Triste telenovela franco-mexicana

martes, 1 de marzo de 2011 · 01:00

Consultados por Proceso, importantes protagonistas del Año de México en Francia –suspendido por México debido a la presión del presidente Nicolas Sarkozy en el conflicto sobre la prisionera gala Florence Cassez–, se notan frustrados, enojados, indignados, impotentes ante el naufragio de proyectos en los que invirtieron muchos meses de energía e ilusión. Muy pocos, sin embargo, se expresan sin cortapisas, y siguen dando la pelea para salvar a como dé lugar lo que aún se puede salvar, enfrentados a la manipulación de la política sobre la cultura.

PARIS, 1 de marzo (Proceso).- Los actores culturales involucrados en el Año de México en Francia lo confiesan al unísono: viven una auténtica pesadilla.

Entre los que no dudan en hacer público su coraje están dos directores de festivales de cine: Eric Gouzannet, quien encabeza el Festval Travelling de la ciudad bretona de Rennes, y Francis Saint Dizier, presidente del Festival Cinematográfico de Toulouse.

El primero escribió una carta abierta a Nicolas Sarkozy en la que le pidió que “revise su decisión de dedicar el Año de México en Francia a Florence Cassez”.

Y recalcó:

“No se puede pedir a artistas, cineastas, escritores y científicos franceses así como a mexicanos que acepten ser utilizados como medio de presión en asuntos de justicia y diplomacia.” 

El segundo, en el matutino Libération, que dedicó dos planas enteras de su edición del 22 de febrero al Fiasco del Año de México en Francia, expresó:

“El hecho de que nuestro festival sea organizado por una asociación independiente no permite mantenernos al margen de ese mierdero en el que la cultura se vuelve rehén de los políticos. Vamos a dejar la palabra a los cineastas mexicanos que son muy críticos sobre la situación de su país.”

Ambos lograron conseguir fondos para pagar los boletos de avión de los realizadores mexicanos invitados, gasto que inicialmente corría a cargo de Relaciones Exteriores y Conaculta. Los dos se enorgullecen de conservar su programación sin alteraciones.

Inconsolable suena Hélène La Font Couturier, directora del Museo galo-romano de Saint Romain-en-Gal, ubicado al sur de la ciudad de Lyon. La exposición México: Las culturas antiguas de Veracruz, estaba montada y lista para ser inaugurada cuando llegó la noticia oficial de su cancelación. Se tuvieron que empacar a toda velocidad las 200 piezas arqueológicas prestadas para devolverlas a México. Era la primera vez que se iban a exhibir semejantes tesoros en Europa.

“Los curadores mexicanos tenían lágrimas en los ojos cuando se enteraron de esa decisión”, comenta sin más La Font Couturier.

Marc Restellini, director de la Pinacothèque de París, se limitó a publicar un comunicado de prensa tajante para anunciar la cancelación de la muestra Máscaras de jade maya, que supuestamente debía ser inaugurada el 3 de marzo.

Expresó:

“Durante una semana el gobierno mexicano pareció dispuesto a preservar esa exposición fuera de lo común, tomando en cuenta el hecho de que ya estaba muy adelantada, las excelentes relaciones que se establecieron entre los museos mexicanos y la Pinacothèque de París y también el respeto que se debe tener para con el público que esperaba ese evento con impaciencia.”

Restellini enfatizó:

“Sin meterme en la polémica general, deploro el despilfarro cultural de la cancelación del Año de México en Francia y me importa subrayar las dificultades financieras a las que pueden ser confrontadas las empresas francesas que se involucraron en ese evento.”

La noticia de la anulación de Máscaras de jade maya fue percibida como augurio funesto en el Museo de Bellas Artes de Burdeos, que tiene planeada una  de las exposiciones faro del Año México en Francia. Se trata de Diego Rivera, de México al París de los cubistas, una gigantesca muestra desplegada en dos pisos del museo que reúne obras prestadas por siete recintos mexicanos: el Museo-Casa Diego Rivera de Guanajuato, el Museo Nacional de Arte, el Museo de Arte Moderno, el Museo Carillo Gil, el Museo Regional de Guadalajara, la Fundación Amparo-Museo Amparo de Puebla, la colección del gobierno de Veracruz; uno francés: el Museo de Arte Moderno de París; y dos españoles: el Thyssen y el Nacional Centro de Arte Reina Sofia, así como por coleccionistas privados.

“Las obras que México debía facilitar no llegan todavía a Francia”, reconoce suspirando Françoise García, curadora dela exposición prevista para durar dos meses, del 10 de marzo al 5 de junio.

