* Sus aportaciones en diversos terrenos son invaluables; en 1803 llegó a México; se preparan aquí actos conmemorativos
México, D F (apro)- Han pasado doscientos años desde que Alexander von Humboldt visitó México
Con motivo de festejar la llegada a México de unos de los más prominentes científicos --biólogo, botánico, zoólogo, geólogo, químico naturalista, mineralista, dibujante, entre otras actividades-- de la historia, los gobiernos de Francia y de Alemania llevarán a cabo conjuntamente una serie de eventos en su honor
EL AVENTURERO
Aún no había cumplido seis años de edad, cuando Alexander ya sabía leer y escribir Un muchacho un poco mayor que él le había enseñado: su hermano mayor Wilhem
Su padre, un oficial del ejército de Federico “El Grande”, murió cuando Alexander apenas tenía diez años Su madre, descrita como “una mujer poco emocional, no afecta a mostrar cariño a sus hijos”, se aseguró, sin embargo, que éstos tuvieran la mejor educación posible, lo cual le fue posible gracias a su caudalosa fortuna
Así, Wilhem y Alexander fueron educados por tutores, como acostumbraba la gente adinerada de la época, y toda la formación de primer nivel que ambos hermanos recibieron fue resultado de ello
Empleado por el Departamento Prusiano de Minas a la muerte de su madre, Alexander von Humboldt se convirtió en supervisor en jefe, el puesto más alto después del de un ministro
Heredero de una enorme fortuna, decidió entonces utilizarla para planear diferentes expediciones científicas Durante su preparación pasó algún tiempo conviviendo con genios como Goethe y Schiller, con quienes compartía un interés común en ciertos aspectos de la morfología y la geografía
Lo interesante es que Alexander era un cosmopolita ávido de conocer el mundo y, sobre todo, de estudiar la vida, la naturaleza y la biodiversidad (término éste sólo de uso actual) No tenía intereses políticos ni deseaba establecerse en ningún lugar preciso
Como parte de su preparación viajó a París, para conocer las colecciones botánicas y aprender las nuevas tecnologías científicas Ahí conoció al botánico francés Aime Goujard Bonpland, quien se le unió en la idea de una expedición a “las Américas”
De París viajaron a Barcelona, y de ahí a Madrid, donde se quedaron por cinco meses A través de sus múltiples contactos en Berlín, Von Humboldt se las arregló para obtener los permisos necesarios con vistas a viajar por las colonias españolas
En aquellos tiempos la línea política imponía que aquellos que no fueran españoles no podían viajar al Nuevo Continente Fue el rey mismo quien se encargó de otorgarle el permiso para viajar, pero bajo la condición de hacer colectas para los museos españoles
EL GRAN VIAJERO
Von Humboldt se consideraba a sí mismo como un empírico Para él “el entendimiento de la naturaleza como un todo, prueba la fuerza integral de la naturaleza”
Durante los siguientes cinco años, Humboldt y Bonpland recorrieron durante cinco años Sudamérica en la fragata española “Pizarro”
Recorrió todo lo posible, desde el río Orinoco completo venezolano hasta las tierras de Cuba, Colombia y Ecuador --subió a las cumbres de los volcanes Pichincha y Chimborazo
No fue sino hasta 1803 que llegó a México, donde de inmediato se convirtió en uno de los principales asesores de gobierno mexicano
Una vez que hubo agotado la mayor parte de sus recursos, regresó a Europa donde se dedicó a impartir conferencias en el Instituto Nacional de París Decidió entonces que lo poco que le quedaba lo utilizaría para editar los múltiples libros que había escrito y acabar de pagar sus deudas Además se enroló como profesor en la Nueva Universidad de Berlín Fue entonces que el rey premió a Alexander con un enorme estipendio a cambio de ninguna responsabilidad, y de por vida
Conferencias, exposiciones y una amplia publicación de sus libros serán algunas de las actividades que la Embajada de Francia y Alemania preparan para conmemorar la llegada de Von Humboldt a México