En el gobierno de Fox, desprecio por la palabra escrita (Segunda parte)

lunes, 23 de diciembre de 2002 · 01:00
*UNOMASUNO, “exterminio y saqueo” con Libien Kaui México, D F (apro)- Toluqueño, Naim Libien Kaui comenzó su carrera en los medios hace 35 años, con su hermano Miled Al mismo tiempo, fue concesionario de Sony, dueño de una agencia y una arrendadora de automóviles, de cinco restaurantes y una empresa de puertas y clósets Posteriormente se separó de su hermano y de sus negocios, para crear los diarios Amanecer de México y El Demócrata de México, que se distribuyen en territorio mexiquense, y adquirió el vespertino La Tarde, que circula en el Distrito Federal En noviembre, Libien Kaui compró Impulsora de Periodismo Mexicano SA, propiedad de Alonso Muñoz, cuyo principal activo es Editorial Uno, propietaria del “cabezal” o de la marca Unomásuno, entre otras publicaciones, en tan sólo 5 millones de pesos (500 mil dólares) De acuerdo con el contrato de compraventa, cuya copia obtuvo Proceso, Libien Kaui se comprometió a solventar los adeudos de Editorial Uno por alrededor de 150 millones de pesos, con el propósito de garantizar la existencia del diario, y a respetar el contrato colectivo de los trabajadores El contrato de compraventa señala que la empresa se encuentra bajo un juicio de concurso mercantil, por el que a partir del 7 de octubre se abrió una etapa de conciliación por 180 días para que, a través de un conciliador, se proceda a negociar adeudos con los acreedores públicos y privados Libien Kaui tomó posesión el 20 de noviembre y en los siguientes 24 días se abocó a “exterminar y saquear” al periódico, y empezó a hacer todo lo posible para que la empresa se declarara en quiebra dentro del juicio de concurso mercantil, asegura la reportera Amalia Frías “Con la quiebra evitaría pagar las liquidaciones completas a los trabajadores y los acreedores recibirían lo que sobre”, señala Inclusive, en noviembre se publicó un edicto en el que un juez determinó que la empresa había entrado en el proceso de quiebra, a pesar de que aún estaban en la etapa de conciliación El juez reconoció que fue un error y que lo iba a corregir Pero eso hizo que los proveedores dejaran de suministrar los insumos del periódico y los acreedores empezaran a exigir más Al mismo tiempo, el nuevo dueño cerró Editorial Uno, en la colonia Nochebuena, y trasladó la producción del periódico a la planta de su periódico La Tarde, en la colonia San Rafael, pero la mayoría de los trabajadores no quiso cambiarse Dejó de pagar salarios y los vales de despensa; anunció que sólo iba a dar medio aguinaldo y pretendió suprimir uno de los dos días de descanso Marcó una nueva línea editorial “El señor Libien Kaui informó a los reporteros que a partir de ahora sólo serán publicadas notas informativas de aquellas dependencias y personajes públicos que estén dispuestos a pagar por ellas Según su primitiva visión del papel de los medios de comunicación, quien no pague será atacado hasta que acuda a sus oficinas a ‘buscar un arreglo'”, denunciaron el primero de diciembre los reporteros de Unomásuno, Ernesto Montero, Amalia Frías, César Aguilar, Grisel Camacho, Francelia Vargas y Julio Cuitláhuac El 6 de diciembre, aseguraron que el nuevo dueño les pidió no redactar notas en contra de Vicente Fox y Martha Sahagún, y el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quienes aseguró que le habían ayudado a comprar el periódico Tampoco contra Arturo Montiel, gobernador del Estado de México, de quien dijo recibir “un trato privilegiado” María Ernestina Hernández, subdirectora del Unomásuno, aseguró: “Nos dio una especie de licencia para extorsionar y chantajear” En el primer minuto del sábado estaba previsto el estallamiento de la