Estela de Luz: Nadie previó su complejidad
El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, no culpa ante Proceso al arquitecto César Pérez Becerril del retraso y las anomalías en la edificación de la Estela de luz –como lo hizo en la televisión–, porque sostiene que ni el ganador ni el jurado del concurso tuvieron conciencia de su complejidad. Pero lo acusa de irresponsable y le recuerda que hace un año anunció el retraso de la obra conmemorativa para finales de 2011 en una conferencia donde estuvo el profesionista “y no dijo nada, sino hasta ahora”. En entrevista aparte, éste a su vez refuta al funcionario pues, dice, lo presionaron para que no hablara.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública (SEP), niega que se le haya presionado al arquitecto César Pérez Becerril (incluso haber sido amenazado por su asesor José Miguel González) para que no hablara de las irregularidades y el favoritismo a la empresa Gutiérrez Cortina Infraestructura (Gutsa) en la construcción de la Estela de luz, que según III Servicios, filial de Pemex, estará terminada el próximo 31 de diciembre, un año tres meses después de que debió ser inaugurada para conmemorar el Bicentenario de la Independencia.
En su despacho de la SEP tiene lugar la entrevista.
–¿La SEP obligó al autor de Estela de luz a callarse?
–N’ombre… ¡qué barbaridad!
–Pérez Becerril ha declarado que José Miguel González le dijo, frente a miembros de El Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, que si hablaba la verdad le iba a caer todo el peso del gobierno, ¿es cierto?
–¿En qué puede consistir eso?, ¿quién estaría en aptitud de señalar algo así?, ¿qué verdad? Si lo que queremos es que se investigue y averigüe. ¿Cuál es el peso del Estado que le está cayendo que no sea estrictamente para nosotros responder de manera documentada y abrir la puerta cabal a cualquier investigación? Me parece que él hace conjeturas y afirmaciones que no se sostienen.
–Si Pérez Becerril fue el ganador nacional con la Estela de luz para realizar el máximo monumento para conmemorar el Bicentenario de la Independencia, ¿por qué no se le contrató cómo director arquitectónico?
–Se tuvo contacto con él durante muchas semanas y meses. La dirección arquitectónica, consulte usted a los que están muy involucrados en la materia, no necesariamente la lleva el arquitecto que diseñó el proyecto. La dirección arquitectónica es el arquitecto que ve que la construcción responda efectivamente a las especificaciones arquitectónicas.
“Sin embargo, se le ofreció, si tenía opiniones, puntos de vista, contratarlo temporalmente para escuchar sus juicios, pero no aceptó. La decisión la tomó en su momento III Servicios (de que no fuera director arquitectónico). Tuvo que ver con las diferencias que habían tenido con él, los puntos de vista. La insistencia suya en aspectos que no eran posibles, por ejemplo quería a fuerza que toda la tubería fuera por adentro de las columnas, se le explicó que eso no era posible porque técnicamente complicaba muchísimo el mantenimiento del sistema eléctrico.”
Lujambio señala que el arquitecto es un hombre “que no es fácil en el trato y estamos siendo respetuosos del esquema arquitectónico y cumplimos con la norma, no estamos violando nada”.
Destaca:
“Nosotros estamos obligados a cumplir con el contrato que firmamos con él, por el cual se le pagaron 18 millones de pesos por el diseño y la ingeniería, pero no estábamos obligados a contratarlo adicionalmente para ser director arquitectónico. Esa no era una obligación nuestra.”
–Si es el creador, ¿no es incongruente que no se le haya contratado?
–No. Me han dicho que en la mitad de los casos se contrata al diseñador y en la mitad no, porque el arquitecto entrega su diseño y otros se encargan de darle seguimiento. No hay ninguna incongruencia y no estábamos bajo ningún concepto obligados a contratarlo como director arquitectónico.
“Yo me responsabilicé del conjunto de los temas del Bicentenario el 1 de julio del año pasado y obviamente le he dado seguimiento al tema de la Estela de luz, pero los detalles más minúsculos los conocen los responsables (III Servicios) y ellos deben responder estas preguntas. Yo lo que sé es por las conversaciones que me dieron. Me comentan que quiere ser director arquitectónico, pero por estas ciertas razones no lo va a ser.”
Poncio Pilatos
–¿No se está lavando las manos? Porque usted es responsable de los festejos del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución.
