Rechaza De la Fuente leyes del mercado en la educación

jueves, 5 de junio de 2003 · 01:00
México, D F (apro)- Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, dijo hoy que “no es posible aceptar que las leyes del mercado se instalen de lleno en el sistema educativo, pues donde prevalecen se desnaturaliza la enseñanza” Añadió: “Si esto ocurre, la educación acabará convirtiéndose en una industria y dejará de ser el crisol donde se forja la identidad de cada nación” De la Fuente dijo lo anterior luego de recibir la Medalla Académica Universidad Nacional por parte de la Universidad Nacional de Costa Rica, en la gira que realiza por Centroamérica Afirmó: “Si lo esencial en la política es dar respuestas a los problemas de la sociedad, hoy más que nunca, en nuestros países, la política debe centrar su mirada en la educación, para encontrar soluciones y tratar de sacar el mayor provecho de la globalización y de la revolución tecnológica” Ante representantes de universidades e instituciones de educación superior de ese país, De la Fuente señaló que en la actualidad hay una demanda creciente por parte de la sociedad por educarse cada vez mejor, mientras que los estudios duran más y son de mayor costo “Para limitar estos costos, algunos países han empezado a reducir su oferta educativa y otros confían al mercado la tarea de hallar los recursos necesarios para financiarla Otras instituciones de enseñanza se han convertido más en empresas que ofrecen sus servicios que en formar seres humanos, generar conocimientos y difundir la cultura”, añadió Es decir, explicó, “el mercado no es sensible a las aspiraciones sociales de los países ni solidario con sus mejores causas, por lo que aun cuando las universidades no pueden sustraerse a las leyes del mercado, sí deben coadyuvar a modularlas” Al iniciar su gira de trabajo por Centroamérica, De la Fuente se reunió con el Consejo Nacional de Rectores (Conare), que agrupa a representantes de las instituciones de educación superior de Costa Rica En el auditorio “Clodomiro Picado”, donde le fue entregada la presea, De la Fuente ofreció la conferencia “La universidad pública de cara al siglo XXI”, en la que dijo: “La universidad es una institución sólida Desde sus orígenes medievales ha sido capaz de sostenerse a lo largo de los siglos y, aunque en forma periódica ha sido cuestionada, su fortaleza le ha permitido resistir y adaptarse a los cambios “El reto fundamental de las universidades públicas en países como el nuestro, es asumir su responsabilidad para conjurar la amenaza de que esta era del conocimiento revierta a una nueva edad oscura, caracterizada por las falsas creencias, la idolatría hacia los mercados y los fundamentalismos tecnológicos”, expresó Por ello, dijo, es esencial que los gobiernos tengan una concepción clara del papel que pueden jugar las universidades para orientar su desarrollo social y contribuir a acortar la brecha entre ricos y pobres, que puede llegar a ser insondeable Agregó: “La universidad pública, la educación, la ciencia y la cultura, se integran y se convierten en instrumento de capilaridad social, al tiempo que propician que el conocimiento avance “Un país sin ciencia propia –agregó--, sin conocimiento propio, está irremediablemente condenado a sumirse en sus rezagos” Advirtió sobre “una nueva y poderosa competencia para las instituciones de educación superior: los sistemas de tele–enseñanza y autoeducación, los cuales han crecido en forma paralela y, en algunos casos, más acelerada que las propias universidades Por tal motivo, la universidad debe mantenerse a la vanguardia de la tecnología educativa” Dio estas cifras: en los países desarrollados se concentra el 15 por ciento de la población mundial, y se estima que el 88 por ciento tiene acceso a internet En tanto, en las naciones en desarrollo se encuentra el 85 por ciento de los habitantes del mundo y sólo el 12 por ciento tiene acceso a la red Puso otro ejemplo: el capital acumulado por los tres hombres más ricos del mundo, que tienen fuertes inversiones en empresas líderes en el desarrollo de nuevas tecnologías, supera el Producto Interno Bruto (PIB) de los 48 países más pobres del planeta “Pretender tratar como iguales a los desiguales, no es más que privilegiar más a los privilegiados”, afirmó De la Fuente expuso “realidades preocupantes”, ilustradas con datos del Banco Mundial (BM): una división entre países pobres y ricos muestra que, mientras el ingreso de estos últimos es 42 veces mayor que los primeros, su gasto en investigación es 218 ocasiones superior “Hoy, se estima que el conocimiento se duplica cada cinco años y que aproximadamente el 90 por ciento de todo el conocimiento actual se generó en los últimos 30 años “Las economías pequeñas que hoy son poderosas, en las últimas décadas tuvieron un incremento gradual y sostenido de su gasto en educación y, de manera particular, en enseñanza superior e investigación científica”, señaló De la Fuente explicó que en el mundo existen unas siete mil universidades registradas, pero de los 560 millones de jóvenes que deberían acceder a ellas, sólo lo hacen 88 millones “En las naciones ricas, uno de cada dos muchachos accede a éste nivel, mientras que en las pobres, sólo llega uno de cada diez En México, la cifra es de dos de cada diez”, explicó En México, añadió, de los cerca de dos millones de estudiantes matriculados en instituciones de educación superior, el 75 por ciento lo hace en universidades públicas “Y mientras en ellas el costo anualizado por alumno oscila en promedio entre los dos mil y tres mil dólares, en las privadas es de entre cinco mil y ocho mil dólares, y en algunos casos más de diez mil dólares al año” 04/06/03

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