MÉXICO, D.F. (apro).- En compañía de aproximadamente 30 representantes de organizaciones civiles, el poeta Javier Sicilia exigió a legisladores de la Comisión Permanente la discusión y eventual aprobación de la reforma política, que se analiza desde hace ya tres años. “Queremos que dejen de tener secuestrado al país. Que dejen de responder a intereses que no son los de los ciudadanos. Si tienen que trabajar horas extras, pues es su problema, la sacan,  porque es un mandato ciudadano. Háganle como puedan”, dijo Sicilia. Al final del debate entre legisladores y ciudadanos, los diputados del PRI, el PAN y el PRD se comprometieron a aprobar este año la reforma política. No obstante, los priistas advirtieron que el instrumento legislativo aún no tiene consenso en el tema de la reelección de legisladores y presidentes municipales. Durante la reunión se informó que este jueves se instalará en el Museo de Antropología la mesa de diálogo entre representantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y la Secretaría de Gobernación (Segob), donde también se discutirá la reforma política, tal como se acordó en el encuentro del pasado 23 de junio con el presidente Felipe Calderón. Desde hace varios meses, los ciudadanos que este miércoles participaron en la discusión con los legisladores pidieron una oportunidad para ser escuchados en el Congreso de la Unión, e incluso algunos de ellos participaron en distintos foros para demandar la aprobación de cuatro puntos esenciales de la reforma política: candidaturas independientes o ciudadanas, consulta popular, reelección legislativa y de ediles, e iniciativas ciudadanas. Además, el pasado 8 de mayo, durante la concentración en el Zócalo capitalino, Sicilia propuso aprobar la reforma política incluyendo el voto en blanco, pero con énfasis en las candidaturas ciudadanas, para lo cual demandó un periodo extraordinario de sesiones en la Cámara de Diputados, a fin de darle validez en las elecciones del 2012. El PRI no lo aceptó. Antes de la reunión con el grupo encabezado por Sicilia, Francisco Rojas, líder de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, señaló que aunque hubiera un periodo extraordinario de sesiones, la propuesta del escritor y colaborador de Proceso ya no alcanzaría a discutirse y se iría hasta el periodo ordinario que empieza en septiembre. “No vamos a aprobar una ley vital para el país por presiones y de prisa”, añadió Rojas. En el Senado, Sicilia y su grupo fueron recibidos por los legisladores Manlio Fabio Beltrones (PRI) y José González Morfín (PAN). Sin embargo, la reunión no se realizó en el pleno de la Comisión Permanente, como exigían los ciudadanos, sino en el salón de protocolo de la presidencia del Senado, y asistieron sólo los diputados Francisco Ramírez Acuña, del PAN; Armando Ríos Piter, del PRD, y los priistas Carlos Flores Rico, Sebastián Lerdo de Tejada y José Ramón Martel. Antes de iniciar el debate apareció de manera sorpresiva la diputada Josefina Vázquez Mota, quien se sentó en el lugar de Sicilia. La panista dijo que su partido apoyaba tal cual la iniciativa que envió el Senado el pasado 28 de abril, pero que el PRI estaba bloqueando su aprobación. Carlos Cuevas, también panista, secundó a la exsecretaria de Desarrollo Social y acusó directamente al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, de querer negociar toda la reforma a cambio de que se incluya la cláusula de gobernabilidad. El tema disgustó a los ciudadanos, quienes reclamaron a los tres diputados priistas por sus intentos de retroceder políticamente con esa cláusula, que fue eliminada desde 1997, en virtud de que permitía al partido político con más votos tener la mayoría de escaños y, de esa manera, dominar el Congreso de la Unión. Lo que quieren los priistas, si Peña Nieto gana la elección de 2012, es tener controlada la Cámara de Diputados y el Senado, para hacer todo lo que quieran, asestaron los ciudadanos. El diputado Martel, quien defendió la cláusula de gobernabilidad, dijo que no podían suscribir la minuta enviada por el Senado hasta que no se discutieran todos los temas en los que no están de acuerdo, entre ellos la reelección legislativa y la de ediles. Este último punto, añadió, debería discutirse en los congresos de los estados. Pero los ciudadanos lo corrigieron al recordarle que se trataba de una reforma constitucional, por lo tanto su aprobación corresponde al Congreso de la Unión. En un intento por calmar los reclamos de los ciudadanos, quienes advirtieron que el país está en una emergencia nacional y cada vez avanza más el poder del narcotráfico, Lerdo de Tejada propuso seguir con la discusión y mantener un diálogo permanente con la ciudadanía. Como respuesta, los activistas afirmaron que no permitirían más engaños. “Nos está cargando la chingada, y si ustedes no quieren jalar la carreta, háganse a un lado”, espetó Jorge Flores, un empresario de Sinaloa. Después de tres horas de reclamos, los tres grandes partidos acordaron reunirse en breve con el grupo de ciudadanos. Al abandonar las instalaciones del Senado, Sicilia  dijo que lo único claro de la reunión de hoy es que los legisladores se comprometieron a aprobar la reforma este año, aunque advirtió que ya se está gestando la “elección de la ignominia”.