colmo, un elefante comunista Salvo Guillermo Kahlo, el padre de Frida, ningún Kahlo fue a la boda (…) Frida tenía un aparato en la pierna derecha porque primero tuvo poliomelitis, a los seis años Con esa particular crueldad, los niños le gritaban: --¡Frida Kahlo, pata de palo! ¡Frida Kahlo, pata de palo! Pero eso no fue nada al lado del terrible accidente de autobús y tranvía del 17 de septiembre de 1926, cuando viajaba con Alejandro Gómez Arias, que era su noviecito El autobús se cayó en pedazos al recibir el impacto del tranvía, y a Frida le atravesó el vientre el tubo del pasamanos, que un hombre de buena voluntad decidió sacarle en medio del peor tronido de huesos Claro, le rompió la columna vertebral Durante más de dos años de hospital en hospital, la muerte bailó de noche alrededor de la cama de Frida, como ella misma lo escribió: “Los camiones de mi época eran una cosa absolutamente endeble Comenzaban a circular y tenían mucho éxito, los tranvías andaban vacíos Subí al camión con Alejandro Gómez Arias, yo me metí a la orilla junto al pasamanos, Alejandro junto a mí Momentos después, el camión chocó con un tren de la línea Xochimilco El tren aplastó el camión “Fue un choque extraño No fue violento sino sordo, lento y maltrató a todos A mí, mucho más Recuerdo que ocurrió exactamente el 17 de septiembre de 1926, al día siguiente de la fiesta del 16, la fiesta patria Yo tenía entonces 16 años, pero parecía más joven incluso que mi hermana Cristi, a quien le llevo once meses A poco de subir al camión empezó el choque Antes yo había tomado otro camión, pero como a mí se me había perdido una sombrillita, nos bajamos Alejandro y yo a buscarla, y fue así que nos fuimos a subir al camión que me destrozó El accidente ocurrió en una esquina, frente al Mercado de San Juan, exactamente enfrente El tranvía marchaba con lentitud, pero nuestro camionero era un joven nervioso, el tranvía al dar la vuelta arrastró el camión contra la pared “Yo era una muchachita inteligente, pero poco práctica pese a la libertad que había conquistado Quizá por eso no medí la situación ni intuí la clase de herida que tenía En lo primero que pensé fue en un balero de bonitos colores que había comprado ese día y que llevaba conmigo Intenté buscarlo, creyendo que todo aquello no tendría mayores consecuencias En fin, el pasamanos me atravesó como la espada a un toro Un hombre me vio con una tremenda hemorragia, me cargó y me acostó en una mesa de billar hasta que me recogió la Cruz Roja Perdí la virginidad, se me reblandeció el riñón, no podía orinar y lo que más me dolía era la columna vertebral Nadie me hizo caso Además, no se hacían en esa época radiografías “Me senté como pude y les dije a los de la Cruz Roja que llamaran a mi familia: Matilde, mi hermana mayor, leyó la noticia en los periódicos Y fue la primera en llegar y no me abandonó durante tres meses De día y de noche estuvo a mi lado Mi madre se quedó muda durante un mes por la impresión y no fue a verme; mi hermana Adriana al saberlo se desmayó Y a mi padre le causó tanta tristeza, que se enfermó y sólo pude verlo en tres de veinte días Nunca había habido muertos en mi familia” Amor a la vida Ven que Frida se daba por muerta y no es para menos; además, ustedes deben saber que don Guillermo Kahlo, el fotógrafo, sufría crisis de epilepsia, y Frida solía acompañarlo cuando él tomaba unas fotos con unas placas de cristal y una máquina muy antigua, la Rafles; y cuando a él le daba un ataque de epilepsia y cuando a Frida le tocaba cuidarlo, le metía un paliacate en la boca (…) Esta fue la querida que se enamoró de Diego Rivera, una mujer cansada durante años, que había sufrido mucho, conocía la soledad y el abandono Y sin embargo, tuvo la suficiente entereza para llevar al patio de la Secretaría de Educación tres o cuatro cuadros suyos para que Diego juzgara si debía seguir adelante o no Desde niña, Frida fue distinta Aurora Reyes, que también fue una pintora y una poeta recuerda que cuando andaba Frida, daba saltitos que la hacían parecer como si flotara Frida parecía un pajarito volando En una fotografía con toda su familia aparece vestida de hombre, con el pelo jalado para atrás Lleva puesto un traje completo de hombre, con todo y chaleco, corbata, zapatos negros muy bien boleados, más el pantalón; una de sus manos sobre el hombro de su tío y la otra, en el bolsillo de su pantalón Quien