–¿Cómo lavarse las manos? A ver… La SEP tiene una agenda muy amplia. Yo tengo mucho trabajo, para eso hay responsables. Lo que hice fue pedirle, en agosto de 2010, al señor director de Pemex que explorara la posibilidad de remover al director de III Servicios, Agustín Castro, porque el análisis que hice de cómo estaban realizando las cosas me llevó a la conclusión de que el desorden era extraordinario y había que poner orden, y tener una estrategia porque los problemas que se enfrentaban no tenían solución.
“Soy el responsable del seguimiento de los temas, pero no veo a quién se contrata y cuánto le pagan, alguien se hace responsable de eso, ¿cómo lavarme las manos? Al revés, he asumido una responsabilidad, pero también entiendo que hay decisiones que deben tomar otros, para eso se les nombra, y si no saben tomar decisiones o no lo hacen con eficacia, entonces se les remueve.”
–El arquitecto habla mucho de corrupción, anomalías de construcción y también de tipo administrativo. El pasado 20 de este mes llevó, junto con el diputado del Partido Verde, Pablo Escudero, la documentación a la Auditoría Superior de la Federación.
–¡Qué bueno!, celebro eso… Yo le pedí al diputado Escudero por teléfono, cuando me presumían alguna irregularidad, que de inmediato presentara su alegato frente a las autoridades competentes.
–¿Sí hay corrupción? Se dice que un extrabajador de Gutsa, Juan Alberto Bravo Hernández, que entró a III Servicios, era el coordinador general de la Estela de luz, fue el que contrató a Gutsa para construir el proyecto. ¿Sabe eso, se le está beneficiando a Gutsa?
–No sé, es algo que se debe investigar. No soy autoridad disciplinaria, pero me da mucho gusto que la instancia fiscalizadora, que analiza esas conductas, estudie la situación y llegue a determinaciones, porque es muy importante y necesario que si alguien tiene alguna presunción de alguna irregularidad, presente sus pruebas y, por supuesto, que se atiendan.
–A propósito de no cubrir una irregularidad, Gutsa estaba inhabilitada por incumplimiento de contratos por la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la contrataron. ¿Qué va hacer al respecto?
–Lo que dije con claridad es que estaba inhabilitada en ese momento con una suspensión no sólo provisional, sino definitiva y tenía un amparo, en consecuencia estaba en posibilidad de participar en el proceso.
“No soy la autoridad responsable de hacer algo al respecto, ojalá que la autoridad que juzga la conducta de los funcionarios se pronuncie al respecto. Hasta donde entiendo, en el momento que se contrató a Gutsa fue en enero de 2010, yo entré aquí en julio de 2010. Me comentan que en ese momento estaba plenamente con validez jurídica la suspensión definitiva del acto reclamado, como dicen los abogados, en consecuencia estaba en posibilidad de participar en ese proceso y de realizar la contratación. Eso es algo que tiene que ser analizado y juzgado por la autoridad competente, para que se despeje esa duda respecto de la cual yo no me pronuncié, yo no decidí y no actué.”
“No culpo al arquitecto”
El pasado 12 de julio la Comisión de la Fundación Pública de la Cámara de Diputados dio a conocer documentos que confirman que la constructora Gutsa está inhabilitada hasta 2015 para recibir contratos de obra pública.
–En la televisión usted culpó a Pérez Becerril del retraso de la construcción de la Estela de luz, ¿por qué?
–Yo no estoy culpando al arquitecto, sólo digo que a partir del ejercicio responsable de su tarea, que era velar por que las ingenierías estuvieran bien pensadas y bien diseñadas, pidió un estudio del túnel de viento que llegó el 20 de enero de 2010. El arquitecto escribe un oficio informando que ya estaba listo el estudio, pero que ‘en su momento se nos estaba presentando un retraso en la estructura por no contar con el estudio del túnel de viento, al término del mismo los resultados provocaron modificaciones tanto en el proyecto arquitectónico como en el estructural, retrasando así el proyecto ejecutivo’.
“Después pidió uno de mecánica de suelos, que estuvo en mayo de 2010, lo cual provocó la revisión de la solución de cimentación. Qué bueno, se hizo. Yo simplemente señalo que se actuó irresponsablemente. Nadie tuvo la plena conciencia de la complejidad extraordinaria de levantar una pieza así. El jurado dijo que, entre otras razones, había escogido ese proyecto por su sencillez; no objeto la decisión el jurado, pero es de una extraordinaria complejidad jamás prevista ni por el jurado ni por el arquitecto. A mi juicio estamos ante un retraso que se deriva de la complejidad, y no podría juzgar y señalar al arquitecto como responsable.
