México, D F- En todo el mundo año con año se incrementan los riesgos de que aumenten los problemas por el agua, los conflictos por las tierras productivas y la migración, todos ellos relacionados con la desertificación, estableció el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Augusto Simoes, quien en el caso de México conminó al gobierno a considerar el asunto como de máxima prioridad "Se sabe que México tiene más del 40 por ciento de su territorio como zonas áridas o semiáridas", por lo que si a eso le agregamos la expansión del deterioro de los suelos agrícolas, que se da a nivel mundial, las perspectivas son negativas, dijo el experto "Hoy en día más de 110 países tienen afectaciones muy serias como resultado de la desertificación y las pérdidas son estimadas en los seis millones de hectáreas por año", abundó Simoes en un panel organizado por la Cámara de Diputados Allí dijo que una de las consecuencias de esa situación es la expansión del hambre, que en México no adquiere niveles serios, pero que sí resulta así en las naciones donde viven "los más pobres de los pobres" En el mundo hay 800 millones de desnutridos Y no obstante alertar respecto a que la descertificación ya se puede considerar como un riesgo para las soberanías alimentarias de los Estados, Simoes aseguró que hay suficientes reservas de alimentos que, sin embargo, deben ser repartidas de manera equitativa Acerca de los productos transgénicos como alternativa, señaló que la FAO vigilará que no produzcan consecuencias negativas En México, los agricultores de la frontera, la zona más desértica, afrontan un problema serio debido a la escasez de agua Y los problemas se han agudizado en los últimos años, mientras el gobierno federal busca pagar a Estados Unidos la cantidad de agua que le correspondería del fluido del Río Bravo Los agricultores han reclamado que el agua fronteriza ni siquiera es suficiente para estas zonas, que cada año viven prolongadas épocas de sequía20/06/02