21 escritoras mexicanas revolucionarias

lunes, 14 de febrero de 2011 · 01:00

Una antología de 21 escritoras mexicanas conforma los dos volúmenes de Óyeme con los ojos. De Sor Juana al siglo XXI, en compilación de la investigadora Patricia Rosas Lopátegui, quien en breve la presentará en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM).

Editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la antología que se presenta cronológicamente parte de un “hilo conductor” llamado sor Juana Inés de la Cruz, cuyo prólogo fue escrito por Élmer Mendoza.

Próximo a distribuirse en las librerías de Educal, Rosas Lopátegui, entrevistada vía telefónica a Nuevo México, Estados Unidos, donde reside e imparte cátedra de literaturas mexicana y latinoamericana en la New Mexico State University, explica a Proceso:

“Fue algo que surgió hace dos años, trabajo sobre las escritoras del siglo XX, comenzando con la vanguardia y las posrevolucionarias, y a través del tiempo he hecho un archivo de sus obras.”

En el primer volumen aparecen textos de las siguientes autoras:

Sor Juana Inés de la Cruz, Nahui Olin, Antonieta Rivas Mercado, Nellie Campobello, Guadalupe Dueñas, Elena Garro, Guadalupe Amor, Rosario Castellanos, María Luisa Mendoza, Amparo Dávila e Inés Arredondo.

Y en el segundo:

Luisa Josefina Hernández, Elena Poniatowska, Beatriz Espejo, Silvia Molina, Sabina Berman, Estela Leñero, Ana Clavel, Cristina Rivera Garza, Carmina Narro y Liliana V. Blum.

“Todo parte de las mujeres transgresoras”, refiere Rosas Lopátegui, biógrafa de Elena Garro, de la cual ha publicado Yo sólo soy memoria. Biografía visual de Elena Garro (1999); Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (2002), y El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica (2005), entre otros, como la recopilación de su teatro completo en el Fondo de Cultura Económica. Fue su agente literario, y lo es de su hija, Helena Paz Garro.

“La primera es Sor Juana, con ella inicia todo, yo siempre había querido hacer algo con ella. Es un referente, una inspiración, pero no algo que se hubiera hecho antes, sino algo novedoso.

“Se me ocurrió preguntarle a las escritoras que están con vida lo que significaba Sor Juana para ellas, me contestaron, me dieron sus opiniones y eso es lo que abre cada capítulo sobre ellas. Y de las escritoras ya finadas busqué algún referente de sor Juana en sus obras y así fue como se hicieron sus respectivos epígrafes.” 

Acerca de la intención del libro, responde:

“Recordarles a todos, a las nuevas generaciones, que tenemos una gran literatura proveniente de mujeres que no se leen ni son obligatorias en la escuela. Quisiera que se leyera a Nellie Campobello tanto como a Juan Rulfo, a Elena Garro como a Carlos Fuentes, etcétera. Hay una desproporción genérica que es terrible. Quiero que se recuerde la revolución y aportación de la letra femenina en México.”

–¿Están todas las que deben de estar?

–Es muy interesante eso, una de las preguntas repetitivas en la presentación de la FIL fue: “¿Por qué no incluiste a Margo Glantz? ¿Por qué no a Julieta Campos? La respuesta es que esto es una antología, implica una selección, es imposible incluir a todas.

–¿Las 21 escritoras de los volúmenes tienen alguna influencia en su trabajo?

–Por supuesto, finalmente esto habla de mí también, es como una biografía, y creo que esa es la respuesta, una respuesta más íntima, son las que me han influido, con las que me identifico y con las que tengo un diálogo literario casi cotidiano.

“No es que las que faltan no sean relevantes, por supuesto que lo son, pero creo que también tiene que ver un poco con el gusto del antologador. No desacredito la relevancia de esas escritoras, pero no es un diccionario de escritoras.”

En cada apartado, además de una selección de textos y bibliografía, se encuentran semblanzas, remembranzas, evicciones, apreciaciones, entrevistas y ensayos sobre las autoras, dice Lopátegui:

“Lo que me interesaba era hacer un trabajo de rescate, que el lector pueda ver las diferentes facetas en las que se desempeñaron, que cuando el lector lea un capítulo tenga un universo completo de cada una como escritora, y dejarlos deseosos de conocer más sobre ellas.”

Rosas Lopátegui incluyó tres poemas inéditos suyos: “Señorita Nelly” dedicado a Nellie Campobello, “Hablo de ti” para Antonieta Rivas Mercado y “Una nueva lección de cocina” para Rosario Castellanos.

Originaria de Tuxpan, Veracruz, estudió letras españolas en el Tecnológico de Monterrey, maestría en literatura hispanoamericana y un doctorado, ambas en la New Mexico State University.

Después de presentar Óyeme con los ojos en el FILPM el 3 de marzo a las 17 horas, irá a Monterrey el día 6 para inaugurar con esta edición la nueva Casa Universitaria del Libro de la UANL, y el 8 en el Centro Cultural Tijuana (Cecut).

 

(*) Este texto se publica en la edición 1789 de la revista Proceso.

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