Concluye primera etapa de restauración de la capilla del Santo Cristo

martes, 3 de enero de 2012 · 21:07
MÉXICO, D.F., (apro).- Después de dos años restauración, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó la primera etapa  de la capilla del Santo Cristo, localizada en Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, que tuvo un costo de 5.2 millones de pesos. Fueron restaurados cinco retablos, relieves barrocos de cal distribuidos en cúpula y paredes, así como 14 pinturas de caballete de mediano y gran formato de los siglos XVII y XVIII que se ubican en la capilla ubicada a un costado del Templo de Nuestra Señora de la Asunción en dicha localidad. Las tareas de restauración comenzaron en 2009 con un diagnóstico de causas y deterioros de las obras novohispanas, la planeación del proyecto integral de restauración y, finalmente, las labores in situ de conservación de las piezas, lo que representa, según el INBA, 60% de avance en los trabajos de restauración. La primera etapa concluyó en diciembre pasado. La restauradora Lilia Rivero, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CPC) del INAH, destacó la participación de la comunidad de Tlacolula, autoridades municipales, la Junta Vecinal Comité Pro-Restauración dela Capilladel Señor de Tlacolula, y del párroco Salvador Cruz. Según el restaurador Salvador Guillén Jiménez, coordinador de las labores en el inmueble, los relieves con representaciones de santos, mártires, arcángeles, ángeles, cristos y vírgenes, que fueron hechos con cal y decorados con hoja de oro y pinturas al temple, presentaban problemas de suciedad, barniz oxidado o ennegrecido, repintes poco afortunados, así como algunas fracturas, fisuras, golpes e incluso faltantes y abrasión, principalmente en la parte inferior. Detalló que cada relieve fue limpiado; se resanaron con inyección de cal, fijación de partes desprendidas, aplicación de hoja de oro o de micas doradas (sólo donde fue necesario) y reintegración de color con la técnica rigatino (que consiste en el trazo de delgadas líneas de pintura en forma vertical). En las pinturas de caballete se sustituyeron algunos bastidores y otros fueron rehabilitados, se tensaron y estabilizaron los lienzos, se hizo limpieza detallada, y reintegración de color con pinturas al barniz con técnica rigatino, y se aplicó una ligera capa protectora de barniz. De éstas destacan las cuatro obras de gran formato, con dimensiones de 2.0 por 1.5 metros aproximadamente: San Sebastián, San Juan Nepomuceno, San Nicolás de Bari, y posiblemente la cuarta sea San Isidro Labrador; de la cual aún se hacen estudios para identificarla correctamente. En el caso de los retablos, detalló: “Las tareas de rehabilitación de los altares se emprendieron después de haber hecho una fumigación integral de la capilla, con el fin de eliminar cualquier posibilidad de que más insectos xilófagos carcomieran la madera, posteriormente, se hizo limpieza y aplicación de resanes, se consolidaron los bancos de madera y las uniones de los bloques que conforman los retablos, y se sustituyeron secciones dañadas. “Asimismo, se rellenaron huecos y colocaron injertos con madera de cedro, y se hizo reintegración cromática y de hoja de oro en los sitios necesarios”, según dijo el restaurador. En el caso del quinto retablo, de la Virgen dela Soledad, a diferencia de los otros, data del siglo XVII y está hecho con cal. “Su mayor problema era el ennegrecimiento del barniz, en gran medida por el humo de las velas, el cual se pudo quitar con solventes orgánicos que permitieron recuperar sus colores y brillo originales”. La segunda etapa de restauración iniciará este año con la intervención de dos retablos faltantes del crucero de la capilla y del principal, que está en el altar; de los relieves asociados al retablo principal, y de las siete esculturas policromadas y estofadas de la capilla; la fumigación e integración de faltantes en los cuatro pilares del presbiterio; así como la recuperación e integración cromática de la pintura mural del guardapolvo. Y la talla del Señor de Tlacolula —hecha en el siglo XVI con pasta de caña policromada—, a quien está dedicada la capilla; en donde se realizará retiro de polvo y estabilización de uniones, además de consolidaciones y fijados de la capa pictórica.

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