MÉXICO, D.F. (apro).- El encarecimiento del dólar de principios de mes, más una fuerte alza en los precios de los alimentos procesados y el fin del subsidio a las tarifas eléctricas, que se otorga a unas 15 ciudades que en el verano sufren de calores extremos, dieron al traste con la marcha descendente de la inflación. En la primera quincena de octubre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se incrementó 0.61% (contra 0.48% de la misma quincena de un año antes), con lo que la inflación anual se ubicó en 3.24%, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Dicha alza de 0.61%, la más alta para una primera quincena de octubre desde que se lleva el registro –desde 2002–, sorprendió a todo mundo, funcionarios y analistas. El llamado “consenso” –que es el promedio de todas las estimaciones hechas por los especialistas– estimaba en no más de 0.44% la inflación para la primera mitad de octubre. Sin embargo, nadie previó el tamaño del impacto que tendría el fin del subsidio a las tarifas eléctricas de verano, que hizo que los precios de la electricidad tuvieran un insólito incremento quincenal de casi 14.8%. De hecho fue el rubro que mayor incidencia tuvo en la inflación general, con 0.394 puntos. Es decir, casi una quinta parte del alza inflacionaria se explica por los precios de la electricidad. En relación con los precios de los alimentos, analistas consideraron hoy que “siguen siendo un foco de preocupación”. Expertos del grupo financiero Banamex-Citigroup apuntaron que “particularmente llamó la atención el incremento de los precios de alimentos procesados –también muy arriba de nuestro estimado--, que si bien una parte estuvo centrada en los productos lácteos, sí puede ser indicativo de presiones inflacionarias que mezclan la dinámica de los precios de los commodities alimenticios y el impacto del tipo de cambio”. De acuerdo con la información del INEGI, la inflación subyacente –de la que se eliminan los precios más volátiles, como los de agropecuarios y los de energéticos-- fue de 0.20%, muy por arriba del 0.12% de un año antes. No obstante, la no subyacente se disparó aun más, pues fue de 2.03% contra 1.67% de la primera quincena de octubre de 2010. En este caso, el precio de los energéticos registró el incremento más fuerte, con 4.81%, cuando un año antes habían subido, en el mismo lapso, 3.52%. Con base en dichos incrementos, los analistas de Banamex advierten que “estas cifras podrían ser el inicio de una trayectoria ascendente de la inflación.” Dicen: Los resultados de la primera mitad de octubre permiten suponer que para finales del año serán más evidentes los efectos de la depreciación del tipo de cambio sobre la inflación. “Además de que anticipamos un repunte de los precios agropecuarios. Así, conforme a nuestras expectativas, la inflación anual podría alcanzar 3.5% de crecimiento al final de 2011”. Se ve, pues, lejana la mítica meta de 3%, que año tras año busca el Banco de México.