“No tenemos noticia de nuestros interlocutores oficiales mexicanos. Estamos esperando que se manifiesten”, confía nervioso el encargado de prensa de la alcaldía de Burdeos, de la que depende el Museo de Bellas Artes.

Fue el Instituto Cultural de México en París el que dio a conocer la decisión de la autora mexicana Cristina Pineda de cancelar la presentación de su novela gráfica Las leyendas de Xico –recién traducida al francés– en el Museo Branly de París. Voceros del museo contactados por la reportera optaron por no comentar su iniciativa.

 

Indignación

 

Raúl Velasco y Kristin Meller, en cambio, no esconden su indignación. Ambos crearon hace 10 años la Asociación para la Estampa y el Arte Popular,  que cuenta con  un taller de grabado y una pequeña galería de arte. Ubicada en la muy poética Rue des Cascades, en un barrio oriental de la capital, su asociacion se fue imponiendo poco a poco al paisaje cultural parisino independiente.

Velasco explica:

“Hace dos días Octavio Fernández, director del Museo Nacional de la Estampa de México, nos anunció con la muerte en el alma, que debíamos renunciar a nuestra colaboración. Entre el 7 de abril y el 31 de mayo teníamos programadas dos exposiciones de obras grabadas y litografías de 14 artistas del taller de La Ceiba Gráfica del estado de Veracruz. Tres de ellos iban a viajar a Francia y quedarse dos semanas en París en el marco de un programa de residencia de artistas. Trabajamos un año en ese proyecto que entusiasmó tanto a Octavio Fernández como a los propios artistas veracruzanos, sin hablar de nuestro público y de los grabadores franceses interesados en descubrir La Ceiba Gráfica.”

Recalca:

“Es inadmisible que asuntos jurídico-político-diplomáticos echen a perder múltiples iniciativas franco-mexicanas no institucionales que generó la celebración del Año de México en Francia en todo el país.”

Misma indignación de parte de Stéphane Amiel, productor de un maravilloso festival, Les femmes s’en mêlent, dedicado a la creación musical femenina independiente. Ese evento, que durará del 19 de marzo al 3 de abril, se llevará a cabo en París y otras ciudades, y presentará a mujeres compositoras de todos los continentes. Las mexicanas debían ser las invitadas de honor.

“Ahora no sabemos lo que va a pasar con nuestras estrellas mexicanas. Somos una pequeña estructura y no podemos hacernos cargo de sus boletos de avión. Nos comprometimos a asumir los gastos de su gira por Francia, del alquiler de todo el material que necesitan y por supuesto de su retribución.  Después de que la  parte mexicana suspendiera su participación, empezamos a  tocar todas las puertas para poder invitar siquiera algunas de las compositoras explosivas que habíamos programado.”

Estas bombas de la escena musical independiente mexicana son: Amandititita, que Stéphane Amiel presenta como “reina de la anarcumbia, polémica  y políticamente incorrecta”; el dúo intergaláctico, Afrodita integrado por Karin Burnett e Immanuel Miralda, que mezclan música romántica, tropical y “electrocumbianbera”, y cantan disfrazadas de aztecas futuristas; Jessy Bulbo, “una de las artistas femeninas más afamada del rock independiente latinoamericano”, subraya Amiel; Sonido Lasser Drakar, dúo respetado en los medios de música tecno, hip hop y house e integrado por Emilio Acevedo y Danette Newcomb; y finalmente Pau y Amigos, integrado esencialmente por mujeres aristas de la música electrónica.

“Queremos asegurar a como dé lugar la presencia de artistas mexicanas en nuestro festival. Nos importa resistir a los políticos e impedir que ganen esa victoria contra la cultura. El festival Les femmes s’en mêlent es una oportunidad única de dar a conocer en Francia creadoras de la escena independiente  mexicana y establecer lazos entre la juventud”, enfatiza Amiel.

En la Ferme du Buisson, afamado centro nacional de creación contemporánea ubicado en las afueras de París, todo el mundo se moviliza para salvar el interesante programa dedicado a México.

Eleonore Weber y Patricia Allio llevan más de dos años trabajando sobre Premier Monde/Primer Mundo, una obra bilingüe en la que actúan artistas  mexicanas y europeas.

Primer Mundo toca el tema de la migración en forma de catarsis, según explican sus autoras y realizadoras. Precisan:

“Dos mexicanas, un español y un francés se encuentran para lanzarse en un juego de rol en una escenificación del paso clandestino de un país a otro. Poco a poco l

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