Amparan a indígenas acusados de asesinar a estadunidense

viernes, 21 de febrero de 2003 · 01:00
Guadalajara, Jal (apro)- Un amparo otorgado por el Segundo Tribunal Colegiado del Tercer Circuito, con sede en esta capital, salvó a los presuntos asesinos del periodista norteamericano Philip True, de volver a la cárcel, luego que dicha instancia calificó de irregular la sentencia de 13 años de prisión que habían impuesto magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado Los acusados, Miguel Hernández de la Cruz y Juan Chivarra de la Cruz, presuntos responsables de la muerte del enviado del periódico San Antonio Express News, habían sido detenidos poco después que fue encontrado el cadáver a fines de 1998, pero en agosto de 2001, el juez de Colotlán, José Luis Reyes Contreras, estimó que las pruebas no eran suficientes para condenarlos, y los dejó en libertad calificándolos de inocentes Dicha liberación provocó la reacción inmediata de la Procuraduría, que apeló el fallo, y el asunto pasó al Supremo Tribunal local, y entonces los magistrados de la Primera Sala determinaron que el juez transgredió la Ley Orgánica del Poder Judicial, "al mostrar notoria ineptitud o descuido en el desempeño de sus funciones", y por asentar hechos falsos y alterar el expediente, los inculpados fueron condenados a pagar 13 años de cárcel tras ser revocada la sentencia de Reyes Contreras No obstante, la nueva orden de aprehensión no se había ejecutado todavía, y los huicholes continuaban en libertad En la segunda instancia uno de los magistrados de la Primera Sala, Ramón Soltero Guzmán, se excusó sin mayor explicación de conocer del caso y fue sustituido por otro Ahora, los magistrados del Tribunal Colegiado consideraron que no hubo justificación para la excusa, y eso motivó que se otorgara el amparo que había solicitado la defensa en favor de Hernández y Chivarra Con el propósito de realizar un reportaje sobre la vida de los indígenas, el reportero estadunidense había llegado a la zona huichol, al norte de Jalisco, el 6 de diciembre de 1998, pero una semana después de no aparecer, como había prometido que lo haría, su esposa reportó el caso, tanto a las autoridades mexicanas como al Consulado de Estados Unidos aquí, y se inició una intensa búsqueda en la que participaron hasta elementos del Ejército El día 16 de ese mismo mes fue localizado su cadáver, semienterrado, cerca del río Chapalagua, en la población de Popotita, del municipio de Mezquitic Entonces, la misma embajada norteamericana presionó a las autoridades mexicanas para que esclarecieran el caso y, al poco tiempo, presentaron a los presuntos responsables y, aunque en principio se dijo que el periodista había muerto por congestión alcohólica, tras realizarse dos autopsias se concluyó que había fallecido por estrangulamiento provocado por los detenidos, quienes habrían confesado que el estadunidense había tratado de agredir a la esposa de uno de ellos, y fue que reconocieron haber atentado contra él 20/02/03

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