MONTERREY, N.L. (apro).- Con un futbol sobrio y ordenado, Japón derrotó 1-0 a su similar de Jamaica en el segundo encuentro del Grupo B del Mundial Sub 17, este sábado en el Estadio Universitario. Un tanto de Masaya Matsumoto en la parte complementaria sentenció merecidamente un partido de bostezo ante ocho mil espectadores reunidos, según cifras oficiales. En este segundo encuentro de la primera ronda del grupo avecindado en Monterrey, los rivales aburrieron en el primer tiempo evidenciando un juego de contrastes. Los Reagge Boyz dirigidos por Wendell Donswell, usaban más la inspiración y la espontaneidad para circular la pelota, pero carentes de profundidad. Los nipones adiestrados por Hirofumi Yoshitake, en cambio, avanzaban ordenados, por las bandas y dividían centros al área que eran todos copados por las torres antillanas que custodiaban la zona central de la zaga y su arquero Nico Campbell, con estatura de 1.90 metros, el más alto del terreno de juego. El único sobresalto ocurrió cuando el jamaiquino Omar Holness estrelló un balonazo en el poste de la portería de Kosuke Nakamura. Al medio tiempo, el sonido local expresó a nombre de la Asociación Japonesa de Futbol agradecimiento a todo el mundo por el respaldo que tuvieron de la comunidad internacional tras el terremoto y tsunami que devastaron la costa este del país con el saldo de decenas de miles de víctimas, entre muertos, desaparecidos y damnificados. En la primera jornada entre Argentina y Francia la temperatura en el terreno de juego registró 48 grados centígrados. Pero en este segundo duelo, al caer la tarde, el sol fue más benévolo con temperatura que osciló entre los 30 y 35 grados. En la tribuna los asistentes se entretenían orquestando la ola bajo el calor que, a las 18:00 horas, cuando inició el encuentro, ya había menguado en la ciudad. La segunda parte se mantuvo con su monotonía. Japón circulaba el balón buscando penetrar la zaga jamaiquina, que se ocupó en amontonar elementos a la entrada del área. Al 71Masaya Matsumoto, que había entrado de cambio al 51, sentenció el encuentro. Cuando los reguetoneros se esmeraban por atacar con contragolpes, el chico japonés hizo una pared a la entrada del área por la banda derecha y se plantó solo frente a Campbell, al que fusiló con potente disparo raso de zurda. A partir de ese momento, el duelo se hizo tramitario. Los asiáticos conservaron el balón, alargando la cancha a los costados, mientras los antillanos se desesperaban por obtener minutos de posesión. El árbitro Neant Alioum, de Camerún, no tuvo dificultades a lo largo del cotejo.