México, D F (apro)- Los nubarrones parecen haberse acumulado sobre el actual coordinador nacional de Danza del INBA Héctor Garay enfrenta uno de sus peores momentos como funcionario cultural Nombrado después de haber sido propuesto por algunos de los más significativos integrantes de la comunidad dancística, como Lydia Romero, Marco Antonio Silva e Isabel Beteta, Garay es ahora blanco de quejas y motivo de discusión entre sus propios compañeros En una carta elaborada por Tania Pérez-Salas, y que fue enviada por correo electrónico a decenas de bailarines y coreógrafos para su aceptación y firma, la coreógrafa invitada a la Bienal de Lyon apuntó que Garay "no ha querido establecer una relación inteligente, imaginativa y con sensibilidad con la comunidad de danza" En medio de lo que se describe como una atmósfera de "desconcierto, incertidumbre y desaliento", en la misiva se señala que hasta el momento Garay no ha creado el consejo consultivo al que se había comprometido, ni mejorado "los canales existentes con respecto de festivales nacionales y del extranjero; los programas de educación continua son desarticulados y aislados, de tal manera que tienen muy poca o nula respuesta en el ámbito profesional del medio" La carta planeada para ser entregada a Sari Bermúdez nunca se cristalizó En su lugar, diferentes grupos de profesionales de la danza se entrevistaron con los directivos del INBA, e incluso se manejaron varias ternas para hacer una propuesta concreta para la substitución de Garay No obstante, las autoridades del INBA han mantenido silencio absoluto sobre la crisis en la Coordinación Nacional de Danza y no ha habido ningún pronunciamiento oficial Tampoco Garay ha dicho media palabra, y los coreógrafos y bailarines que piden su destitución guardan un silencio sepulcral