Polémica sobre los torneos de candidatos

viernes, 3 de junio de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 1 de junio (apro).- En los años setenta, el ajedrez que se organizaba mundialmente, sancionado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés), tenía un sistema muy claro para elegir al campeón del mundo.

El planeta estaba dividido en zonas y, por tanto, se organizaban torneos “zonales”. Los ganadores pasaban al torneo “interzonal”, de donde salían cuatro jugadores que iban a un torneo de candidatos que se jugaba por encuentros individuales, como en el tenis.

Había dos grandes torneos interzonales y se clasificaban hasta ocho jugadores para retar al campeón mundial de ese momento.

El ciclo en cuestión tardaba dos años y medio, aproximadamente, y el retador al campeón del mundo tenía que pasar por todos los filtros posibles, a fin de que quedara claro que este jugador que ganaba todas las justas era el indicado para retar al campeón reinante.

Pero el ajedrez cambió, y probablemente para bien. Hoy en día hay muchísimos más jugadores de ajedrez clasificados por la Federación Internacional. De hecho, en 1970, por ejemplo, la cifra de grandes maestros ascendía a 50.

Hoy, 40 años después, hay alrededor de mil, y eso habla de que el juego ciencia ha logrado permear poco a poco en el gusto de la gente. Y pienso que hoy día se juega más ajedrez que nunca.

No obstante esto conlleva una dificultad: ¿cómo organizar el ciclo del campeonato mundial para que todos los jugadores tengan al menos una oportunidad de participar y ver si son capaces de lograr retar al campeón mundial en turno?

Aparentemente los torneos zonales e interzonales ya no son suficientes. Entonces la FIDE decidió hacer un torneo de 128 jugadores, que se clasificaron en diversos torneos, para jugar un sistema de eliminación simple hasta llegar a una final. El ganador se convertía en el campeón del mundo.

Sin embargo un torneo de estas características no representa al mejor jugador del mundo, sea quien sea el que lo gane. Así, Alexander Khalifman se hizo campeón del mundo, igual que Ponomariov y el uzbeco Kasimdzhanov.

Y conste que no quiero decir que no sean jugadores extraordinarios. Sin duda lo son, pero el título de campeón del mundo exige a los que están en otra liga.

Cuando el sistema era estable y se hacían los torneos interzonales y todo lo que aquí hemos dicho, los que llegaron a campeón mundial estaban sin duda en otra clase. Karpov, Kasparov, Fischer, Botvinnik, Tal, Smyslov, Capablanca, Alekhine, Lasker, Steinitz, etcétera, eran jugadores fuera de serie y estaban  en su propia clase, por encima de los demás.

Ahora el vencedor puede ser el jugador que en ese momento esté en su mejor forma.

Y todo esto viene a cuento porque Boris Gelfand ganó el torneo de candidatos, venciendo en la final a Grischuk. El bielorruso, ahora israelí, ganó su lugar para disputar el campeonato del mundo frente a Viswanathan Anand.

Cabe señalar que quien han dicho que es el candidato más factible para retar al de la India es el noruego Magnus Carlsen, el cual rechazó competir en el torneo de candidatos porque el ciclo le pareció una burla, ya que en menos de un mes se tendría al candidato que retaría al campeón mundial en el 2012.

¿Por qué tanta prisa por tener un retador si el encuentro se llevará a cabo probablemente en marzo o abril del año que viene? ¿A cuenta de qué tanta velocidad?

Y esto es lo que ahora está en tela de juicio. La FIDE sabe que sus ideas en este sentido han sido muy criticadas y están buscando consensos. Habría que reorganizar todo el ciclo del campeonato mundial o decidir de una buena vez por todas si el mundo del ajedrez necesita un campeón del mundo.

Tal vez tengamos que hacer como en el tenis, o como en las carreras de autos, una especie de grand Prix, en donde los jugadores van acumulando puntos y al final del ciclo se decide quién es el mejor jugador de ese año.

No está claro qué hay que hacer. Mi propuesta es ampliar las zonas, hacer quizás cuatro interzonales y que 16 jugadores participen en un torneo de candidatos y se vayan eliminando en matches individuales, que podrían hacerse en lapsos de tres a cuatro meses y no todo en un mes. Eso daría a los vencedores a prepararse para sus ulteriores encuentros.

Al final la FIDE probablemente tendría un candidato que bien podría retar, sin asomo de dudas, al campeón actual.

No sé qué decida la FIDE, pero algo tiene que hacer. Su credibilidad está en duda seriamente.

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