toma la fotografía es don Guillermo Kahlo y ella lo mira con sus ojos profundamente escrutadores () Diego Rivera era un hombre alto y panzón, vestido de overol, gordo, gordo, gordo que llevaba casi siempre un bastón de madera de Apizaco Usaba sombreros aguados, camisas elefantiásicas y no parecía haberse bañado Sin embargo, todas las mujeres lo buscaban: jóvenes y viejas, solteras y casadas, porque era una fuerza de la naturaleza, un genio Un hombre de una vitalidad asombrosa Además no paraba de hablar ni de contar historias que a todos fascinaban porque le servían de estimulante Muchos afirmaban que era mentira lo que contaba; pero si lo era o no resultaban más prodigiosas que muchas verdades Hay un verso de Antonio Machado, que dice: Miente más de la cuenta por falta de fantasía También la verdad se inventa La paloma amó al elefante más que a su vida Diego Rivera, en cambio, se dejó querer y como era tan enorme había mucho qué querer A cambio de la pasión de Frida, su devoción de lámpara volitiva, Diego le dejaba recaditos en la Casa Azul donde nació Frida, calle de Londres número 127 Le decía: “Niña chiquita, vida mía, no quise despertarte: Diego, tu sapo-rana” Pero la del amor loco era ella aunque claro, también se dividió en otros hombres y en mujeres, mientras Diego enamorada a Paulette Godard –la que fue esposa de Charles Chaplin--, a María Félix, a Lola Olmedo --que fuera su mecenas a lo largo de toda la vida-- y a Cristina Kahlo, hermana de Frida, su modelo de desnudo, y a quien pintó tan bien en un mural que se llama La balada de la revolución proletaria La infidelidad que más le dolió a Frida fue la de su hermana Cristi, Cristina Kahlo Según Lupe Marín, a Diego siempre lo siguieron una horda de repulsivas hembras Paloma y león Los mensajes de Diego que Frida guardó y por esos los conocemos son múltiples y repetitivos Se iba y muchas noches no regresaba: “Vida mía, no quise despertarte, vengo a mediodía Un millón de besos: Diego” “Le dejo millones de besos a la niña Fridita de mis ojos” “Para mi hijita linda, la niña de mis ojos, Frida de mi vida, única razón de no viajar: Su chocante sapo-rana que la adora” “Diego era el león para el combate, Frida la paloma para el nido” Incansable (…) Frida nació y murió en la misma casa de la colonia Del Carmen, Coyoacán (no creo que a muchos de nosotros nos suceda lo mismo), donde compartía la vida con sus animales, con su venadito, su chango y Xolotl, su perro pelón escuintle; también con su gallina Gertudris Casablanca, su perico Bonito; uno de sus primeros autorretratos tiene el título Retrato con Bonito Y los gorriones a quienes les echaban pan en el pasto Fumaba y tomaba mucho, mucho tequila Y en París se bebió dos botellas de coñac diarias porque no le gustaron los pinches franceses y menos los surrealistas que decían muchas cosas que no le interesaban, a pesar de que André Breton, el “Padre del Surrealismo” la ayudó mucho y declaró que el arte de Frida Kahlo ‘es un listón alrededor de una bomba’ A su sobrina Isolda, que vivió un tiempo con su tío Diego y su tía Frida, le propuso (…) Su casa, Frida la llevó a cuestas como un caracol Allí, a Coyoacán la trajeron después del accidente y empezó su lucha por la vida, entre las cuatro paredes de la vida pudo repasar lentamente lo que le había sucedido y de memorizar cada milímetro cuadrado del espacio que la aprisionaba Frida conoció la soledad; pero sobre todas las cosas llegó hasta el fondo del pozo dentro de lo artístico Nadie sufrió tanto como ella y sin embrago, nunca cayó en lo que caemos la mayoría de las mujeres, en sentirnos víctimas, al contrario: pintó y sus maravillosos autorretratos nos cuentan su historia (…) Frida dejó un diario muy hermoso, muy dibujado; su diario es un canto a Diego Rivera, una acción de gracias y un canto, también, a la vida El 11 de febrero de 1954, Frida sufrió la última de sus 36 operaciones Y escribió: “Me amputaron la pierna hace seis meses Si me han hecho siglos de tortura Sigo sintiendo ganas de suicidarme Diego es el que me detiene por mi vanidad de creer que le puedo hacer falta, me lo ha dicho y yo le creo; pero nunca en la vida he sufrido más” Luis Cardoza y Aragón lo dijo muy bien: Diego y Frida eran el paisaje espiritual de México algo así como el Popo y el Izta en el Valle del Anáhuac, dos volcanes en erupción

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