La música no genera violencia, dicen Los Tucanes de Tijuana
MONTERREY, N.L. (apro).- Integrantes del grupo Los Tucanes de Tijuana advirtieron este jueves que defenderán a toda costa la difusión de los corridos porque son parte de la cultura y del gusto de la gente.
La música, advirtieron, no es responsable de que se eleven los índices de violencia en el país.
Mario Quintero, vocalista, compositor y líder del grupo musical, reconoció que sus creaciones siempre están expuestas al veto y está consciente de que él y sus compañeros pueden ser “amordazados por los filtros sociales que deploran la difusión de los llamados narcocorridos”.
La declaración de Quintero se da luego de que la semana pasada el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, prohibió la difusión de narcocorridos en bares, cantinas, discotecas y centros de fiestas de la entidad.
En entrevista telefónica, después de presentar en la ciudad de México su más reciente disco, “El árbol”, el vocalista de Los Tucanes asegura que sus canciones tendrían aceptación inmediata si fueran firmadas por un escritor reconocido o públicamente culto o con credenciales académicas.
“Si te metes a una tienda de videos, la mayoría de las portadas son con armas. Los videojuegos dirigidos a los niños son pura violencia, con ellos aprendes a matar, a robar, a decapitar. Y si entras a una librería ves las portadas de ‘México en Llamas’, ‘México Corrupto’”.
Y pregunta: “¿Por qué esto (la censura) va en contra de quienes hacemos canciones y corridos? Será por que a lo mejor no tenemos maestría en literatura. Siento que es una discriminación hacia nuestro género y nuestra música, y no es justo que le prohíban un gusto a la gente”, puntualiza la primera voz de la agrupación, quien reconoce que únicamente cursó el tercer año de secundaria.
La canción “El árbol”, tema que le da nombre al disco número 32 de Los Tucanes, fue promocionada a través de un video en el que aparecen en una misma mesa un personaje parecido al capo Joaquín El Chapo Guzmán y otro idéntico al expresidente Vicente Fox.
En el videoclip, dirigido por el cineasta regiomontano Mike Rodríguez, se observa cómo el capo le entrega una maleta al guanajuatense, y enseguida se narra una historia con la canción “El jefe de la sierra”.
De acuerdo con Quintero Lara, con esa canción se busca representar la realidad del país. “Es un tema que ha caído en el gusto de la gente –y es diferente a lo que hemos hecho–, con la misma intención de divertir y agradar, ejerciendo nuestra libertad de expresión”.
“El árbol”, subraya, “es una metáfora, un doble sentido, una protesta. Damos nuestra opinión, muy personal, con la intención de que la gente saque sus propias conclusiones y se entretenga. Es un corrido muy diferente a los que hemos hecho anteriormente, algo politicón (donde se) retrata ese momento que se vive en el país, para que la gente tome conciencia”.
En el mismo disco se incluye la canción “El diablo”, que compuso para la película “El infierno”, estrenada el año pasado.
Según el compositor, Los Tucanes, con más de dos décadas de trayectoria y 14 millones de discos vendidos, sólo relatan los acontecimientos de la época que les ha tocado vivir, por lo que lamentó la censura que ha empezado a imponerse en torno de los narcocorridos en algunos estados de la República.
“Es triste que los gobiernos dediquen su tiempo y presupuesto a ir en contra del gusto de la gente y la cultura, como la música. Los corridos no son la causa de la problemática, son consecuencia de lo que pasa, no tienen nada qué ver”, dice.
Y puntualiza: “Si los corridos causaran la violencia o el narcotráfico, nosotros seríamos los primeros en dejar de cantar corridos, pero son parte de lo que se vive. Así como antes había corridos de la Revolución, nos tocó vivir esta época y cantamos a los personajes de nuestra generación, de la misma manera como Frank Sinatra le cantaba a Al Capone. Nos tocó esta época de personajes polémicos de hoy”.
El compositor de “Fiesta en la Sierra”, quien hace 40 años nació en el poblado de La Bebelama, Sinaloa, afirma que a la gente le gusta que Los Tucanes escriban corridos sobre temas de actualidad, publicados en los medios y basados en hechos reales.
“Siempre hago los corridos basado en lo que se publica en la prensa, radio, tele e Internet. De ahí viene el morbo y la polémica, pues hacemos corridos con principio y fin, y hacemos historias que no se han publicado tanto”, subraya.
Hay otras canciones, añade, que se basan en anécdotas que les cuentan seguidores de la agrupación, quienes relatan sucesos que no han salido a la luz pública. No obstante, el músico asegura que se impone límites para no exponerse a represalias, pues sabe que como artista su función es divertir, no demandar.
“Todo lo vemos por el lado del entretenimiento y a veces nos auto restringimos y censuramos, porque es muy peligroso especular e inventar. No conviene, porque puedes cometer un error, y como músicos y compositores no es nuestro papel incriminar a alguien. Ejercemos la libertad de expresión hasta donde sea funcional y seguro”.
Según Quintero, su misión como grupo “es llevar música y entretenimiento para que la gente salga de la rutina y se divierta. Si no tenemos la capacidad de diferenciar una problemática de un corrido, o la violencia de una canción, estamos muy atrasados”.
Asimismo, señala que pese a su corte polémico, Los Tucanes encuentran en los corridos sobre narcotraficantes y poderosos sólo una vertiente de las muchas que exploran: cumbias, románticas, rancheritas, fusiones de rock y norteño.
“Los corridos los grabamos porque nos encanta, somos personas de la sierra que los escuchábamos de niños y siempre tuvimos esa inquietud, pero es un complemento de la carrera, porque los corridos son regionales y duran muchos años. Buscamos sumar el mayor público posible”, añade.
De acuerdo con el músico, hay personas que dicen que él tiene contacto directo con criminales, quienes supuestamente le relatan de primera mano las historias que refiere en sus creaciones.
Mario Quintero asegura que no le molesta que tengan esa impresión errónea de su persona, aunque no deja de sentirse incómodo por ello, pues sus acusadores, señala, debieran tomarse el tiempo para conocerlo a él y a los integrantes del grupo, y entender que son hombres de bien, dedicados a sus familias, y pasaron por un camino de dificultades para consolidarse en el gusto popular.
“Ojalá supieran cómo hemos batallado, de dónde venimos, cómo hemos luchado. Se debe conocer a las personas antes de juzgar positiva o negativamente. Los invito a que me conozcan y no me juzguen sólo porque creen, se imaginan, leen, especulan, por escuchar mis letras”.
Si fuera cierta la relación con delincuentes, “Tucanes sería la primera agrupación con dos décadas en el poder”, afirma con ironía.
El cantante dice que deplora la violencia y se entristece por la situación de inseguridad que priva en México, aunque asegura que, pese a todo, el país es un buen lugar para vivir.
“No hay que dejarle todo a las autoridades, podemos mejorar si aportamos un granito de arena, si nos portamos bien y ponemos el ejemplo. Creo que mucho de esto (la inseguridad) se debe a la falta de educación y de empleo, pero somos un país libre para vivir y trabajar”, concluye.
Además de Quintero, el grupo está integrado por Tomás Alberto Herrera (bajo), David Servín Reyna (percusiones), Alfredo González González (acordeón y segunda voz), Clemente Flores Mondaca (teclados y segundo bajo) y Gustavo Labrada Valenzuela (batería).