México, D F(apro)- A pesar que el Congreso de la Unión no discutió la reforma eléctrica en último periodo de sesiones de este año, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) insistió el miércoles que la eliminación de prácticas y empresas con poder monopólico le transfiere de manera inmediata poder de negociación a los consumidores para evaluar la calidad de los servicios que les son ofrecidos dentro de un marco de mayor transparencia “El bienestar de los consumidores depende del precio, la calidad y los servicios de posventa que ofrezca el sector eléctrico Bajo la posibilidad de una nueva organización industrial del sector, pretender continuar operando con un esquema como el actual significa imponer un serio ‘gravamen’ a los consumidores de la energía eléctrica y un freno al crecimiento futuro de México”, señaló En su edición “Análisis Estratégico”, el CEESP sostuvo que la modernización y la eficiencia en el sector eléctrico es una condición necesaria para el avance económico de México en los próximos años “Si bien es cierto que en épocas anteriores las condiciones económicas, tecnológicas y geográficas del país justificaron la existencia de un mercado eléctrico administrado en exclusividad por el gobierno, hoy en día, a un siglo del nacimiento de la industria eléctrica, las condiciones estructurales del país, el actual entorno internacional y el acelerado dinamismo tecnológico han marcado la pauta del cambio”, indicó El organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sostuvo que una reforma eléctrica que permita la inversión privada y la competencia tendría beneficios importantes: Mayor inversión en generación y reducción en los costos de construcción de plantas eléctricas; garantía de abasto de energía eléctrica; mayor eficiencia en los gastos de operación de los generadores eléctricos; mayor confiabilidad, sustentabilidad, eficiencia y calidad del sector eléctrico; despolitización de los procesos de planeación de recursos del sector eléctrico; retiro de plantas generadoras de electricidad no eficientes; mejores prácticas de contratación y de salarios en el sector; mayor eficiencia de las empresas públicas del sector; disminución de la necesidad de aumentar la planta laboral en las empresas públicas; eliminación de precios ineficientes; mayor competitividad de la planta productiva nacional y liberación de recursos públicos Reiteró que el proceso de apertura y desregulación que enfrentan gran parte de las economías del mundo, ha evidenciado que las empresas que están expuestas a la competencia se ven obligadas a operar bajo cada vez más estrictos estándares de calidad y eficiencia Por esa razón, dijo, las empresas líderes en los mercados internacionales buscan constantemente mejorar sus procesos, capacitar a su personal, reducir sus costos, invertir en nuevas y mejores tecnologías y dar mayor valor agregado a los bienes y servicios que ofertan México no debería estar exento de este proceso 18/12/02