MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente Felipe Calderón relanzó su pronunciamiento para que el PAN pueda postular a un candidato ciudadano, aunque también descartó una alianza de su partido con el PRD, como han manejado diversos actores de ambas fuerzas políticas luego del avance del PRI en las elecciones del 3 de julio anterior. Calderón declaró lo anterior en el programa radiofónico de Oscar Mario Beteta, a quien concedió una entrevista justo una semana después de haberse reunido con la cúpula panista. Sin embargo, el presidente fue más allá al considerar que si el PAN llega a postular a alguien que no sea panista, no será un personaje de otro partido político. Aunque advirtió que en el PAN hay aspirantes posicionados, aclaró que su partido no es propiedad privada de los panistas y se trata de postular a los mejores. Calderón ya se había pronunciado por lanzar una candidatura ciudadana ante el escaso posicionamiento de panistas para buscar la Presidencia de la República en las elecciones del próximo año. Durante el encuentro con el locutor radiofónico, el Ejecutivo federal aseguró que mantiene una relación respetuosa con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, pero descartó que ello abra la posibilidad de una alianza PAN-PRD en 2012. "Definitivamente no lo veo así (una alianza). Simplemente ha habido un trato respetuoso con el Gobierno del Distrito Federal, a pesar de las enormes diferencias ideológicas y políticas, pero eso de ninguna manera refleja poder tener una alianza en el terreno electoral, son cosas muy distintas", acotó. Enseguida expuso algunas razones que, según él, explican las derrotas en las elecciones del 3 de julio en el Estado de México, Nayarit y Coahuila. Entre ellas, destacó la falta de cercanía con la ciudadanía, supuestos errores cometidos por PRD y PAN e, inclusive, la crisis económica. En este último tema, Calderón lleva más de un semestre sosteniendo que en México no hay crisis y, por el contrario, ha planteado que el país se encuentra mejor que las economías emergentes. Y tampoco atribuyó la debacle electoral de su partido a la guerra contra el narcotráfico, lanzada por él y que, en lo que va de su gobierno, ya cobró la vida de unas 50 mil personas.