Por censura política, Leones de Xichú fuera del FIC

martes, 26 de julio de 2011 · 22:36
Aunque la directora del Festival Internacional Cervantino, Lidia Camacho, y el director del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, Juan Alcocer Flores, niegan que el grupo sea hostilizado por sus presentaciones, señalan que estará fuera del evento cultural más importante del país por no haberse inscrito a la convocatoria. El trovador Guillermo Velázquez considera eso un pretexto, pues durante 16 años no tuvieron que cumplir tal requisito. Y ve en sus versos al gobierno de Calderón la razón verdadera. GUANAJUATO, GTO (Proceso).- Casi tres años después de la última participación en el Festival Internacional Cervantino, el trovador huapanguero Guillermo Velázquez, director de los Leones de la Sierra de Xichú, rompe el silencio y ejerce un derecho de réplica que considera necesario para explicar su ausencia en el evento: la práctica lopezportillista del no pago para que me pegues. La decisión del trovador de la Sierra Gorda de Guanajuato surgió de la respuesta que la directora del Festival Internacional Cervantino (FIC), Lidia Camacho, y del director del Instituto Estatal de la Cultura (IEC) de Guanajuato, Juan Alcocer Flores, dieron a la reportera de Proceso el 22 de junio en el Teatro Juárez, cuando se anunció la programación de la próxima edición del FIC, donde una vez más los Leones de Xichú no figuraron. Guillermo y los Leones habían versado en su última presentación del 2008 férreas críticas al gobierno de Felipe Calderón por temas como las reformas de Pemex y el combate al narcotráfico, en esa ocasión con el acompañamiento del rockero Guillermo Briseño y del compositor Jaime López. En el mismo tono cantaron sus décimas y calaveras para denunciar oprobios y desacuerdos con el gobierno de Juan Manuel Oliva. Fueron décimas que años atrás –y durante los 16 en que desfilaron en el escenario de la Alhóndiga de Granaditas, entre 1992 y 2008– cantaron en el mismo tono juglaresco sobre Vicente Fox, Ernesto Zedillo, Carlos Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo, Andrés Manuel López Obrador, Marta Sahagún y otros tantos políticos. Por ello, la reportera preguntó a Lidia Camacho y al gobernador Juan Manuel Oliva si había visos de censura en la decisión de las instituciones organizadoras para cancelar la invitación a Velázquez y los Leones. Lidia Camacho respondió que la instancia responsable de programar a los grupos guanajuatenses, el Instituto Estatal de Cultura, “lanza una convocatoria para todos aquellos grupos que estén interesados en participar… obviamente, si los grupos no entran en esta convocatoria por supuesto que no tienen participación, no hay ningún otro motivo más que ese”. Al preguntarle al gobernador Oliva, éste esquivó el turno y lo pasó al director del IEC, Juan Alcocer Flores, quien puntualizó: “Invitados están, ellos y todos los artistas guanajuatenses. Lo único es que unos contestan la convocatoria y otros no”. Al término de la presentación, la directora del Cervantino comentó a Proceso que el formato de organización que asigna a la instancia estatal de cultura la selección de los proyectos locales para el festival se ha aplicado desde hace varios años. “Lo que nosotros hacemos es respetar la forma en que ha venido trabajando el festival en el propio estado de Guanajuato, para no alterar ese orden que me parece que ha funcionado. Nosotros seguimos este procedimiento porque nos parece adecuado… que ellos le entren a la convocatoria, y entonces sí yo te puedo decir qué pasó. Todos están invitados, la verdad en este sentido no hay unos sí y otros no. Esto es lo interesante, que el proceso es muy democrático, está abierto a todos.” E insistió en que la información que al respecto tiene “no indica un problema de censura en absoluto”. El jueves 21 Guillermo Velázquez decidió salir a la palestra, y ante los medios de comunicación leyó un documento que preparó