huelga en Unomásuno, 24 días después de que Naim Libien tomó posesión Los trabajadores lo dieron como un hecho, porque ambas partes no llegaron a un acuerdo, no sobre un aumento salarial o la revisión del contrato colectivo, sino para fijar sus liquidaciones “La empresa se empeñó en sólo ofrecernos la maquinaria y uno de los inmuebles de Editorial Uno, para la liquidación de los trabajadores Eso no los garantiza y contraviene al compromiso del dueño de rescatar la empresa y de garantizar los derechos laborales de los trabajadores, que contempla el contrato colectivo”, refiere Humberto Nevárez, representante sindical de Unomásuno Considera que lo que busca Naim Libien es “una quiebra inducida, fraudulenta”, porque “cree que así se va a sacudir los pasivos de Editorial Uno y los acreedores se quedarían sin poder recuperar los adeudos Además, con la quiebra solamente se sujetaría a pagarnos tres meses y doce días por año, al doble del salario mínimo” Con la huelga, sostiene, “se podría pelear eso, más los salarios caídos y otros adeudos Nosotros creemos que perdemos más sin la huelga que con ella” Los trabajadores solicitan que su liquidación se pague con el edificio de Editorial Uno y la maquinaria, y que Lebin Kaui les regrese el cabezal, porque se lo apropió indebidamente “El contrato de compraventa reconoce que el cabezal o la marca de Unomásuno es propiedad de Editorial Uno Es más, indica que Impulsora de Periodismo Mexicano es accionista de Editorial Uno Sin el cabezal, no tiene ningún valor todo lo demás”, señala Nevárez Anunció que las banderas rojinegras también se iban a poner en las instalaciones del vespertino La Tarde, en la colonia San Rafael, porque allí se seguía produciendo Unomásuno, aunque con otro personal Aseguró que esa posibilidad la permite el contrato colectivo de trabajo, ya que en su cláusula cuarta señala que el mismo “abarca todas las dependencias de la empresa, anexos, conexos, y las que en el futuro se establezcan y que tengan relación con los trabajos de la misma” Sin embargo, Naim Libien Kaui asegura que desde 1998 el cabezal dejó de pertenecer a Editorial Uno, cuando lo adquirió Impulsora de Periodismo Mexicano SA, compañía de Manuel Alonso Muñoz Libien Kaui, que compró a ambas empresas, asegura que “desde el momento en que Impulsora retiró el cabezal a Editorial Uno, los trabajadores tenían que saber que el periódico se les estaba yendo Impulsora no tiene nada que ver con Editorial Uno (donde estallaría la huelga) Ni existe relación laboral ni de adeudos Editorial Uno sólo maquilaba el periódico, sin ser dueña del cabezal” Según él, de Unomásuno sólo quedó el nombre Aunque Unomásuno se maquila ahora en la planta del diario La Tarde, advierte, los trabajadores no pueden poner sus banderas rojinegras porque es “una propiedad privada, con otra razón social Ellos sabrán de qué tamaño se la van a jugar, si lo hacen” Empero, los reporteros averiguaron en la Secretaría de Gobernación que, en efecto, Manuel Alonso pretendió trasladar la propiedad del cabezal de Editorial Uno a Impulsora de Periodismo Mexicano Su costo se estimó entonces en 4 millones de pesos, pero como Alonso no estuvo dispuesto a pagar el IVA por el traslado, la operación se suspendió y el cabezal regresó a Editorial Uno En efecto, el contrato de compraventa reconoce que Editorial Uno “es propietaria de la reserva de derechos para el uso exclusivo de los títulos de Unomásuno, Sábado, Páginauno, Másturismo, Deportemásuno, Asterisco Comunicaciones, Siglo Mexicano y Motoruno” Tiene, así mismo, los certificados de título y contenido de dichas publicaciones Es decir, señala Humberto Nevárez, Naim Libien se quiere apropiar indebidamente del cabezal

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