"Thor": comedia, acción y Shakespeare

viernes, 20 de mayo de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 18 de mayo (apro).-  La cinta dirigida por Kenneth Branagh y estelarizada por Chris Hemsworth, Anthony Hopkins y Natalie Portman es una de las mejores películas que se hayan hecho sobre súper héroes originarios del mundo del cómic.

Thor (EU-2011) es una película sumamente redonda: una historia bien construida, actuaciones decentes, buenos efectos y escenas de acción emocionantes, dignifican a las cintas de este género y nos hacen ver que, si bien no hay que tomárselas tan en serio, tampoco se trata de hacer una historia vacía, rellena de puros efectos especiales.

La historia trata a cerca de la caída de Thor, heredero al trono de Asgard, cuya soberbia le vale el exilio y la pérdida de sus poderes a manos de su padre,  el rey Odín.

Thor es una valiente y temerario guerrero que desea aplastar a los gigantes de hielo, enemigos de Asgard, quienes el día de su coronación intentan robarse una poderosa reliquia.

Los planes de los gigantes fallan, pero la coronación de Thor no tiene lugar. Molesto, nuestro héroe decide actuar por cuenta propia, junto con sus guerreros más fieles y con su devaluado hermano Loki (Tom Hiddleston), lo que pone en riesgo un tratado de paz entre los dos reinos. Enojado,  Odín decide quitarle sus poderes y enviarlo a la Tierra.

En nuestro planeta, Thor se topa con la bella Jane Foster (Portman), y se topa también con un mundo en donde él no es nadie. Para colmo, su hermano Loki pasará a visitarlo con muy malas noticias… Lo que Thor no sabe es que Loki esconde un terrible secreto. 

Con un guión muy bien construido, Branagh es capaz de explotar al máximo las debilidades y fortalezas del camino de nuestro héroe. Por un lado, tenemos a este soberbio guerrero rubio que cae a nuestro planeta, sólo para encontrar un mundo en el cual no sólo no encaja si no que se ve bastante ridículo. La caída es apabullante, humillante y a la vez, bastante cómica.

Pero cuando Thor debe levantarse, serios conflictos dramáticos emergen: Thor no sólo debe enfrentarse físicamente a sus oponentes si no que tiene que lidiar con traición, envidias y luchas de poder al estilo shakespereano, algo que Branagh conoce bastante bien.

De pronto, Thor, la película, se convierte en algo más que meros efectos visuales, spots y carteles publicitarios, sino que es capaz de transformarse en una cinta conmovedora.

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