ex profeso, con su propia historia de los hechos. Con sus 30 años a cuestas como cronista serrano recorriendo las rancherías de la Sierra Gorda y la Huasteca, lo mismo que países de todos los continentes como representante de la improvisación y el huapango mexicano, Velázquez habló fuerte: “Por respeto a la tradición que representamos y a las personas que la  aprecian y sustentan, hemos considerado necesario dar a conocer una serie de hechos concretos y comprobados, los cuales demuestran que la fiesta de la palabra y la memoria que tuvo lugar en la Alhóndiga a lo largo de 16 años, gracias a la energía ancestral del Huapango Arribeño y de la poesía decimal trovada e improvisada, en realidad fue cancelada por razones de índole política y como un acto de censura en el que no sólo intervino el director del Instituto Estatal de la Cultura, sino funcionarios del primer círculo del gobernador Juan Manuel Oliva. “Y por sus dichos, observamos que a ese atentado contra la libertad de expresión ahora también se ha sumado la directora del FIC, Lidia Camacho”, leyó Velázquez, quien aclaró que durante los 16 años de su participación en el festival siempre fue a invitación directa del Instituto Estatal de la Cultura, oficio de por medio, a partir del cual se trabajaba en un proyecto que se consensuaba presupuestalmente con el organismo “bajo la premisa de participar en cada edición con un espectáculo de calidad artística”. Así, desfilaron durante esos años con los Leones de Xichú trovadores y artistas como la Negra Graciana, Mono Blanco, Delfor Sombra, Felipe Souza, Nina Galindo, José Curbelo, Oscar Chávez o Guillermo Briseño, además de grupos tradicionales de las regiones de Guanajuato como las Mojigangas del Valle del Maíz o los viejos huapangueros de la Sierra Gorda, maestros de Guillermo Velázquez en la tradición oral. “Han dicho los funcionarios mencionados que en los últimos tres años no hemos respondido a la convocatoria. No nos queda duda que mienten para ocultar el trasfondo de este asunto… desde principios del gobierno de Juan Manuel Oliva comenzamos a percibir la hostilidad hacia nuestro trabajo”, dijo Guillermo Velázquez, quien narró que las últimas tres producciones para el FIC durante el presente sexenio fueron aceptadas por insistencia de la instancia central “no sin pocas dificultades con quienes aquí en Guanajuato desde el comienzo del sexenio buscaban la manera de que quedáramos fuera de la programación”. Ello le quedó comprobado, dijo, pues en los últimos cinco años los Leones de Xichú fueron desapareciendo también de la programación habitual del IEC, y “se cuentan con los dedos las ocasiones en las que los funcionarios de esa institución han otorgado apoyo a clubes de paisanos emigrados en los Estados Unidos o a quienes en el estado les solicitan financiar algún concierto nuestro en sus festividades”. Por todo ello, sentenció el huapanguero guanajuatense, “tenemos confirmado que hay un  argumento con tufo lópezportillista que durante estos años ha prevalecido: dicen que no nos contratan porque si queremos hablar mal del gobierno pues que lo hagamos, pero en espacios en que no nos paguen con dinero del que manejan la instituciones...”. En la postura oficial, Velázquez ve asomar no sólo la intolerancia, sino el desconocimiento de la tradición de poetas y juglares que cumplen el papel de cronistas, no sólo para dejar testimonios de la historia, sino también como críticos de quienes ejercen el poder “para que no se endiosen y para que no se les olvide cumplir lo que le prometen a la gente que los encumbra”. Ciclo cerrado En entrevista con Proceso, Guillermo Velázquez dejó en claro que este pronunciamiento no tiene trasfondo como el de volver a los escenarios del Cervantino, evento que considera un ciclo cerrado para él y su grupo. En los últimos años los Leones de Xichú han recorrido sus propias veredas. Recién participaron en el Festival Internacional L´Imaginaire en Francia, cuyos