Pese a los negros antecedentes del líder de la oposición iraquí Ahmed Chalabi y de la cuenta pendiente que tiene con la justicia de Jordania, Estados Unidos reiteró que éste puede ayudar a Irak en la restauración de su gobierno tras la invasión aliada En conferencia de prensa, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, aclaró que no se entrometerá en los antecedentes de ninguno de los integrantes del Congreso Nacional Iraquí (INC) Sin mencionar directamente a Chalabi, el halcón indicó que los líderes del INC “tuvieron su oportunidad para presentar sus casos y tratar de persuadir a otras gentes en ese país de que ellos tienen méritos para contar con su apoyo” A su vez, el vocero de la Casa Blanca, Ari Flescher indicó que no tenía conocimiento específico de todos sus antecedentes, “pero claramente, él es una de las personas a quien Estados Unidos ve de manera favorable para ayudar a los iraquíes, aunque existen otros también” El portavoz aclaró que Chalabi “es uno de los cuatro líderes que reconocemos y con quien hemos trabajado por varios años en respuesta a una ley aprobada por el Congreso y un presidente demócrata, para otorgar apoyo al INC Ésta es una cuestión de la política estadunidense” Chalabi, un destacado líder de la oposición chiita al régimen de Saddam Hussein, es visto con recelo desde sectores de su misma fracción religiosa, debido al fuerte apoyo que recibe de parte del gobierno estadunidense, que no ha ocultado su entusiasmo por integrarlo al nuevo gobierno de Irak Sin embargo, ese frenesí no ha llegado al grado de confirmar que el líder opositor tiene ya un cargo dentro del nuevo sistema iraquí El mismo Jay Garner, encargado estadunidense de la administración en Bagdad, aseguró que ni éste ni ningún otro líder ha sido reconocido por Estados Unidos, declaración que, por cierto, contradice el presunto interés de esta nación por “liberar” al pueblo iraquí Chalabi, que abandonó Irak a los 11 años, tiene un peso importante entre la población chiita de su país Y fue un destacado cabildero de la oposición contra Hussein ante Estados Unidos y Gran Bretaña Sin embargo, en 1992 fue acusado y sentenciado –en ausencia-- por la justicia jordana por su responsabilidad en un fraude que llevó al colapso al Banco Petra, que él mismo fundó 25/04/03