“Se escogió una pieza de una complejidad tal que los plazos resultaron inadecuados para hacer el trabajo de esa naturaleza con los materiales específicos que requería, con la profundidad de la cimentación. ¿Por que en la conferencia que ofrecimos en agosto de 2010, donde estuvo el arquitecto, éste no dijo nada de las anomalías o se quejó de que se estaba cambiando su proyecto? Allí se anunció que estaría la Estela de luz en el último trimestre de 2011. ¿Por qué un año después viene a formular estas acusaciones, alegatos de irregularidades?, los cuales me importa que se conozcan, investiguen y se castiguen.”
–El proyecto incluía una plaza pública, ¿se construirá?
–La plaza… tomaremos la decisión en el momento en que la Estela de luz esté lista.
–Pérez Becerril insiste en que se ha modificando su proyecto. Quizá interponga una demanda en cuestión de derechos de autor.
–Más bien la demanda se la pusieron a él. ¡Qué tipo! Hay dos arquitectos más que son autores de la Estela de luz (Martín Laureano Gutiérrez Guzmán y Raúl Peña Arias), pero tampoco voy a juzgar. Ellos reclaman ser coautores. Gutiérrez Guzmán lo demandó.
–Señala que están utilizando materiales de menor calidad.
–A ver… los cuarzos. Se le dijo que para que se saquen esas cantidades de cuarzo blanquito, limpio, como él quería, se tendría que romper la mitad del monte y me va a costar cinco veces más, dame chance de que te dé tres tipos de cuarzo, y se acordaron ver tres alternativas y las firmó.
–¿Fue bueno que Felipe Calderón pusiera la primera piedra con tantos errores técnicos que padecía la obra?
–La complejidad del tema no se descubre de un día para otro, se va construyendo la complejidad. El presidente dice: “Ya está y se va a poner aquí”. Bueno, vamos a poner la primera piedra, y evidentemente esto se va a construir y se va a terminar.
“Ese edificio tendrá sintonizadores, en el mundo hay 47 edificios con sintonizadores, son para proteger a la estructura del viento que existe en ese lugar. Ese no es un edificio, lo cual es más vulnerable, entonces requiere tener un aparato que contiene como una pesa grande, y cuando el edificio por el viento se va para un lado, se endereza, lo detiene. Hay sintonizadores de viento y sismo, y va a tener los dos. No es sencillo el proyecto.”
–¿Qué opina Calderón de todo esto? Porque es el monumento más importante del Bicentenario.
–Yo hablé con él en agosto del año pasado.
–Pero ante todo esto que se ha suscitado en estos días alrededor de la Estela, ¿qué le ha dicho?
–No, yo he estado en contacto con la opinión pública y con los medios explicándoles las decisiones que hemos tomado, no he hablado con el presidente, eventualmente lo haré cuando tenga una cita con él y se tocará este tema.
–Que la Estela de luz no se haya inaugurado en septiembre de 2010, ¿no le resta importancia al monumento?
–Por supuesto que nos inquietó, nos preocupó a todos, pero la discusión era: “No lo vamos a hacer sobre las rodillas sin tener claridad de lo que estamos construyendo”. Porque esto no es para dentro de cinco años, es para 200 años, por lo tanto en aras de tener la certeza y la seguridad lo vamos a hacer con cuidado.
“Era una decisión penosa, sí; una decisión costosa, sí; era responsable tomarla, sí. Yo no voy a decir: ‘me voy a quemar, a ver cómo lo hacen, porque eso tienen que estar el 16 de septiembre de 2010’, cuando veo que no hay condiciones para tomar una decisión así.”
Enseguida suena uno de los teléfonos rojos de su oficina, la cual está tal cual como la dejó José Vasconcelos. Su secretaria le anuncia de prisa que es el presidente. Piden a esta reportera y al fotógrafo salir.
De nuevo, en su oficina, Lujambio termina:
“En consecuencia, era asumir una decisión costosa. Por eso anuncié que se terminaría la Estela de luz a finales de 2011.”
El pasado 20 del mes en curso, por unanimidad, los diputados y senadores acordaron citar a comparecer al titular de la Secretaría de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, para que explique las anomalías denunciadas en la construcción del monumento. Y demandaron al secretario de Educación Pública presentar un informe detallado sobre los avances, el costo total estimado y erogado, la viabilidad del proyecto y, en su caso, la fecha de finalización de la obra.