organizadores sostuvieron la invitación al grupo, luego del diferendo entre México y aquel país por el caso de Florence Cassez y la cancelación oficial del Año de México en Francia. Se presentaron en tres ocasiones en París y abrieron el festival en Lyon, como únicos representantes mexicanos, luego de que fue imposible conseguir los boletos de avión para los otros dos invitados –Trío Colotlán de Veracruz y los Bailadores de Artesa de Guerrero–, y los franceses optaron por los huapangueros de la Sierra Gorda de Guanajuato. “Yo no estoy pidiendo volver al Cervantino, ni volver a la Alhóndiga. Estoy pidiendo nada más respeto, y que se hable con la verdad. Creo que no nos conocen, ni conocen nuestro trabajo. Hicieron declaraciones a la ligera, por salir del paso… no somos cortesanos ni palaciegos.” A propósito de esta controversia y de que en la última participación de los Leones en el FIC los acompañó Guillermo Briseño, en entrevista telefónica desde Puebla el músico patentizó su solidaridad con las palabras de Guillermo Velázquez, su conocido desde hace más de 30 años y a quien lo han unido un sinfín de proyectos. “Me río porque hace muchos años yo escuché esos mismos comentarios, que si nos estaban pagando para que los criticáramos había que retirarnos (el dinero)…”, fueron sus primeras palabras. Briseño asume que ambos, como a otros artistas, están obligados a ver el país tal cual se presenta y hablar de las circunstancias con una actitud crítica, sin disimulo. “Son cosas que vienen con la naturaleza de la herencia que recibimos de nuestros mayores, de nuestros antepasados… la herencia de los juglares, de los informadores, de los que transmiten las ideas de lo que los hiere o de lo que hiere a los demás, o de lo que los alegra también.” Y entonces, cuando voces como la de los Leones de Xichú hacen lo suyo y levantan ámpula “no es estéril, porque si algún político se incomoda, se levanta y se va, se está cumpliendo la función”. Recordó el fenómeno en que se convirtió la presencia de los Leones en la explanada de la Alhóndiga, donde fungía como una especie de anfitrión “y que ahora le pidan que sea una especie de solicitante para ver si da el ancho, pues es una falta de respeto, un testimonio fehaciente de lo que la derecha reaccionaria ha traído al poder, con toda su falta de información, su ignorancia”. Es el choque de la libertad contra el avance de la cerrazón, “las perspectivas medievales, el castigo al que piensa, no sólo porque piensa diferente, sino porque piensa”, denuncia Briseño. A la indignación habría que invocar una reacción ciudadana “para transformar esto”, propone. Como lo propone el propio Guillermo Velázquez, quien cita palabras de Javier Sicilia ante los funcionarios federales “a los cuales les recordó que son empleados y no tienen por qué endiosarse”. Ante el desencanto urge tomar otras vías, opina: “Es necesario ya. Si no hay una revolución desde abajo, en los pensamientos, en la real voluntad de que suceda otra cosa con nuestro país, con nuestro entorno, con nuestra cotidianidad, las apuestas ya desgastadas –y hablo de los partidos– no tienen rumbo. Ya oigo los discursos de los candidatos que se aprestan a competir y hay un cinismo instalado, grotesco, que ofende las entrañas del país. Es lo que yo siento.” –Y el trovador tiene que decirlo… –Necesariamente. Aunque otros no quieran que se diga o aunque otros no lo digan, porque no es obligación de todos. A mí me ha vibrado siempre la cuerda de decir lo que necesito decir, si no, me ahogo. Y espero que lo haya hecho en estos años a nombre de otros. La entrevista concluye con una dedicatoria del poeta arribeño: Más de 50,000 muertos Es el saldo de esta guerra A la que necio se aferra Calderón y otros mamertos. Ni dormidos, ni despiertos Perdamos la voluntad De rasgar la oscuridad Que agobia y que padecemos. En México paz queremos ¡Con justicia y dignidad!

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