Don Polo, un asesinato anunciado

sábado, 12 de febrero de 2011 · 01:00

Nuevo Ideal es un municipio de Durango que parece una sucursal del infierno: el secuestro es cosa de todos los días y lo cometen los mismos vecinos o conocidos de las víctimas. Desde allá vino a Proceso don Polo a principios de este mes para contar el suplicio que había vivido por el plagio de su hijo. Su vía crucis lo llevó a denunciar el delito ante el Ejército, ante el gobierno y la Procuraduría de Durango, ante la SIEDO y la Marina... y ante Los Pinos, donde sólo le recibieron un escrito. Nadie le hizo caso. Ahora don Polo está muerto. Lo asesinaron.

MÉXICO, D.F., 12 de febrero (Proceso).- “¡Venimos por ti, compa!”, gritaron los hombres vestidos como soldados mientras con los cuernos de chivo le apuntaban a Leopoldo Valenzuela Escobar, don Polo. Él se quiso defender, sacó su pistola, pero los tiros de los AK-47 lo abatieron. Murió minutos después de llegar al hospital.

Fue la mañana del viernes 4. Acababa de abrir su refaccionaria en Nuevo Ideal, Durango. Cuatro meses antes habían secuestrado a su hijo Leopoldo, Leo. Y aunque pagó el rescate no lo liberaron. Pidió ayuda al gobernador y al procurador de Durango y al Ejército. Todos lo ignoraron.

Buscó por su cuenta y dio con los secuestradores. Descubrió que están protegidos por funcionarios estatales y el Ejército. Denunció en la Procuraduría General de la República (PGR), en la Secretaría de Marina y en la Presidencia de la República. Nadie lo ayudó. Al parecer su ejecución fue una venganza por denunciar el plagio.

Cuatro días antes de su asesinato don Polo llegó a la redacción de Proceso para hablar de su caso. Con rostro cansado, reflejaba más el peso de los 130 días sin saber de su hijo que sus 80 años de vida.

Se sentó y acomodó sus documentos sobre una mesa. Sus manos temblaban. Aceptó un té. Se tranquilizó y empezó el relato:

“Eran las 7 de la tarde del 23 de septiembre (de 2010). Mi hijo Leo se encontraba en un yonque (deshuesadero) de su propiedad atendiendo a los clientes; de pronto se percata de que frente al negocio se para una camioneta Tahoe, color arena. Bajaron 4 hombres encapuchados y vestidos con uniforme tipo militar. Entraron por él. Lo golpearon con las armas y lo subieron al vehículo, se fueron rumbo al municipio de Santiago Papasquiaro”.

 

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